“La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre, por la libertad así como por la honra se puede y se debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venirle a los hombres”.
He comenzado este sencillo escrito con una frase del genial Miguel de Cervantes, autor de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha en la que pone por sobre todas las cosas, por encima del valor de las cosas que pudieran pensarse que son las más valiosas, como el oro, por ejemplo, el valor de la libertad del hombre.
Durante el desarrollo de la humanidad y con la aparición de la propiedad privada, la historia nos ha dado ejemplos de que el hombre no ha gozado de la libertad; durante el esclavismo, unos pocos eran los dueños de los medios de producción, incluso poseían la propiedad de los hombres, de los esclavos a los cuales sometían a trabajos extenuantes y castigos horrorosos, si hemos visto alguna vez alguna película sobre la construcción de las pirámides en Egipto, por lo menos nos hacemos una idea de lo que era la esclavitud en el mundo antiguo.
El feudalismo no fue diferente, pues también había esclavitud, no con grilletes o cadenas, pero sí con trabajos de más de 14 horas diarias, el siervo no podía salir del feudo, no era libre a pesar de no tener cadenas atadas a sus pies y manos.
En los tiempos actuales, en los tiempos del capitalismo, el obrero, el trabajador es libre, puede trabajar en el lugar que desee o que se adecúe a su preparación académica, sin embargo, vive atado (de manera invisible) a una máquina que le ordena y le marca el ritmo, la velocidad de trabajo; esa máquina no se cansa jamás. ¿Es el hombre libre, goza de libertad? ¿Puede dedicarse en su tiempo libre a organizarse, a distraerse, educarse, curarse? Y si lo hace, ¿Puede hacerlo sin temor a ser reprimido?
En nuestro país no es así y como ejemplo reciente y claro está el caso de Domingo Ortega Butrón, un hombre dedicado a su familia,que en el camino de la vida conoció al Movimiento Antorchista y se organizó junto a miles de antorchistas en el estado de Hidalgo con los cuales ha luchado para defender sus derechos como todo mexicano. Domingo Ortega fue encarcelado desde el 17 de junio acusado de ataque a las vías de comunicación.
La fiscalía del estado de Hidalgo se ha valido de argumentos que no ha podido comprobar de que Domingo haya incurrido en algún delito por el cual tiene más de dos meses en la cárcel. Domingo no es libre, está preso por ser parte de una importante organización a nivel nacional, está preso por defender sus derechos y ha perdido la libertad por ello, está preso por alzar la voz ante las injusticias cometidas por un gobierno al que poco le interesan los problemas y los dolores de la gente que hace años le otorgó el voto de confianza y lo llevó al poder, ahora se usa ese poder para encarcelar y para tratar de callar la voz.
Los antorchistas de Nayarit y del resto del país vamos a continuar denunciando y exigiendo libertad para Domingo Ortega, pues un mal gobierno lo tiene en cautiverio causándole el mayor mal que le puede ocurrir a un hombre. Para nuestro compañero Domingo Ortega y para los antorchistas no habrá descanso ni desmayo, vamos a continuar denunciando por todos los medios posibles hasta lograr su libertad.
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