A lo largo de mi vida nunca en ningún momento se me había insistido tanto sobre la importancia de leer y de estudiar materiales que ayudan a entender mejor diferentes aspectos de la sociedad que a simple vista resultan ser insignificantes. Incluso en mi tiempo de estudiante nunca se me pidió hacer énfasis sobre este aspecto, mi época de estudiante en un bachillerato técnico me enseñó a darle más importancia al trabajo práctico y dejar a un lado la tarea intelectual, aunque con la firme intención de conseguir un estudio universitario que me permitiera en un futuro "vivir mejor”.
Mi intención de estudiar decayó más cuando en repetidas ocasiones no pude contar con la oportunidad de poder seguir estudiando debido a que me encontraba viviendo solamente con mi papá, y el ingreso económico con que contábamos era sumamente poco, esto, aunado a los gastos propios de la casa como el pago de servicios de agua, luz y renta, además de la necesidad de meterme a trabajar y apoyar con los gastos en la casa y enfocarme a la vida común de cualquier obrero.
Pasó el tiempo y mi rutina diaria no incluía en ningún momento leer ni estudiar ya que me convertí en un engrane más que movía los intereses de los dueños de las empresas, ganando un mísero sueldo que en hasta en ese entonces yo creía que era justo por el tiempo que dedicaba al trabajo diario sin tomar en cuenta el peligro que corría dentro de una empresa que maniobra con maquinaria pesada y todo tipo de peligros que cualquier obrero enfrenta para llevar a cabo su trabajo.
La rutina de trabajar ocho horas diarias, 12 y hasta 24 horas sin parar te aparta y no te permite dedicarte a leer o estudiar por dedicarte al trabajo. Hoy en día sé que la lectura te enseña cosas que a simple vista no logras ver, de este modo en el libro titulado "La Madre” de Máximo Gorki, nos muestra un panorama muy parecido al que se vive hoy en día y que analizándolo bien te muestra como de manifiesta la realidad en la actualidad, empieza de esta manera "la sirena de la fábrica lanzaba cada día al aire,… su vibrante rugido; obedientes a su llamado, unos hombres sombríos, de músculos entumecidos… salían de las casuchas grises, corriendo como cucarachas asustadas. A la luz fría del amanecer, iban por la calleja sin empedrar hacia los jaulones de la fábrica, que les espera, segura, indiferente”.
La manifestación de una empresa que llama todos los días a cientos de hombres que salen de sus casas cansados por la jornada de trabajo de un día anterior y que se dirigen con todo su pesar a la fábrica, es precisamente lo que sigue pasando hoy en día, miles de obreros salen presurosos de sus casas para dejar toda su fuerza de trabajo por un sueldo que les alcance para medio vivir y finalizar el día agotados. Más adelante continúa, "La fábrica se había tragado una jornada más y las máquinas habían succionado de los músculos de los hombres cuantas fuerzas necesitaran. El día habíase borrado de la vida, sin dejar rastro alguno; el hombre había dado un paso más hacia la sepultura”. Una realidad que a simple vista parece insignificante pero que analizando bien el fenómeno nos damos cuenta de cómo hoy en día el sistema en el que vivimos resulta ser el mismo solo que en diferentes épocas. He aquí la importancia de la lectura.
Ahora bien, el fenómeno de falta de lectura también es un problema que se viene presentando cada vez con más frecuencia. Según las estadísticas presentadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) presentado en el mes de abril del año pasado se dice que en el periodo de 2016-2020 se presentó una disminución de lectores en México pasando de un 45.9% a un 41.1%. Dentro de este 41.1% la mayoría de los lectores, 38.7%, lee para entretenerse; por trabajo o estudio lo hace 27.1%, 25.5% por cultura general y el 7.4% por su religión.
Por otra parte, entre los que dicen no leer el 43,8% dicen no tener tiempo, el 27.8% dicen no tener interés, motivación o gusto por la lectura y el resto explica tener problemas de salud que le impiden leer o que simplemente prefieren hacer otras actividades. Como se puede notar el índice de lectores es muy bajo en comparación al número de mexicanos que no leen. Esto se debe al uso más constante de los aparatos electrónicos y medios digitales. Hace falta fomentar más la lectura entre el pueblo.
La lectura tiene a su vez importantes beneficios que pueden ser de provecho para el lector, 1) ayuda a la comprensión de textos, mejora la gramática, el vocabulario y la escritura de las personas, 2) estimula el razonamiento y la memoria de las personas, 3) aporta la capacidad de un pensamiento crítico y confianza al momento de hablar, 4) ayuda a mejorar la imaginación y 5) favorece la concentración.
Del mismo modo que hoy en día existe esta importancia de leer y estudiar, y sabiendo por experiencia propia que el obrero común no va estar dispuesto a educarse políticamente, el reto ahora es promover la importancia de la lectura, asimismo fomentar el estudio consciente de materiales que ayuden a formar un pensamiento crítico a los problemas sociales.
De este modo, el estudio de materiales como el "¿Qué es la sociedad?” de Martha Harnecker, "El Capital” de Carlos Marx, "El Quijote” de Miguel de Cervantes, entre muchos otros que nos permiten entender el desarrollo de las sociedades a través de la historia, son materiales esenciales, herramientas importantes que pueden servir de mucha utilidad al pueblo para entender la sociedad y cómo actuar ante los fenómenos que se presentan.
La tarea de educar y concientizar al pueblo de México no es sencilla, pero tampoco es imposible, hace falta empezar por uno mismo e ir personalmente con el pueblo para enseñarles todo lo aprendido, solamente de esta manera los mexicanos podrán entender mejor la sociedad.
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