La mayoría de los mexicanos estamos sintiendo la grave situación económica por la que esta atravesando el país entero, la falta de empleos, los precios de las mercancías en general están al alza y no se diga de los artículos de la canasta básica, de igual manera los insumos mas indispensables para la producción agrícolas y ganadera, los materiales de construcción, etc., en general, no existe un solo aspecto de la vida social donde se refleje la recesión económica. Esta crisis también se traslada al ámbito político, no vemos un contrapeso real que ponga freno a la ambición desmedida del grupo que ostenta el poder, que, con el afán de conservarlo, atropella los derechos de los ciudadanos, negándoles los servicios mas elementales como vivienda, electrificación, pavimentaciones, caminos, hospitales, escuelas etc. aparte de esto, el jefe del ejecutivo, como máximo representante de la 4T, se la pasa predicando mentiras y dividiendo a los mexicanos. Ahora, las dependencias federales, también, siguiendo el ejemplo del mesías, publican verdades a medias para engañar al pueblo y éste crea que vamos bien.
Un ejemplo de esto, es lo que recientemente dio a conocer la Secretaría de Bienestar en el Informe Anual de Pobreza y Rezago Social 2022. Informe que se dio a conocer el día 27 de enero del presente año, ahí afirma que en el estado de Guerrero el número de pobres bajó. Según el reporte, son 907 mil 629 guerrerenses que se encuentran en pobreza extrema, esta cifra representa el 25% de sus habitantes, en cambio hay un millón 455 mil 559 personas en pobreza moderada, en relación a la poblacion, representa el 40.9%. pero confirma que, en el 2021, 49 mil 011 guerrerenses dejaron de ser pobres.
En cambio, el Consejo Nacional de Evaluación de la política de desarrollo social, CONEVAL, dice que en el estado viven, 3 millones 540 mil 685 personas, de las cuales el 67.9% se encuentran en pobreza, lo que significa es que son tres puntos porcentuales arriba de los que admite la secretaria del Bienestar. De igual manera, el porcentaje de los habitantes en pobreza extrema es del 27%, dos puntos porcentuales arriba de los datos de la Secretaría del Bienestar, sólo estos dos ejemplos nos permiten comparar que la dependencia oficial oculta la realidad de los guerrerenses. Pues, el Ceneval confirma que solo el 3.7% de la poblacion estatal es considerada como no pobre y no vulnerable, lo que significa entonces que de cada 100 guerrerenses 93 son pobres o vulnerables, o sea que son ciudadanos que no poseen las garantías de sus derechos fundamentales, ya que el 23.7% de sus habitantes viven en rezago educativo, el 13.8 carecen de servicios de salud, el 75.6% carecen de acceso a la seguridad social, el 58% vive en carencia por acceso a los servicios en la vivienda, mientras que el 27.8% vive en condiciones de carencia de acceso a la alimentación.
Estos datos son tan ilustrativos que nos dan una idea exacta de la situación en que viven las mayorías de los habitantes del estado de Guerrero, una entidad que ocupa el tercer lugar a nivel nacional en pobreza, junto con Chiapas y Oaxaca. Pero a nivel nacional, en el último año, la poblacion pobre llegó al 43.8%, significa que 3 millones 800 mil mexicanos entraron a la pobreza en este año. Por lo tanto, no debemos de creer el cuento de que la pobreza se esta acabando en México, y menos en Guerrero.
La pobreza en México, claro está que desde hace décadas se ha venido incrementando, debido al poco interés de los distintos gobiernos en realizar una mejor distribución del gasto social, pero el actual gobierno de la 4T con la supuesta austeridad y el combate a la corrupción, desaparece programas, puro pretexto para desviar los recursos y usarlos a su interés. Aparte de ser incapaz de reactivar la economía, por eso, en los tres años de gobierno de la presente administración federal, la economía ha sufrido el peor retroceso en los últimos tiempos y difícilmente se recuperará, cuando menos en este año. Y si el gobierno sigue con su política de no invertir en la producción, y no generar fuentes de empleo, difícilmente crecería el PIB, y por consiguiente la economía estaría peor en los próximos tres años que le quedan a Andrés Manuel López Obrador. Pues seguramente éste seguirá despilfarrando el dinero de las arcas de los mexicanos en sus obras emblema que están destinadas al fracaso. Si no, al tiempo.
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