MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Las sequías y sus afectaciones a la economía rural

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La economía entre las zonas urbanas y las zonas rurales del país no se desarrollan de la misma manera. Por un lado, en las áreas urbanas, se puede encontrar una gran cantidad de comercios establecidos como restaurantes, peluquerías, hoteles y hasta industrias (en el caso de aquellas zonas urbanas más desarrolladas como Ciudad de México o Monterrey), en aquellas que se consideran como zonas rurales, la economía se desarrolla principalmente entorno a la agricultura y a la ganadería.

Desde hace años, el campo mexicano está abandonado debido a que existen factores que impiden que este sea realmente productivo y competitivo en el mercado de la economía, así mismo, aquellos que trabajan la tierra, es decir, los campesinos, no obtienen ingresos suficientes para cubrir las necesidades más básicas como la alimentación. El problema del campo y de las zonas rurales se agrava a causa de las sequías y la nula acción del gobierno por ayudar a los productores en este aspecto.

La sequía, declaran algunos expertos en el tema, es una deficiencia en la precipitación sobre un periodo extendido, lo que resulta en una escasez de agua que causa impactos adversos en la vegetación, los animales y las personas. Durante este 2021, los estados más vulnerables a la sequía extrema según la declaración de la Conagua son: Baja California, Baja California Sur, Sinaloa, Sonora, Chihuahua, Guerrero, Oaxaca, Chiapas y el Valle de México.

En el presente mes el Servicio Meteorológico reportó que en todo el país existían 721 municipios que presentaban algún grado de sequía, mientras que para abril de este año Oaxaca reportaba 103, es decir, a nivel nacional 1 de cada 3 municipios y a nivel estado 1 de cada 4 presentaban este problema. En el estado de Oaxaca 93 municipios tienen sequía moderada, 10 sequía severa y 177 presentan condiciones de sequedad, es decir, la mitad de los municipios del estado se veían enfrentados de alguna manera a esta problemática.

Las regiones más afectadas han sido la cañada con 80% menos de precipitación, el Istmo con 50% y en la Cuenca del Papaloapan se presentan un tercio menos de precipitaciones promedio. Si bien, la sequía es un fenómeno natural, que, según la historia, ha ocurrido desde el México prehispánico y colonial, produciendo hambre al pueblo de México, por lo que obviamente no se le puede atribuir a algún gobierno este fenómeno, sin embargo, si se le puede atribuir la falta de interés y de estrategias para enfrentar esta problemática que como ya vimos en los datos, afecta a la mitad de los municipios de nuestro estado.

En el Informe Semanal del Comité de Grandes Presas de mayo del presente año, dice que, de las 210 principales presas de la Conagua la mitad tiene menos del 50% de su capacidad. Benjamín Martínez López, Investigador del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, critica que la Federación no invierte el dinero suficiente para el mantenimiento adecuado en presas para uso agrícola, lo que ha provocado una caída en la producción de productos como el maíz y el frijol, que reportaron una caída del 14.2 y 3.1% de su producción con respecto al año anterior, según el Servicio de Información Agroalimentaria y el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas.

Es necesario invertir en ciencia y tecnología que nos permitan entender y aprovechar las precipitaciones de lluvias de nuestro país, sin embargo, ¿con qué nos encontramos?, con que en este gobierno de "transformación", prefiere eliminar fideicomisos que impulsan la investigación y el apoyo a esta área, y ,en vez de asignar un presupuesto justo para la agricultura y tecnificar los sistemas de riego, se le acuse a los  campesinos haberse enriquecido  con los programas que antes existían y entregarles apoyos de manera directa a unos cuantos y dejando desamparados a todos aquellos que por una u otra razón no fueron considerados por los programas del gobierno.

En el quinto informe del gobernador Alejandro Murat los campesinos sólo recibieron reconocimiento: "Las sequías, inundaciones, sismos y la pandemia han puesto a prueba el temple de los oaxaqueños, quienes se han mantenido de pie frente a todo", pero tampoco el gobierno estatal implementa acciones reales para combatir problemas como la sequía. Al sector campesino de Oaxaca sólo nos queda el camino de seguir exigiendo mejores condiciones para el campo. Es tiempo de darnos cuenta que la clase política mexicana actual no es de los pobres de México, que es necesario organizarse y luchar por un cambio verdadero y de fondo para el estado y para el país.

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