Debemos en principio aceptar que todos los países en el planeta, tienen en mayor o menor cantidad, riquezas naturales, tales como yacimientos minerales (oro, plata, petróleo, zinc, cobre, etc.), mares (ricos en peces, corales, perlas, entre otras), ríos, maderas, tierras fértiles para la agricultura y la ganadería, y otras más. Nuestro México, incluso, es un país afortunado pues tiene en mayor o menor cantidad muchas variedades de riquezas naturales, a tal grado que a nivel internacional es considerado el "Cuerno de la abundancia", sólo como ejemplo, nuestro país es el primer productor mundial de plata, séptimo lugar en oro, cuarto lugar en petróleo, primer lugar en producción de aguacate, octavo lugar en maíz, tercer lugar en biodiversidad (es decir que solamente 2 países tienen más tipos de climas, flora y fauna que México); pero no basta tener riquezas naturales, es necesario el trabajo del hombre para aprovecharlas.
Pero ¿quién trabaja para arrancar a la naturaleza esas riquezas naturales?, y después de extraer la riqueza, ¿cómo se reparte?, actualmente según datos de INEGI (indicadores de ocupación y empleo al primer trimestre del 2016), en México existen cerca de 53 millones de personas en edad de trabajar, de los cuales casi 51 millones trabajan en promedio 42 horas semanales, con un salario de 34 pesos por hora; pues bien (aceptando estos datos, pero que en la realidad no coinciden con el salario de la mayoría de los trabajadores), estos trabajadores produjeron en el 2015, más de 14 millones de millones de pesos, si sacamos el promedio diríamos que cada trabajador produjo una riqueza de 274, 510 pesos, y recibió un salario en el año de 74,256 pesos. ¿Quién se quedó con los otros 200,254 pesos de cada trabajador? Si partimos de la definición del PIB (Producto Interno Bruto) que dice que "es la suma de las rentas de la economía" significaría que los 200,254 pesos quedó en manos del patrón.
Vemos pues, que el reparto de la riqueza es desigual, sólo así se explica que mientras el patrón acumula y acumula riqueza, el trabajador nunca puede mejorar sus condiciones de vida, y a esto hay que agregar todos los impuestos que el gobierno le cobra y los altos costos de los servicios básicos, lo cual provoca que las familias se alimenten mal, que no tengan dinero suficiente para gastos de educación, salud, etc., mucho menos para recrearse, pero además esta injusta distribución de la riqueza provoca que aumente de manera alarmante la cantidad de pobres, según la revista FORBES, en México del 2010 al 2012 se sumaron 500 mil personas más a la lista de pobres, pasando de 52.8 millones a 53.3 millones.
La verdad es que la inmensa mayoría de los mexicanos nos quejamos de esta injusticia social, echamos pestes al gobierno por corrupto, ratero, etc., a los patrones por abusivos, explotadores, y no se cuanto más, pero, muy pocos estamos dispuestos a trabajar realmente por cambiar la situación. ¿Qué debemos hacer?, debemos de unirnos, organizarnos, formar un bloque sólido, muy claro de lo que se debe hacer, para que dentro del marco de la ley nos podamos hacer escuchar ante el gobierno y obligarlo a que esto cambie, debemos estar dispuestos a reunirnos periódicamente para analizar la problemática social, estar dispuestos a las movilizaciones públicas, y a utilizar todos los derechos que nuestra Constitución Política nos permite, de no hacerlo, ¡sabe Dios qué México le entregaremos a nuestros hijos! Vale.
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