Siempre he creído que cualquier tema sobre el que alguien escriba o hable, debe ser sustentado con argumentos de fuentes fiables; la palabra lanzada al viento sólo porque tenemos la capacidad de hacerlo, muchas veces enloda y ofende; por otro lado, también creo que la palabra, así como lo menciono, bien sustentada y acompañada de la razón, puede ser muchas veces nuestra mejor arma.
En los medios de comunicación la palabra tiene un peso mucho mayor, y se ha convertido en un arma de doble filo.Hay quienes la utilizan para brindar a la sociedad información veraz y oportuna, pero hay otros que sirven a los intereses de quienes controlan los medios.Es bien sabido que estos últimos responden a intereses económicos empresariales, políticos e ideológicos, de grupos de personas o algún personaje; y quienes trabajan en ellos, aunque su criterio sea diferente, deben adecuar sus plumas y ajustar sus escritos a las pautas establecidas por las empresas; de lo contrario, el trabajo del periodista es desechado, y su palabra, por brillante y honrada que sea, será acallada.
Y así como ha evolucionado la sociedad, los medios de comunicación han superado las barreras de tiempo y espacio, lo que ha provocado que aquellos que eran conocidos como "tradicionales" (radio, televisión, periódico) han sido superados por las nuevas plataformas que surgieron con la Internet; lo que ha ocasionado que sean cada vez más los que expresan su particular punto de vista a través de ellas.
En México, según datos de la Asociación de Internet.MX hay 79.1 millones de internautas, que pasan más de tres horas y media al día, en promedio, conectados a sus redes sociales, mismas que influyen en la forma de comunicar y en la toma de decisiones políticas, sobre todo en las que participamos los ciudadanos.Una de estas fue la elección del presidente de la República en 2018, cuando Andrés Manuel López Obrador obtuvo un fuerte apoyo en estos nuevos medios.El día en que ganó la elección, él agradeció en su discurso a las "benditas redes sociales".
Me interesaba hacer esta introducción porque ha llegado a mis manos un video publicado por un medio, de cuya existencia apenas me entero: Critica Dura MX; en él, su locutor, Jaime, publica un video en la plataforma de YouTube atacando al Movimiento Antorchista, repitiendo dichos bastante manidos y ya refutados con pruebas, pero que él "revela" como el descubrimiento del siglo; hace un recalentado de acusaciones sobre la actividad económica de nuestra organización, refritos que, insisto, hemos esclarecido cada vez que se publican; acusaciones repetidas hasta la náusea, que hemos desmentido hasta el cansancio, y que sus difusores jamás han sustentado con pruebas fehacientes.Han hablado, y lo siguen haciendo, solo porque alguien les prestó un micrófono.Este señor, como tantos, sigue aquella estrategia de que repetir mil veces una mentira se convertirá en verdad.
En el video de marras critica airadamente una campaña nacional que realizamos los antorchistas en Twitter, donde con más de 21 mil mensajes logramos posicionar en tendencia nacional el hashtag #MorenaHundeAPuebla, esto como una forma de denuncia ante el abuso del gobernador poblano, Miguel Barbosa, que fabrica delitos contra una de nuestras compañeras en aquella entidad.Y mi pregunta es: ¿por qué es incorrecto que nosotros nos manifestemos en Twitter? ¿Por qué le arde a este señor? ¿Es que solo los acólitos de Morena pueden hacerlo? En la pandemia por la que atraviesa el país, hacer una manifestación pública pondría en riesgo a nuestros camaradas, por lo que la protesta social (y de todo mundo, no sólo de los antorchistas), naturalmente ha debido apoyarse más en las redes sociales para hacerse escuchar; en este caso, a través de la plataforma de Twitter.
Y dándole vuelo a su imaginación y alentado por sus prejuicios dice este señor que la campaña logró posicionarse, pues el antorchismo, una organización de más de 3 millones de agremiados, tiene cuentas catalogadas como bots, también conocidos como Usuarios Fantasma, cuya finalidad es inflar las cuentas y crear una falsa comunidad, pagando mensajes o generándolos sobre cierto tema.Aunque no sirva de mucho, le aclaro a este señor que las cuentas de Twitters de nuestros agremiados son solo una pequeñísima parte del total de mexicanos que militan en nuestra organización (efectivamente, los antorchistas sumamos más de tres millones en todo México, y juntos sabremos y podremos hacernos escuchar).Pero aquí la pregunta es: ¿Por qué lo que es virtud en López Obrador, donde las redes son "benditas", es nosotros son "malditas"?
Pero estamos acostumbrados, y no nos intimidan ni confunden las acusaciones de locutores como el que antes mencioné.Desde nuestro nacimiento mismo como organización hemos sido víctimas de un golpeteo despiadado.Cada día, a cada hora, durante décadas nos ha perseguido como sombra la calumnia.Y sé que ni este artículo ni otros mil, por más argumentos que ofrezcamos y razones de plena validez, lograrán convencer a nuestros detractores, ello porque no están confundidos sino decididos a golpear con lo que tengan a mano.Pero no nos detienen sus infamias.Nos alienta la confianza de que nuestra fuerza está en el pueblo, ese pueblo al que nos debemos y por el que lucharemos y escribiremos un día sí y otro también.El pueblo y las palabras, son nuestras armas.La palabra que educa, la palabra que une, la palabra que alienta; esa es la que Antorcha lleva al pueblo.
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