El día miércoles 1 de diciembre el presidente Andrés Manuel López Obrador rindió informe por su tercer año de gobierno, en el Zócalo de la ciudad de México, ante miles de ciudadanos que fueron llevados desde distintos estados de la república y en medio del inicio de la cuarta ola de COVID 19 que amenaza a nuestro país. Esto con la intención de dar a conocer a los mexicanos los avances de su “4ta transformación”.

En su discurso tan machacado en informes anteriores y en las mañaneras, presumió que su administración gobierna con honradez y que en esta primera mitad de su sexenio puso fin a la política privatizadora del periodo neoliberal. Pero, así como en sus mañaneras, donde se ha dado a conocer que el presidente hizo mas de 61,000 afirmaciones falsas, lo mismo sucedió en dicho discurso, se dedicó a dar números y a nombrar logros que en la realidad que no existen. De los temas que destacaron me quiero referir a los siguientes:

Se enorgullece al hablar de sus programas sociales, indica que el 70% de los mexicanos recibe algún apoyo económico y que las becas de niños y jóvenes, así como el apoyo de los adultos mayores va en aumento, y da por sentado que ha sacado de la pobreza a millones de mexicanos, que existe bienestar entre la población, pero las mismas cifras oficiales indican lo contrario, ya que Según datos del Informe de Medición de la Pobreza 2020 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social informan que del 2018 al 2020 (es decir, los dos primeros años de gobierno de López Obrador), la población en situación de pobreza aumentó de 41.9% a 43.9%; el número de personas en pobreza pasó de 51.9 a 55.7 millones de personas. La población en situación de pobreza extrema aumentó de 7.0% a 8.5% entre 2018 y 2020. Es decir, el número de personas en pobreza extrema aumentó de 8.7 a 10.8 millones de personas.

En el tema de la salud afirma que ya no hay corrupción. Que ahora hay más médicos gracias a las universidades de su sistema de educación Benito Juárez, que se seguirán comprando y distribuyendo medicinas por todo el país sin intermediarios, pero que además, se hará un plan para continuar con la distribución, utilizando todos los mecanismos que estén a su alcance, y que todos los médicos que fueron contratados para atender a los pacientes durante la pandemia serán basificados, sin embargo, olvidó decir la realidad a la que se enfrenta nuestro sistema de salud, se le olvidó informar sobre los resultados del INSABI, la falta de medicamentos en todos los hospitales del país, la falta de medicamentos para los niños con cáncer, el pésimo manejo de la pandemia, mismo que ha dejado ya más de 295 mil martes por esta causa, y las protestas realizadas por médicos, pidiendo justicia al ser despedidos injustificadamente.

Alardeó por el regreso a clases de millones de estudiantes después del confinamiento por la pandemia, sin decir que los padres de familia y maestros son los que han tenido que cubrir todos los gastos que trajo consigo esta decisión, es decir, el arreglo de instalaciones y la compra de materiales sanitizantes y de aseo, para que permitan que sigan existiendo las condiciones para que los alumnos puedan tomar clases presenciales. Aseguró que desapareció la mal llamada reforma educativa, impulsada en el sexenio anterior, cuando todos sabemos que este gobierno ha elevado a su máximo esplendor el maltrato a los maestros mediante sus procesos de asignación y promoción a una plaza.

Estos son solo algunos ejemplos de como el discurso no tiene nada que ver con la realidad, de cómo el presidente Andrés Manuel López Obrador, juega con la inteligencia de los mexicanos, queriendo que creamos que en nuestro país todo va bien y ocultando los resultados de las malas estrategias implementadas por su gobierno, en todos los temas.

 Exijamos al presidente que deje a un lado el discurso, y demandemos los resultados reales de su administración, pero, sobre todo, unámonos para exigir mejores condiciones que favorezcan el bienestar de todos los mexicanos.