Es tan cruda la realidad que vivimos. Alarmantes noticias fluyen por los medios de comunicación, tan alarmante que han causado en un buen número de personas psicosis, ansiedad, preocupación, enfermedades reales e imaginarias, crisis nerviosa etc., etc.; y los más afectados, son las personas de la tercera edad, los que con sus manos, forjaron, construyeron este país, son también los que más han fallecidos, se han adelantado y muchos más siguen sufriendo los síntomas de la covid-19 mendigando atención en los hospitales, donde argumentan que no hay lugar, no hay camas suficientes, ni medicamento y poco personal médico; para ellos también se ha presentado la discriminación, se les ha despedido de sus trabajos que en su mayoría se empleaban como paqueteros en las tiendas de autoservicio, boleros en las plazas públicas, apoyaban a acarrear las despensas para recibir una gratificación, y ahora solo trabajan algunas horas, por lo que son menos los ingresos que pueden llevar a sus hogares. Sí de por sí con una economía devastada, en decrecimiento, era difícil, ahora con la situación actual se agrava más.
Tan necesitados de apoyos gubernamentales, exponiéndose a la pandemia, pues en este tipo de empleos se vive al día, tal vez sea una de las poblaciones más perjudicadas. Aquellas personas que se sienten amenazadas por la covid-19, las más expuestas y muchas de ellas abandonadas a su suerte, por sus familiares, después de dar la vida por los hijos ahora se encuentran en el total abandono, en el desamparo y en gran número de los fallecidos por esta pandemia; el mayor porcentaje, corresponde a las personas mayores, porque es en esta edad es donde se encuentran más complicaciones, y si a esto le agregamos que no hay posibilidades de atenderlos y de contrarrestar la enfermedad y encontrar la posibilidad de salvarle la vida, porque sencillamente el Gobierno federal no ha encontrado la manera de hacerlo, y no quiere invertir en el los envían a registrarse en una página cuando muchos no tienen ni para comer, y eso para esperar una llamada donde se le agende cita para vacunarse, pero con tan pocas vacunas y tanta gente en espera, está claro que muchos no lograrán adquirir su vacuna.
Otra de la población afectada es la de los estudiantes en todos los niveles, muchas madres de familia creen que es un ciclo escolar perdido, que no se ha aprovechado en su mayoría por los alumnos, maestros y demás personal educativo, a pesar de haber invertido enormes cantidades en las televisoras, no se obtuvo el resultado esperado, un mayor número del porcentaje del total de los alumnos no pudo trabajar con un monitor, con indiferencia a las necesidades básicas, pedagógicas y afectivas de los alumnos, niños, adolescentes y jóvenes de los diferentes niveles educativos, se pueden ver jóvenes que definitivamente han desertado de secundarias y bachilleratos; un motivo para que esto ocurriera es el desinterés de continuar a distancia, otro motivo, fue porque tuvieron que ponerse a trabajar para ayudar a sus padres en la economía del hogar, empezaron a trabajar, a ganar dinero y le tomaron sabor, decidiendo así abandonar sus estudios.
Las nuevas políticas y sobre todo las mal empleadas son las que han dado como resultado una pésima administración y ha imposibilitado el cubrir las necesidades del pueblo, es por ello, que se debe tomar conciencia a la hora de votar, que no es por el partido o candidato, es por el pueblo y debe ser alguien que provenga de este, para que conozca y sepa dar solución a las demandas de la gente, por eso Antorcha invita a organizarse, y a luchar por un mejor Villa de la Paz para todos.
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