Han sido muchas las veces en que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha desacreditado, sin probarlo, el trabajo que el antorchismo nacional, ha realizado durante casi cinco décadas para aliviar las necesidades de muchos miles de mexicanos que habitan en pueblos y colonias populares a lo largo y ancho de la república mexicana.
Las calumnias difundidas por los medios informativos y expresadas por López Obrador, han tenido como objetivo cerrar todo posible entendimiento con las autoridades encargadas de resolver las necesidades que impulsan el desarrollo de las localidades y, por consiguiente, de sus habitantes.
Sin embargo, las expresiones de intermediarios, de partidarios del moche y de ser beneficiarios de miles de millones de pesos del erario, como resultado del supuesto chantaje producto de las gestiones y movilizaciones, además de agraviar al antorchismo nacional, son sin duda, porque la realidad lo prueba, que miles de poblaciones rurales y colonias urbanas se han estancado en su desarrollo, pues no se pavimentan calles ni carreteras, no se construyen escuelas, clínicas, hospitales, ni sistemas de agua potable y drenaje, electrificaciones, unidades deportivas y centros culturales, el sistema de salud no atiende a los pacientes con cáncer, el desabasto de medicamentos es una cruel realidad, el mejoramiento de la vivienda y su construcción es intrascendente y focalizada, y los raquíticos recursos distribuidos en las tarjetas no sirven para resolver las necesidades antes referidas.
En días pasados, con la toma de posesión de los nuevos gobernadores triunfantes en el proceso electoral 2022, los medios de comunicación informaron que el partido del presidente de México, Morena, gobernaría a partir de entonces en 20 entidades del país. Este hecho, relevante en la vida política del país, revela que muchos mexicanos confían en que el presidente y su partido resolverán los grandes problemas, aunque los cuatro años del gobierno federal de la 4T transcurridos hasta hoy, expresan lo contrario.
Los gobiernos morenistas en los estados están obligados a demostrar en los hechos, es decir, en la solución real de las necesidades de educación, salud, vivienda, empleo, de infraestructura de comunicación y de tantos otros rezagos, que hacen de la vida de los ciudadanos un calvario continuo.
En este sentido, el antorchismo guerrerense, ha expuesto a la actual administración estatal, la necesidad de resolver una serie de demandas rezagadas, encausadas desde la administración pasada, que nada tienen que ver con intermediarismo o moches, que ciertamente representan inversiones económicas, pero no por el capricho de quienes requieren las obras y servicios, sino por la naturaleza de los problemas.
En efecto, las carreteras, las viviendas, las aulas de las escuelas, los servicios públicos, se construyen con materiales, con máquinas y con fuerza de trabajo que representan valor que debe ser pagado con la riqueza social administrada por los gobiernos, riqueza obtenida a través del cobro de impuestos a todos mexicanos. En principio, los problemas han sido recibidos y canalizados por el titular de la secretaria general de gobierno y sus operadores para su atención, a las diferentes dependencias del gobierno estatal, el curso que tomen en el futuro los asuntos expuestos dependerá en principio del trato que los funcionarios den a las demandas, y, en segundo término, de la tenacidad que le impongan quienes sufren las necesidades.
Las calumnias, las cortinas de humo contra el antorchismo, adormecieron temporalmente las protestas de exigencia, superados los efectos, los problemas siguen presentes entre la multitud de mexicanos. Aunque se luche, probablemente muchos no se resuelvan, pero la negativa ayudará a comprender a muchos mexicanos que la solución de las carencias no la encontrarán en los gobiernos de Morena ni de los partidos tradicionales.
La solución a sus penurias se dará cuando una gran masa de trabajadores mexicanos se organice, se eduque, construya su propio partido y tome el poder político del país, y desde ahí disponga a trabajar a todos para el bien de todos.
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