En la era de la información instantánea, la juventud de hoy en día se encuentra en una posición privilegiada. A diferencia de épocas pasadas, donde la única fuente de información eran los noticieros controlados por grandes corporaciones, los jóvenes actuales tienen acceso a un abanico de información diverso y prácticamente inmediato gracias a internet y las redes sociales.
Esta evolución ha permitido que los jóvenes no solo estén al tanto de los eventos en su localidad, sino también de lo que ocurre en todo el mundo, generando así una ciudadanía más crítica y consciente.
Sólo a través del conocimiento y la educación política, los jóvenes podrán romper las cadenas de la ignorancia y ejercer presión sobre los viejos políticos, obligándolos a rendir cuentas y a dar resultados.
Los tiempos han cambiado, y con ellos, la forma en que se consume y se interpreta la información. La manipulación mediática, antes mucho más sencilla debido al control absoluto sobre los medios tradicionales, se enfrenta ahora a un desafío: la pluralidad de voces y opiniones.
Esta transformación ha resultado en un cambio radical para los grandes conglomerados de comunicación, que han tenido que adaptarse a una audiencia que ya no acepta de manera pasiva la información que se les proporciona.
Sin embargo, este cambio no ha sido fácil. Los medios de comunicación han intentado desviar la atención de los jóvenes a través de campañas que promueven el libertinaje y el amarillismo, fomentando comportamientos irresponsables y desviando la atención de los problemas políticos y sociales. Pero esta estrategia está llegando a su fin. Cada vez más, los jóvenes se informan adecuadamente, levantan la voz ante las injusticias y luchan por sus derechos.
En México, la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios Rafael Ramírez (FNERRR) es un ejemplo claro de esta nueva conciencia juvenil. Formada principalmente por hijos de campesinos y obreros, la FNERRR ha luchado por una educación democrática, crítica, científica y de calidad.
Su organización y unidad han demostrado ser una fuerza poderosa en la defensa de los derechos estudiantiles y en la búsqueda de una sociedad más justa.
La FNERRR no es sólo una organización estudiantil, sino una vanguardia que invita a más jóvenes a unirse en la lucha por transformar la sociedad. Es imperativo que los jóvenes utilicen las herramientas disponibles para el bien común, se informen adecuadamente, lean y compartan conocimiento.
Sólo a través del conocimiento y la educación política podrán romper las cadenas de la ignorancia y ejercer presión sobre los viejos políticos, obligándolos a rendir cuentas y a dar resultados.
Es hora de que la juventud aproveche su potencial y se eduque políticamente. Deben cuestionar las acciones de los políticos y autoridades, organizarse, conocer sus derechos y luchar por cambiar el estado actual de las cosas.
Su juventud es un recurso invaluable que no debe ser desperdiciado en las trampas del capitalismo. Para aquellos que decidan tomar acción, el Movimiento Antorchista Nacional (MAN) ofrece sus puertas abiertas, dispuesto a apoyar a quienes buscan una sociedad más justa y con mejores oportunidades para todos.
En conclusión, la juventud de hoy en día tiene en sus manos el poder de transformar la sociedad. Su acceso a la información y su capacidad crítica son herramientas esenciales en la construcción de un futuro mejor. Es hora de que los jóvenes asuman su rol protagónico y trabajen juntos para lograr una sociedad más equitativa y justa.
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