Para nadie es desconocido que uno de los objetivos prioritarios del presidente de México Andrés Manuel López Obrador y de toda la 4T incluidos, floreros, macetas y focas aplaudidoras es controlar y someter a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para los oscuros objetivos, caprichos y la continuidad del gobierno morenista.
Recordemos que el gobierno de AMLO tiene controlado el poder legislativo que conforma el Congreso de la Unión ya que de 500 diputados que hay en total, MORENA tiene 201 el 40.2%, el PAN tiene 113 el 22.6%, el PRI tiene 69 el 13.8%, PVEM tiene 41 el 8.2%, PT 33 el 6.6%, MC tiene 28 el 5.6% y PRD tiene 15 el 3%. En cuestión a senadores, en total son 128, de esos MORENA tiene 58, PAN tiene 20, MC tiene 12, PRI tiene 10, PVEM tiene 7, PT tiene 6, Encuentro Social tiene 4 y PRD tiene 3. Como se puede observar, cada vez que se trata de aprobar algo propuesto por el presidente de manera inmediata los diputados y senadores del partido y los partidos satélites del presidente votan a favor sin moverle una sola coma, un ejemplo claro, el recién aprobado PEF 2024, que cabe mencionar que prácticamente todo el presupuesto se fue a sus obras faraónicas y la compra de conciencias para las elecciones con las becas.
Vemos un día sí y otro también, que cada vez que se le da reversa por la SCJN y en especial la ministra Norma Lucia Piña Hernández a alguna reforma propuesta por el AMLO y por sus diputados, no tarda en salir en sus “mañaneras” a desprestigiar, denostar, tachar de conservadores y echarle todo el aparato de gobierno en contra a la SCJN, con el claro objetivo de que con el paso del tiempo pueda controlar el Poder Judicial, no olvidemos como trato de alargar el periodo como presidente al exministro Arturo Zaldívar que hace unos días renuncio al cargo para sumarse a la campaña política de Claudia Sheinbaum y después tratar de imponer a la ministra Jasmín Esquivel que, por cierto, tiene un problema con la UNAM por plagio de su tesis. Ahora que el exministro renuncio, se quitó la máscara y dejo ver su verdadero rostro, queda un lugar libre y el presidente ya echó a andar su terna al Congreso de la Unión, en caso de que no se aprueben, el presidente manda otra terna y sino otra terna y sino el presidente tiene la facultad de nombrarla a gusto y capricho, sabedores que las ternas que a mandado son cercanos al presidente y familiares de algún miembro del círculo cercano del presidente, también, el ministro o ministra electa durara en el cargo 15 años, actuando como quiera el presidente.
Se aproximan las elecciones en 2024, la elección más grande de la historia, donde se va a elegir al presidente o presidenta, diputados, senadores, gubernaturas, presidencias municipales, etc., en la gran mayoría de los estados del país. Queda en las manos del pueblo mexicano elegir de manera consciente y critica a sus gobernantes y, de ser la votación favorable al partido del presidente tanto en el poder ejecutivo y legislativo, estaríamos ante un panorama nada prospero para los mexicanos, ya que la administración de AMLO nos ha dejado claro que gobernar con odio, no deja nada bueno.
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