MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La realidad de Tlaxcala, manifestación de un problema general

image

En un fin de semana, Tlaxcala fue escenario de múltiples hechos delictivos, lo que evidencia, en primer lugar, la falta de una estrategia de seguridad que no sólo combata este tipo de situaciones, sino que los prevenga. Esto mismo pone en duda si Tlaxcala sigue siendo uno de los estados más seguros del país, pero, no se puede ocultar el sol con un dedo.

La realidad se presenta a la vista de todos, y esto que sucede en uno de los estados más pequeños del país, es solo un reflejo de lo que sucede a nivel nacional.

Se trata de homicidios que se presentaron en por lo menos cinco municipios del estado. El primero, un hombre (de aproximadamente 34 años) fue encontrado sin vida en terrenos de labor en la comunidad de Santiago Michac, del municipio de Nativitas, a causa de impactos de bala. En el mismo municipio, una mujer fue asesinada con disparos de arma de fuego sobre la vía pública, a la altura de la avenida que conduce a la zona arqueológica de Cacaxtla.

 Otro suceso ocurrió en pleno centro de la capital del estado, solo una hora después del hecho en Nativitas, donde de igual manera un hombre fue agredido a balazos, quien yacía sin vida en la calle Guerrero, casi esquina con Ignacio Allende, una calle muy transitada a unas cuadras del centro; sumados a estos, un hombre, herido con arma punzocortante, fue abandonado en la puerta principal del hospital Humanitas, ubicado a unos kilómetros del centro de la capital, y a pesar del auxilio de los médicos, la persona pierde la vida.

Dos homicidios más se presentaron en Chiautempan: el dueño de una taquería y un empresario textilero, ambos asesinados a balazos. Otra ejecución más se presentó en el municipio de Calpulalpan, donde un grupo de personas que portaban uniformes tácticos, atacaron a un joven (de aproximadamente 24 años) que iba acompañado de su madre a bordo de una camioneta; el joven perdió la vida y su madre resultó herida. Solo por mencionar algunos, pues no es mi intención exponer todos.

Estos homicidios, que se suman a los que ya han ocurrido en fechas anteriores, ciertamente no es un tema, como lo refiere el titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) del estado, que se presentó de la noche a la mañana, y no es exclusivo un problema que haya creado la administración actual, pues tiene una causa más de fondo, sumado a la falta de estrategias en este ámbito tanto de la administración actual como las anteriores. Pero, ¿se están atendiendo realmente las causas de este problema? ¿Es verdad que una de las causas es el alto consumo del alcohol de la población, como lo refiere el titular de la SSC? En lo particular, no se están atendiendo las causas que lo generan ni se está haciendo un análisis objetivo de nuestra realidad para conocer verdaderamente esas causas, y así, poder diseñar las estrategias tanto de seguridad como políticas de gobierno que ayuden a erradicar el fenómeno de raíz.

Para identificar las verdaderas causas de este y de los verdaderos problemas del estado y del país (la pobreza y la desigualdad), es necesario sentar las bases teóricas que nos permitan, a través de métodos científicos, interpretar nuestra realidad para pasar entonces al terreno de la acción, atendiendo no solo los síntomas, sino las causas de la enfermedad que padece nuestra sociedad actual. Y hasta nuestros días, la ciencia del materialismo histórico desarrollada por Carlos Marx, cobra mayor importancia y tiene vigencia para la urgente tarea de estudiar científicamente nuestra realidad. Ésta, nos permite tener un conocimiento previo de la realidad, de cómo está organizada nuestra sociedad, cuáles son sus leyes de funcionamiento y desarrollo, qué fuerzas sociales existen para realizar los cambios, es decir, tener un conocimiento científico de ella.

Pero este es solo el primer paso, necesario si se quiere transformar realmente nuestra sociedad a una sociedad con mayor bienestar y seguridad para todos. De lo contrario, se seguirá creando estrategias y políticas desde un análisis superficial, subjetivo de nuestra realidad que en nada ayuda a resolver los problemas que aquejan a nuestra sociedad, como es el de los homicidios. Si se sigue creyendo que es el alcoholismo, la corrupción, el mismo conflicto entre grupos delictivos, el narcomenudeo, entre otros que no son más que síntomas de una misma causa estructural, por más estrategias de seguridad como la creación de un centro de mando, despliegue territorial basado en la inteligencia, creación de corredores seguros, atención integral de los delitos, reinserción del delito y más propuestas por la actual SSC, el problema seguirá latente y en aumento.

Así como tampoco las estrategias políticas para combatir la corrupción, como una causa de todos los males de nuestro país y, por tanto, de los estados, pensados bajo el mismo estudio subjetivo de la realidad, cumplirán su cometido de transformar a nuestra sociedad, no se curará al pueblo de estos males que padece y que nos condena a vivir en la miseria y en la desigualdad, padeciendo los síntomas de la delincuencia y de la inseguridad.

El materialismo histórico permite una actitud estricta del que estudia la realidad, enfrentarse a ella y estudiarla desde su naturaleza y desarrollo material. El cual ya nos ha demostrado que los problemas que arriba se mencionan, son problemas superestructurales, resultado de la estructura económica (la forma en que la sociedad se organiza para la fabricación de sus medios de subsistencia, las relaciones sociales de producción) y que, si éste último no se modifica, los demás problemas seguirán presentándose o solo cambiará la forma en que se manifiestan.

En otras palabras, es urgente erradicar las relaciones de explotación de la sociedad actual, eliminar la propiedad privada de los medios de producción que pone en ventajas a un puñado de hombres sobre los que solo cuentan con su fuerza de trabajo, quienes además tienen que someterse a las condiciones que ese puñado de hombres los obligan a aceptar a cambio de un mísero salario por su trabajo. Lo que los obliga a buscar otras fuentes de ingreso, más “fácil” para ellos y que, lamentablemente, se vuelve una práctica común, creyendo que jamás se podrá erradicar.

El gobierno actual tiene en sus manos el poder político, y con ello puede hacer mucho más que distribuir sus tarjetas y crear programas asistencialistas que hasta ahora no les ha resultado, y pensar en una verdadera estrategia de seguridad que prevengan los actos delictivos. Pero tiene que asumir el compromiso real y no solo en el discurso, de gobernar para el pueblo, garantizando trabajo para todos y bien remunerado, salud y educación gratuita, de lo contrario, la realidad misma les hará ver el error en el que se encuentran, y la sociedad tarde que temprano se los reclamará.

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más