La repentina aparición en China del coronavirus SARS-CoV-2, en diciembre de 2019, y su ulterior expansion por todo el mundo durante los meses siguientes, ha representado, por su gravedad y alcance, un reto mundial sin precedentes. Si bien todos los ámbitos de la vida social e individual padecieron los efectos de la emergencia sanitaria, el campo educativo resultó severamente afectado pues, aunque diversos fenómenos de orden natural o social habían implicado cierres e interrupciones en los sistemas educativos nacionales y locales, en ningún otro momento de la historia se habían visto suspendidas las actividades de más de 1,215 millones de estudiantes, de todos los niveles educativos, en el mundo entero.
En México se han perdido 800 mil estudiantes en el tránsito de secundaria a preparatoria; 593 mil abandonaron sus estudios universitarios y 38 mil 567 los de posgrado, para un total de un millón 431 mil 567 alumnos, el estudio advierte que esta situación contribuirá al incremento de las brechas de pobreza, implicaría un retroceso a las condiciones en que se encontraba el país en 2015 y los más afectados serían los estudiantes.
El secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma, aclaró qué sucederá con las clases en México, en el marco de la pandemia (covid-19), e informó que seguirá la educación a distancia aún en las entidades que estén en semáforo verde. El Gobierno federal se enfocó más en cuestiones políticas que en los procesos de enseñanza y aprendizaje, por eso ahora la contingencia nos sorprende nuevamente como hace 12 años, cuando sucedió en el 2009 con la epidemia de la influenza AH1N1, se suspenden clases sin ninguna estrategia definida, no se tomaron las previsiones adecuadas para lo que iba a pasar en una contingencia como ésta, vuelve a pasar por lo político, hay mayor preocupación por estar cambiando las reformas educativas que cuidando este tipo de cosas.
La recién nombrada secretaria de Educación Pública (SEP), Delfina Gómez, propone junto con Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) 10 sugerencia para según el mejoramiento de la educación en estos tiempos de pandemia.
Estas son las 10 sugerencias que proponen:
I.Atender con prioridad a quienes no tienen acceso a tecnologías de la información y la comunicación (TIC) o a servicios de telecomunicación o radiodifusión en el hogar.
II.Diversificar las alternativas de educación en línea según los dispositivos disponibles en diferentes contextos y sus condiciones de uso.
III.Fortalecer una educación a distancia focalizada, dosificada y que fomente actividades lúdicas.
IV.Asegurar el aprendizaje necesario para enfrentar la emergencia en un marco de colaboración intersectorial.
V.Reconocer la creatividad de las maestras y los maestros y convocarlos como protagonistas de las estrategias educativas durante la emergencia.
VI.Promover oportunidades de formación y desarrollo profesional docente en colectivo.
VII.Propiciar que las madres y los padres de familia enseñen de acuerdo con sus posibilidades
VIII.Promover la formación cívica y ética en casa: equidad, solidaridad, convivencia, juego y desarrollo socioemocional.
IX.Garantizar la seguridad alimentaria de niñas, niños y adolescentes.
X.Prevenir el abandono escolar especialmente en los grupos en condiciones de mayor vulnerabilidad.
Pero miente ante estas propuestas, ya que no se han llevado a cabo para el mejoramiento de las clases, al no atender de cerca los problemas de las redes de internet en los poblados, por ejemplo, ya que no cuentan con la facilidad de adquirir el internet y poder tomar unas clases de calidad, entonces he ahí donde decimos que esas sugerencias son un fracaso porque no los plantean desde el punto de vista de una persona de escasos recursos.
Si tomamos en cuenta que anteriormente en el país sufría problemas de abandono escolar, gasto público insuficiente y desigualdad de género en el ámbito laboral, y le aumentamos una pandemia que vino a desequilíbranos más en estos grupos de edades adolescentes y jóvenes, lo cierto es que se está hablando mucho de ellos, vinculándolos a la conducta de inmadurez, que ante el confinamiento algunos adoptan ocasional y negligentemente, uniéndose entre ellos con descuido en las medidas de control sanitario.
En mi opinión, y a pesar de estos incuestionables actos irresponsables que también al sector juvenil afecta, no debemos culpabilizar y menos, marcar a un colectivo tan amplio como diverso y que por lo general está manteniendo conductas cívicas y maduras al seguir las indicaciones sanitarias que encomendó el gobierno federal, y que, sobre todo, son el grupo menos atendidos y más expuestos con especial virulencia a las consecuencias de la actual coyuntura de crisis económica derivado del virus SARS-CoV-2.
A todo esto concluyo que, a simple vista se puede percibir que no se está atendiendo de manera equitativa a los sectores que han sido fuertemente goleados por la pandemia, como ya se venía comentando y haciendo un recuento de lo que ha dicho el secretario de salud, solo podemos ver que no tienen un interés por atacar el problema y me refiero netamente al sector educativo, donde queda el interés por los estudiantes ¿cómo saldrán nuevas generaciones de abogados, doctores, economistas etc. si no se les brindas la oportunidad de terminar sus estudios.
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