La crisis que sufre nuestro país tanto en materia de seguridad, salud, económica y educativa, va de mal a peor, pero en BC estas crisis se profundizan cada vez más, en materia de seguridad, vemos por ejemplo los últimos datos dados a conocer que en los últimos cinco años son 315 niños menores de 12 años los que han fallecido a causa de balas perdidas o muertos durante las guerrillas de narcos. El asesinato de niños y adolescentes en Baja California ha sido una constante en los últimos cinco años, con un promedio de uno a dos menores de edad asesinados violentamente por semana.
Los datos más específicos señalan que de la cantidad general, 249 muertes violentas, 79 por ciento ocurrieron en Tijuana, 34 en Mexicali, 15 en Ensenada, 11 en Tecate y cinco en Rosarito; para nadie es un secreto que el municipio de Tijuana se ha caracterizado por ser uno de los primeros lugares en Latinoamérica en concentrar los datos más altos en materia de inseguridad y que es este municipio fronterizo el que también se caracteriza por aportar poca o casi nula inversión en materia de seguridad.
Por otro lado, tenemos que, en enero, la inflación general anual se ubicó en 7.07 por ciento, la tasa más baja desde octubre de 2021, como resultado de un aumento en el costo de frutas y verduras, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). El dato reportado por el Inegi quedó ligeramente por arriba del consenso de la Encuesta Citibanamex de Expectativas, que estimó una tasa de 7.01 por ciento, así como también acumuló dos meses consecutivos en descenso.
Y para finalizar, tenemos la gran división entre los gobierno municipal y estatal, esta crisis de gobierno y la descoordinación que existe entre estos dos poderes será aún más desalentador para los tijuanenses, ya lo vimos en el pleito que hubo entre el gobierno municipal de Tecate y el gobierno estatal que encabezaba el exgobernador, Jaime Bonilla, quien por el pleito entre los dos dejó a los tecatenses sin programas y sin inversión, pleito que ni el mismo presidente pudo resolver en sus tres visitas al estado.
En medio de un municipio en donde la pobreza, la crisis y los altos número de migración que existen, los tijuanenses no tenemos otra salida más que la misma que ha practicado el Movimiento Antorchista y con el que ha logrado grandes proyectos, la organización, la fuerza social para desarrollar un municipio con todas las condiciones sociales y el pueblo pueda salir adelante, esta fuerza que Antorcha ha creado y que ayudado a miles de familias a tener una vida más justa y equitativa. Esta es la salida y en este sentido tenemos que seguir caminando.
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