El presidente Andrés Manuel López Obrador se la ha pasado culpando y acusando a la oposición de los males de nuestro país, pero para poder culpar a alguien hay que demostrar que la corriente morenista está haciendo las cosa distintas y siempre con la intención de cambiar lo que la oposición nunca ha podido cambiar, sin embargo, nos damos cuenta de que el primer opositor es él mismo, al oponerse al progreso del país, se opuso por ejemplo a la construcción del aeropuerto de Texcoco, se ha opuesto para invertir en la educación, se opone a construir obras básicas, servicios elementales como introducción de energía eléctrica, drenaje, pavimentaciones, salud, en los lugares marginados y solo se dedica a presumir las obras de sus amigos como el AIFA, la refinería Dos Bocas y el Tren Maya, las cuales están saliendo más costosas que cuando se iniciaron.
¿Quiénes son entonces los opositores? los conservadores o los neoliberales, desde luego que su propia corriente política llamada Morena, conservadores porque quieren seguir conservando el mismo estado de cosas, neoliberales porque es la nueva libertad que tienen ellos para robar y enriquecerse a su gusto y opositores porque durante los cuatro años de gobierno siempre se han opuesto a escuchar a los representantes del pueblo como son los diputados y líderes sociales y a las mismas organizaciones sociales forjadas por el mismo pueblo, negándoles la libertad de opinar y proponer en donde es más urgente hacer las inversiones correspondientes, o, ¿Cómo le podemos llamar a esto? ¿Acaso esto no es oposición?, desde luego que es oposición; por lo tanto los morenistas son su propio contrario, su principal oposición, pero resulta que a sus contrarios solo los ven fuera de ellos, no han entendido aún que ahí donde las cosas no se hacen bien o no se cumple con los objetivos propuestos en campaña siempre habrá una OPOSICIÓN, pero una oposición como resultado de la falta de cumplimiento de las promesas que se plantearon con anterioridad, pero López Obrador simplemente ve a la oposición como los enemigos de su gobierno, igual que a los neoliberales y conservadores.
En ningún momento vemos que haya analizado los fundamentos reales de ésta oposición; por lo tanto los mexicanos debemos estar atentos a las elucubraciones de López Obrador y del morenismo, porque seguir culpando a otros sin hacerse una verdadera autocrítica es un verdadero peligro porque eso llevará al narcisismo, a creerse único en todo y esto trae como consecuencia también creer en alguien superior al ser humano cuando en realidad se es un simple mortal; el presidente al parecer padece de una enfermedad que podemos llamar el mal del poder absoluto que, a su vez, lo llevará a cometer peores errores y quién pagará todo eso al final del día será el propio pueblo trabajador como ya sucedió con la covid-19, las inundaciones y pérdidas de cosechas en algunos estados de nuestro país al no haber fondos para desastres naturales.
Alguien que razona y gobierna así, no puede ni debe seguir al frente del destino de nuestro país, ni él ni ningún otro que pertenezca a su corriente política porque seguirá aplicando la misma línea política y radicalizará aún más la pobreza franciscana; esperamos que todo buen mexicano esté ya razonando y reflexionando que opción elegirá para el 2024 y se decida por despedir a los morenistas que tanto daño están haciendo al país y evitaremos al mismo tiempo que el narcotráfico y la delincuencia organizada sigan sentando base en el gobierno porque el principal culpable será López Obrador y los morenista.
Más vale decidir a tiempo y no esperar para que nos gobiernen puros delincuentes como sucede ya en otros estados , pero esta hazaña solo la puede lograr un pueblo que está bien organizado y tiene claridad política en sus objetivos y ésta claridad solo la tiene hoy el Movimiento Antorchista Nacional, ojalá los mexicanos volteen a ver más temprano que tarde a esta organización como una verdadera opción y garantía de cambiar el rumbo del país, y para ello debemos analizar bien cómo nos ha ido con este gobierno en cuanto a seguridad y nivel de vida para que no volvamos a elegir a personas miopes políticamente y optemos mejor por otra corriente que nos esté demostrando que lucha y trabaja por los verdaderos intereses de nuestro pueblo y recordemos además que los cambios sociales los hacen los pueblos y no una sola persona por muy brillante que sea.
Estas son las lecciones de la historia que nos deben hacer reflexionar y no las promesas de campaña porque estas ya pasaron a la historia, ahora forjemos todos nuestra historia, participando más de manera directa en los problemas del país y no permitamos que otros, los que supuestamente saben, lo hagan por nosotros, porque estos errores se pagan caro y a veces muy caro, y la lección última la están dando los morenistas , no pueden ni saben qué hacer con el atraso del país y solo se han dedicado a hacer lo mismo que sus antepasados y todavía los culpan de su propia miopía, con esto no busco justificar o encubrir a ningún partido político pero las cosas se deben poner en su justa dimensión.
Por lo pronto debemos pensar mejor en un gobierno distinto para lograr una vida distinta, donde no haya hambre ni enfermedades y mucha educación para desarrollar la ciencia y ponerla en manos del verdadero pueblo, sueños que los haremos realidad el día que el propio pueblo dirija el destino de este país y así tendrá que ser. Dice un dicho, al mal paso, darle prisa pero con mucha consciencia de clase.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario