López Obrador ha sido lo suficientemente listo para detectar el malestar general y ha sabido utilizar el descontento todas las mañanas, pero su rijosidad y la carencia de un verdadero proyecto de nación, que tenga como eje central mejorar la calidad de vida de millones de mexicanos que han sufrido una disminución de sus ingresos y otros atrapados en el desempleo ha provocado que caiga en mentiras descaradas y contradicciones evidentes.
A pesar del rotundo fracaso en el manejo de la pandemia, con más de 500 mil muertos, que no permite el regreso a las aulas de millones de niños y jóvenes, las metas del programa de vacunación se cumplirán, si bien nos va, hasta mediados del 2022, la falta de medicamentos en todos los centros del sector salud, de las protestas de los padres de niños con cáncer, que los engañan una y otra vez de que ahora sí llega el medicamento oncológico, del crecimiento de la inseguridad en todo el país, del estancamiento económico, la pérdida de empleos, el acelerado proceso de corrupción con obras sin licitación, esto es, asignar las obras a los cuates e incondicionales de la 4T, la equivocada política de austeridad, que se ha utilizado para desmantelar las instituciones del gobierno hasta llegar a ser inútiles, la tragedia de la línea 12 del metro, símbolo de corrupción, negligencia y abandono, su nulo apoyo a la investigación científica y el fortalecimiento general a la educación, a la cultura, los ataques contra los organismos autónomos.
Y, sin embargo, el 6 de junio, aunque perdió millones de votos, el gobierno morenista de López Obrador se mantiene a flote, por lo que su plan para perpetuarse en el poder no tendrá ninguna variación, desde el día siguiente de las votaciones, fiel a su estilo, no se ha detenido en interpretar los resultados electorales como la confirmación de que "el pueblo" aplaude su política.
Este resultado se explica porque el bloque opositor conformado por los partidos PAN, PRI y PRD, no se tomaron en serio la necesidad de lanzar un nuevo proyecto de país, para combatir en serio los gravísimos problemas nacionales, la falta de empleos para todos y bien remunerados, promover una reforma fiscal que se base en los ingresos, para que se paguen de manera más justa. Esos planteamientos son la única vía para acabar de raíz con la desigualdad y la pobreza que azota a millones de mexicanos.
El repudio a la política de la 4T crece, pero no porque el bloque opositor se convierta en la alternativa a los males del país, eso lo debe entender, si bajó la votación de morena es por el hartazgo provocado por sus pésimos resultados. Se debe constituir una verdadera alianza opositora, para dar la batalla en serio en la Cámara de Diputados para la defensa del Estado de derecho, de la Constitución y de la democracia. Si claudica y termina negociando con el partido oficial, en primer lugar, será el fin político de esos partidos y los más perjudicados serán, como siempre, los más desprotegidos.
Al pueblo organizado, cada vez le queda más claro que la lucha contra la pobreza, el verdadero cáncer de México, es una obra gigantesca que necesita de la participación de millones de voluntades, esta tarea histórica requiere de la organización y educación del pueblo de México.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario