MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La juventud revolucionaria brazo derecho de la clase obrera

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Hace 53 años que ocurrió un hecho lamentable contra un movimiento estudiantil, me refiero a la matanza en Tlatelolco con fecha del 2 de octubre de 1968 en donde hubo una brutal represión contra estudiantes y eso cambió a México para siempre. La masacre fue cometida por el ejército mexicano y el grupo paramilitar Batallón Olimpia en contra de una manifestación pacífica y estas fueran orquestadas desde el interior de la presidencia nacional dirigida por el presidente Gustavo Díaz Ordaz con la justificación de proteger las instalaciones para los Juegos Olímpicos, pero el fin real fue la detención de los miembros de del Consejo Nacional de Huelga (CNH) órgano de dirección colegiado creado el 2 de agosto de 1968 por miembros de escuelas en huelga.

Los intentos de someter al CNH derivaron en una sangrienta represión al movimiento de protesta que por meses habían resistido y cuestionado las políticas y medidas sociales y económicas del estado, los manifestantes reclamaban democracia. Este movimiento tuvo un carácter social ya que además de participar estudiantes de preparatoria y universidad se sumaron los profesores, obreros, amas de casa, sindicatos e intelectuales de toda la ciudad. 

Este hecho, marcó el destino y rumbo de los estudiantes que a través de la historia se les ha retratado como aficionados a una vida despreocupada por su entorno social, ciertamente en la actualidad el joven está encerrado en una burbuja que no le permite ver más allá de los problemas personales, problemas en casa y los asuntos escolares. Poco se involucran en los asuntos de carácter social por mencionar algunos ejemplos: la falta de servicios básicos en las colonias o comunidades, el desempleo, la educación de baja calidad, la pobreza, la inseguridad y la delincuencia, la falta de inversión al campo, la falta de inversión en el sector salud entre otros. Parece como si llevaran una vida conformista que no les permite preocuparse de los males que aquejan a nuestra sociedad tan desigual. 

La juventud en general se ha conformado con lo poco que le ofrece el gobierno actual como los apoyos de transferencia monetaria y las pocas condiciones educativas que brinda para todos los niveles y ha dejado de lado la idea de organizarse y luchar por mejores condiciones de vida, el desinterés de lo que pase en su entorno lo lleva a canalizar su energía en muchas distracciones como las redes sociales que ya no las usa de manera adecuada y a consecuencia de esto tiene objetivos que no logra en la vida y sobrellevan su vida al destino. Es tanto el desconocimiento que no logran imaginar las capacidades que tiene un joven revolucionario y los cambios sociales que puede provocar por la fuerza que posee al organizarse en una masa estudiantil. 

Ser joven es sinónimo de cambio, progreso y futuro, es tener la capacidad de enfrentar los desafíos y crear espacios para el desarrollo pleno y el futuro. Convertir los problemas en oportunidades, en soluciones y ser el motor que impulse una sociedad más justa para todas las clases por igual. Por ello, la juventud tiene que retomar su tarea histórica, la de educarse y educar a las clases más desprotegidas y dirigir un movimiento estudiantil que dé la lucha por la libertad en conjunto con la clase obrera que es la que está llamada históricamente a liberarse de la esclavitud del sistema capitalista y es la misma que está obligada a combatir y producir un cambio estructural en la economía para conseguir mejores condiciones de vida y encaminar a la humanidad a una sociedad más equitativa en el reparto de la riqueza para toda la población.

Las políticas gubernamentales han frenado la libre organización de las clases trabajadoras y, en especial, la de los estudiantes, esta situación se ha visto afectado ahora con la actual pandemia del coronavirus junto con los problemas locales, regionales y nacionales, a pesar de lo males que aquejan a México, la juventud debe buscar la manera de poder aglutinarse para generar una verdadera fuerza que exija a las autoridades resolver sus demandas, ya que son la franja de personas que va de los 14 a los 29 años de edad constituye la generación más numerosa de la historia.

Considero que el papel que juega la juventud en estos tiempos es crucial para cualquier sociedad en la que se encuentre, pues los jóvenes son quienes se encargan, de manera consciente o no, de transformar todo lo que está a su alrededor, ya sea en la Universidad, en el trabajo o en diferentes espacios, aportando una visión novedosa y actual en cualquier actividad cotidiana. Son los encargados de que la sociedad evolucione y de hacer valer su criterio siempre de la mejor forma posible.

Por ello, invito a toda la juventud a prepararse intelectualmente y a educarse de una manera consciente para que sea capaz de analizar la problemática real de nuestra Nación y para aprovechar la coyuntura política que se le presenta, ser más sensible y humana ante las necesidades de los más afectados, luchar por una sociedad más justa y equitativa. Los llamo a formar parte de la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios “Rafael Ramírez” (FNERRR), un frente estudiantil que realmente abandera las necesidades más sentidas de todos los niveles educativos y que de igual manera busca mejorar las condiciones de la clase trabajadora.

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