El deporte como actividad incorpora varios aspectos positivos relacionados al desarrollo humano, sobre todo cuando es practicado en las actividades de tiempo libre, en que el individuo se exenta de las actividades de trabajo y de los compromisos de carácter social. Ofrece beneficios para la salud, principalmente físico, psicológico y terapéutico, contribuyendo a una vida saludable; ofrece importantes componentes para la educación, contribuye a promover la participación social, la disciplina y la competitividad y, así, para el desarrollo intelectual del individuo que lo practica.
Mientras practicamos el deporte, también condicionamos nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu, buscando fuerzas y armonía para realizar la actividad y superamos nuestros propios límites
También nos condicionamos a los valores de la solidaridad, de la amistad, del compañerismo, mientras participamos en los equipos, de los clubes, de las competiciones y conviviendo junto a las personas y culturas diferentes durante cortos o largos períodos, en nombre del deporte.
El deporte es una actividad indispensable, desempeña un papel importante en la formación de los hombres, pues desarrolla y perfecciona el órgano con que el hombre piensa: el cerebro. Hoy en día, el hombre es el amo del planeta, el que domina todas las demás especies vegetales y animales, el que domina a la naturaleza que lo rodea. Y esto es posible en lo esencial gracias a dos cosas: primero, al desarrollo de la capacidad de pensar y, segundo, al de sus manos.
Un deportista puede tener brazos y piernas fuertes y bien formadas, pero si no las conecta al cerebro de nada le servirán, porque es éste el que trabaja de manera rápida, penetrante y con energía para tomar, en el momento adecuado, la resolución correspondiente y darle el triunfo al equipo. Un hombre que no hace deporte, es un hombre pobre de cerebro, es enfermizo y no piensa vigorosamente, debido a que este órgano no se irriga lo suficiente y sus ideas siempre estarán por debajo de aquél que tiene una mente sana, gracias a la actividad deportiva. Por ello, practicar un deporte es un instrumento muy importante en la formación de mejores hombres y mujeres. Lástima de aquéllos que no hacen deporte, ya que nunca sabrán lo que hubiesen logrado siendo deportistas y lo más lamentable consiste en que nunca sabrán lo que perdieron.
Es importante detenerse en este tema, debido a que muchos confunden el enseñar con el educar, cosa que no es cierta. Hoy en día el Sistema Educativo Mexicano enseña a nuestros jóvenes, pero no los educa; les mete en el cerebro fórmulas, ecuaciones, leyes, conceptos, etc., pero la educación es otra cosa. Hay personas que saben mucho sobre diversas cosas pero están mal educadas.
Educar significa hacer que el hombre se proponga un objetivo trascendente en la vida, que sepa para qué nació y hacia dónde va; que sepa qué quiere hacer en la vida, a dónde quiere llegar y al final qué metas logró alcanzar. Una vez decidido el objetivo vital, debe escoger también el camino correcto para alcanzarlo. Pero hoy en día, prácticamente no se educa en ninguna parte, y por tanto, niños, jóvenes, adultos y ancianos estamos sometidos al bombardeo de instituciones y estructuras que llenan este vacío social, pero no pensando en los intereses del pueblo trabajador, sino en los intereses de clase de los dueños de estas estructuras, como son la televisión, el cine, las revistas, el narcotráfico, el tabaco y el alcohol. Nos maleduca pues, todo el ambiente que nos rodea. Es una educación corruptora que está pensada para que crezcan los negocios de aquéllos que supuestamente nos educan, pero que en realidad sólo nos manipulan para sus propios intereses. Sin percatarnos, pensamos, queremos, deseamos, gustamos y apreciamos lo que estas estructuras quieren que hagamos en todos estos aspectos. Lo malo consiste en que las ideas que nos inculcan son para bien de las clases poderosas, no para el bien de toda la sociedad ni para la elevación del ser humano.
El pueblo no comprende esta trampa y no exige otro tipo de política, toda vez que lo tienen adormecido a través de los medios masivos de comunicación que forman su opinión. Todos los hombres nacemos con la capacidad innata para pensar, pero muy pocos sabemos que el pensamiento humano puede educarse; que aquella capacidad innata para pensar no basta para entender la vida, los problemas sociales ni las causas profundas de los mismos, y mucho menos para encontrar a las causas de dichos problemas y encontrarles solución. Es necesario pues, educar el pensamiento humano para que se haga más penetrante.
El pueblo mexicano debe despertar, organizarse y exigir que le den lo que es suyo; que ya basta de promesas incumplidas, de políticos improvisados que nos conquistan con despensas, playeras, publicidad, etc. Merecemos una patria más justa y equitativa, porque México tiene riquezas inmensas y quienes la crean son los trabajadores, es decir, los obreros y los campesinos.
Y en esta gran tarea de despertar al pueblo, de abrirle los ojos y la mente y de llevarlo a conquistar un país más equitativo, el deporte es una herramienta fundamental, ya que desarrolla y perfecciona el cerebro: desarrolla la inteligencia, templa el carácter, enseña a reaccionar con agilidad, a trabajar en equipo, con disciplina y a formar a un hombre triunfador. Es en este sentido esencialmente, en el que el Movimiento Antorchista promueve e impulsa el deporte entre las clases populares de México. Llevamos ya, más de 30 años impulsando el deporte y la cultura, hemos creado las Espartaqueadas Deportivas y culturales que son hoy en día, el evento amateur no gubernamental más importante del país, porque como lo hemos dicho en muchas ocasiones, queremos un país más equitativo y llevamos ya 42 años luchando por construirlo. En este 2016 se llevará a cabo la XVIII Espartaqueada Deportiva Nacional del 30 de enero al 6 de febrero en Tecomatlán, Puebla, donde más de 17 mil deportistas se reunirán para participar en estas justas deportivas. Todos estamos invitados, vale.
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