El motor del desarrollo económico de cualquier país es la aplicación de los resultados de la ciencia y la investigación científica al proceso de producción con fines prácticos para aumentar la productividad y, por tanto, lograr un crecimiento económico sostenido de la riqueza social, factor esencial para una justa distribución equitativa de esa misma riqueza.
Parte fundamental también de un desarrollo social armónico y con justicia, es una población con valores humanos enraizados en el cerebro y en el corazón de los ciudadanos como el amor al estudio, al pueblo que lo vio nacer y lo forjó, al trabajo, a la honradez, a la responsabilidad, etc.
Para contar con ambas premisas que determinan el progreso de los pueblos, es necesario contar con un sistema educativo integral, con cobertura universal, al que tengan acceso también los más humildes que forman casi la totalidad de una nación, de alta calidad académica, con una suficiente y sólida infraestructura (edificios, aulas, laboratorios, bibliotecas, espacios culturales y deportivos, etc.) y con la impartición de las ciencias exactas, de las ciencias naturales, pero también de aquellas materias que hagan del alumno un ser crítico, pensante, con un alto espíritu nacionalista y de solidaridad con su pueblo.
Todo ello para forjar sabios, creadores de patentes científico-tecnológicas que revolucionen la producción, mejorando los instrumentos de trabajo, desarrollando una mayor destreza de los trabajadores e ideando mejores formas de la organización del trabajo colectivo de los mismos; pero al mismo tiempo ciudadanos comprometidos con el pueblo trabajador, creador de la riqueza material, para lograr la erradicación de la pobreza ancestral de la sociedad.
Para tal fin, es necesario que el Estado implementen todas las medidas necesarias para que una parte importante del Producto Interno Bruto del país sea invertido en la educación y en la investigación tecnológica (Cuba invierte entre el 12 y 13% del PIB a la educación, uno de los más altos porcentajes del mundo, mientras que en México se invierte entre el 5 y 6%).
Pues bien a pesar de estas verdades que son del dominio público y que tienen prácticamente un consenso mundial, hay funcionarios como los de la Secretaría de Educación del Gobierno del estado en San Luis Potosí, que se niegan a construir 4 aulas didácticas en la Secundaria Técnica 88, en la colonia Ponciano Arriaga, exponiendo a más de 250 jóvenes a quedarse sin educación; lo cual evitaría contribuir a estos jóvenes al desarrollo económico y social del país y los orillaría a convertirse, por tanto, en delincuentes juveniles, drogadictos o en parte de la delincuencia organizada y no organizada.
Más de 10 años lleva de fundada esta institución educativa, conjuntamente con los padres de familia y alumnos los maestros llevan más de año y medio pidiéndoles a las autoridades educativas la solución a la falta de aulas, espacios que se justifican plenamente debido al crecimiento de la matrícula que se debe al gran prestigio académico, cultural y deportivo que han creado los maestros, a pesar de sus grandes limitaciones.
La autoridad argumenta, sin demostrarlo plenamente (ya que, según ella, no termina de realizar los estudios necesarios), de acuerdo con Protección Civil, que los terrenos sobre los que se pretende construir las aulas están en zona de riesgo pues están cerca del río Paisanos; sin embargo, tengo en mi poder un documento oficial de la Comisión Estatal del Agua, en donde se afirma lo contrario.
De acuerdo a ciertas opiniones técnicas del propio personal de Protección Civil del estado y de personal de la CEA, se dice que en el supuesto caso de existir el riesgo de un desbordamiento del río Paisanos (riesgo que en su caso también afectaría a las aulas ya existentes) es completamente seguro que, de construirse un muro de contención, se consumaría el peligro; la propia CEA le plantea a los gestores que si Gobierno del estado construye el muro, esta dependencia educativa construye las aulas. Muy bien, si ese peligro existe pues que se construya el muro; pero el problema de fondo consiste en que a los funcionarios del Gobierno del estado, les parece un verdadero despropósito, una pérdida inútil de recursos invertir en una escuela para pobres, les parece "muy cara" la construcción del muro, y por eso se niegan a hacerlo y, por tanto, a construir las aulas, tratando de engañar a los padres, maestros y alumnos, con más estudios y estudios de protección civil.
La comunidad estudiantil, magisterial y de padres de familia ha tenido que pasar por un verdadero calvario, por un largo laberinto burocrático, lleno de trampas y maniobras, por el que transita todo aquel que se atreve a llamar la atención de la autoridad para resolver una demanda de elemental justicia social; han participado en múltiples reuniones, han sido testigos de visitas "técnicas" de protección civil, han reunido requisitos, han subido y bajado por cuantas oficinas ha sido necesario; han intentado convencer a los encargados de atender el problema, y nada...pareciera que ciertas estructuras del Gobierno no tuvieran oídos, ni corazón; por ello, ahora que se han decidido a emprender una nueva etapa de su lucha, mediante manifestaciones pacíficas que incluirán un plantón indefinido frente al Palacio de Gobierno, en donde darán clases a los alumnos que no cuentan con aulas, los antorchistas potosinos no podemos menos que solidarizarnos con su causa y manifestar nuestro total e incondicional apoyo; estaremos listos a cualquier llamado para respaldar esta lucha por la educación.
Del doctor Juan Manuel Carreras López, gobernador constitucional del estado, que se ha comprometido con una mejor educación para todos los potosinos sin excepción alguna, y dado que los funcionarios que han conocido del caso no pueden o no quieren resolver, esperamos atentamente su decidida y pronta intervención.
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