Cada proceso histórico tiene sus transformaciones en lo político, económico, ideológico, cultural, etc. Por supuesto, la Educación no queda exenta de esto, si tomamos en cuenta que el sistema educativo es un claro reflejo de la sociedad y de sus contradicciones.
La educación en el capitalismo siempre se ha encontrado en manos de la burguesía, con el objetivo de seguir preservando el sistema y reproduciendo la ideología dominante. El período manufacturero del capital trajo consigo la destrucción de las formas de estudio que se habían dado en el feudalismo, paralelamente y, como en la sociedad se estaba dando la división del trabajo –separación entre el trabajo manual y el trabajo intelectual-, con la industrialización, la Educación también se volvió parcelada y sectorial.
Así como el desarrollo de la gran industria iba necesitando mano de obra calificada, el estado burgués fue necesitando profesionales que estuvieran al servicio de éstos para desarrollar la tecnología y la industrialización, apoyada en esto, la burguesía fue formando las capas medias y educando a las clases populares, quienes al adquirir un grado más elevado de educación pudieron observar el mundo con otros ojos, transformándose en un peligro para la clase dominante, la educación se transformaba en una contradicción, como lo decía Tomas Vasconi:" La burguesía no puede sino sustentar una actitud contradictoria respecto a la educación masiva. Por una parte requiere cada vez más que ésta se desarrolle y difunda como condición del desarrollo y explotación más provechosa de la fuerza de trabajo (...) pero por otro lado, necesita evitar los efectos negativos que -desde el punto de vista de sus intereses objetivos de clase- tendría una elevación demasiado grande de los niveles educativos del proletariado".
Actualmente" expresó Kremerman (economicista) que, un 4,4% del Producto Interno Bruto está destinado al gasto en educación, del cual un 1,1% es para la Educación Superior. De este último porcentaje, sólo un 15,8% proviene de fuentes públicas, mientras que un 84,2% lo hace desde fuentes privadas, es decir, "el bolsillo de las familias).
La educación Universitaria, por un lado, reproduce la ideología dominante, creando profesionales al servicio del capitalismo, y por otro lado, se ha convertido en una mercancía, o sea que es susceptible a ser cambiada por otra mercancía (dinero). El sistema educacional genera profesionales no en proporción de cuantos necesita la sociedad, si no según cuantos millones necesitan los bolsillos de los dueños de las universidades (empresarios). La universidad funciona como una industria que sólo genera mercancía en beneficio del bolsillo del empresario.
Al acceder a la educación superior, el estudiante aumenta el valor de su fuerza de trabajo, esto quiere decir que en el mercado su trabajo tiene mayor precio. Pero a causa de la sobreproducción de profesionales, consecuencia de la facilidad que existe para crear universidades, y la flexibilidad con que los bancos dan créditos a los estudiantes, ha provocado para el mercado laboral una enorme oferta de profesionales, mayor de la que el sistema capitalista necesita realmente, generando un aumento en la tasa de desocupación del país, dispuestos a vender su fuerza de trabajo cada vez más barata, disminuyendo su precio real.
Este es un tema grave que no deja de aquejar a nuestro país y sobre todo a la clase trabajadora productora de la riqueza, ya que las oportunidades de integrarse a una educación superior se vuelve cuestión de solvencia económica, sin entender las necesidades sociales, no se mantiene el porcentaje de integración laboral necesaria acrecentando el ejército de reserva con el cual el capital despreocupado de toda situación juega con las esperanzas de los profesionistas.
Con todos estos factores en contra del progreso de una nación, por factores no meramente económicos, existe una solución ya expuesta dentro del Proyecto Educativo del Movimiento Antorchista, esto aunado al proyecto de nación que debe erradicar el modelo económico paulatinamente, a tal grado, que la educación que se imparta de pauta y formación a un ser nuevo, ser que eleve el espíritu y tenga los conocimientos científicos, la salud física y mental, la riqueza cultural de la tierra que lo ve nacer para entregarle esos frutos a su pueblo.
ése pueblo al que se deben mayoritariamente los profesionistas, sobre todos aquellos que cursamos las aulas de la escuela pública; regresemos al pueblo, aunque sea una parte de todo lo que el siempre noble nos ha dado, eso hacemos los antorchistas; por eso buscamos encabezar sus necesidades y luchar juntos por una educación crítica, científica y popular, esto es que se ponga al servicio y beneficio de todos los mexicanos.
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