Sin lugar a dudas, estos últimos dos años han sido los más controversial para los mexicanos que vivimos en la actualidad, debido a los grandes acontecimientos que se suscitaron desde la elección del actual presidente, licenciado Andrés Manuel López Obrador, seguido por la pandemia ocasionada por el SARS-CoV-2, misma que desencadenó una inmensidad de complicaciones en muchas áreas, la para toda la humanidad, como la salud (principalmente), la economía, la desestabilidad emocional, etc., por ahora, nos enfocaremos únicamente en el tema de la afectación que ha traído la pandemia para la educación mexicana.
Si bien es cierto que existen altos índices de analfabetismo en el país, los indicadores de educación iban mostrando una mejoría en las últimas estadísticas que arrojaba el censo poblacional, pues en el año 2015 marcaba un porcentaje del 35.5% y el año 2017 un porcentaje del 33.3% en la población del 15 años y más, con rezago educativo y aunque se realizó un censo en el año 2019, aun no se ve reflejado, pero ante, la lamentable situación que se suscitó con la llegada del SARS-CoV-2, la educación en México volvió a decrecer en una forma alarmante, jóvenes que abandonaron la escuela por ir a trabajar, niños que regresaron a sus comunidades sin enterarse si quiera de que ya feneció un ciclo escolar completo.
El rezago educativo que se suscitó a causa de la pandemia se convirtió en situación muy complicada para toda la población en general; sin embargo, las mejores condiciones para poder continuar con las clases se inclinaron en gran medida, hacia los niños y jóvenes citadinos, debido a que el acceso a la energía eléctrica o al internet, no es un problema tan grande dentro de una ciudad, como lo es en las zonas marginadas o rurales, a causa de ello, algunos jóvenes estudiantes desistieron completamente de la escuela, para emprender la búsqueda de un trabajo y poder apoyar económicamente a su familia, por que no tenían condiciones para continuar los estudios.
La Secretaría de Educación Pública (SEP) solicitó cerrar la enseñanza educativa por cuestiones de seguridad y trasladar la educación a manera televisiva, esta modalidad con un programa bien elaborado, en esencia hubiera podido ser factible (tomando como referencia la estructura de las telesecundarias), ya que los chicos se quedan en casa tomando clases de forma segura, el problema es que el proyecto es alarmantemente deficiente, los pupilos necesitan interactuar con sus docentes tener una enseñanza más personalizada, basada a conciencia en las necesidades de cada nivel.
Además, ¿qué sucede con los estudiantes que viven en las comunidades marginales?, muchos ni siquiera se enteraron de que ya había clases, otros simplemente abandonaron la escuela por diferentes motivos, perdieron un año completo y los medios para que puedan obtener clases no son los mejores, en muchas comunidades, la mayoría de la población no cuenta si quiera con luz eléctrica. Ahora, el acceso a la educación no es el único problema que se suscita, la calidad educativa que se da es otra de las deficiencias que se tiene.
Un programa educativo, debe ser una herramienta sólida y fundamental para el desarrollo y el mejoramiento del educando, no puede solo impartirse en la televisión del modo en que se está realizando, los docentes, conscientes de la situación, decidieron buscar los medios para continuar la enseñanza de una forma mas adecuada, por lo que crearon grupos de WhatsApp y comenzaron a hacer uso de algunas plataformas como la de classroom; es decir, empezaron a impartir las clases a través del internet, para que pudieran ir evaluando a los estudiantes de una manera más adecuada.
Por lo tanto, la impartición de clases ya no es tan gratuita, puesto que, tanto los alumnos como los profesores, necesitan pagar el internet para poder sostener y solventar la educación, y de este modo, lograr que se ejecute el plan de educativo en la mejor forma posible, es por ello, que el gobierno no puede escudarse con el hecho de que las clases ya se están transmitiendo en televisión, y tampoco puede pretender que es suficiente para cumplir con su responsabilidad en la educación gratuita.
Según los datos que emite el Inegi, en el año 2017, los hogares con conexión a Internet como proporción del total de hogares, era del 50.9%, realizando un incremento del un 5.5% para el 2019, quedando con un total de 56.4% en hogares con acceso a internet, a pesar del pequeño aumento, el informe estadístico nos muestra que prácticamente sólo la mitad de la población tiene acceso a internet, un servicio que se ha vuelto indispensable para tener acceso a la educación que dejó de ser un servicio gratuito al tener que pagar para poder acceder a ella.
La educación es un derecho fundamental del hombre y gracias a ella, se da la capacidad para poder comunicarnos dentro de una o mas sociedades, va más allá de solo poder escribir o leer, desarrolla en el ser humano aptitudes y habilidades a través de la adquisición de conocimientos nuevos, por lo tanto, una persona que no tenga el acceso a este derecho natural, se verá limitado en muchos aspectos de la cotidianidad, es, sin duda, una pieza cable para superarse, ya sea de forma individual o como contribución a la sociedad, pues esta oportunidad aporta un beneficio en ambos rubros.
Como consecuencia de no tener el acceso a la educación, se originan diferentes problemas como: una capacidad limitada para obtener y comprender información esencial, el desempleo es de 2 a 4 veces mayor respecto a los que tienen un grado mayor de preparación, empleos de menor calidad, repercusión en la autoestima, promueve la desigualdad social, los conflictos familiares se agravan (como consecuencia aumenta la violencia) y fomenta practicas de explotación, por mencionar algunas.
El 13 de febrero del 2019, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) participó, en las audiencias públicas convocadas para analizar la propuesta de Reforma Educativa presentada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, donde se discutieron y analizaron las reformas a los artículos 3º, 31 y 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, donde se plantearon 5 puntos importantes: 1. Educación como derecho humano y bien común; 2. Equidad e inclusión como condicionantes de la calidad educativa; 3. Visión internacionalista de la educación; 4.- Buenos maestros y directivos; y 5. Monitoreo de las metas nacionales e internacionales.
Con base, en lo anteriormente mencionado, analicemos que: si la educación es un derecho natural para todos, si es una herramienta fundamental para el desarrollo a una mejor calidad de vida, si el actual presidente se reunió con la UNESCO para mejorar la calidad educativa y si el programa educativo que imparte el gobierno (el programa televisivo) cumple con los requisitos necesarios para solventar todo lo anteriormente mencionado para una educación de calidad.
Ahora, si la realidad ya nos demostró que ese programa televisivo no funciona y que la herramienta indispensable para una buena educación es el internet y no la televisión, y que, si además el gobierno debe garantizar los medios necesarios para una educación gratuita y de calidad para todos, ¿no sería mejor que invirtiera en brindar internet gratis para los alumnos y profesores mexicanos, en lugar de invertir en pagar un programa televisivo?
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