Llevamos casi dos años de pandemia, y esto ha afectado mucho a la sociedad. Tomemos en cuenta que los sectores más afectados, por mencionar sólo algunos, son los agricultores, los obreros y los estudiantes; pero, ¿alguien se ha preguntado, en dónde quedó la cultura y el arte?
Los jóvenes que antes de la pandemia se dedicaban a la bella disciplina de la danza, llevan dos años enteros sin pisar un escenario. ¿Qué está pasando? Con esto quiero decir que el arte, tanto como la cultura, han quedado en el olvido para las autoridades, porque no se difunde adecuadamente su práctica; por ejemplo, ya hace tiempo que en las escuelas se llevaba una materia donde se impartían talleres artísticos, esto, ayudaba a que los jóvenes llevarán una disciplina más integral dentro del plantel educativo. Pero todo esto se ha descuidado. Y durante la pandemia no se ha implementado un método serio, donde los jóvenes puedan practicar el arte y la cultura, ya sea dentro o fuera de la misma escuela; ya que incluso la misma SEP, dicen que la materia de artes no es fundamental para el aprendizaje del niño o del adolescente.
Pero lo que no saben, es que con estas disciplinas podríamos desarrollar de mejor manera, la comprensión y la creatividad en todos los estudiantes. Y, ¿por qué menciono a la SEP?, pues porque estudios serios revelan, que las carreras relacionadas con las artes, son parte de las diez carreras menos elegidas por parte de los estudiantes, cuando de elegir carrera se trata; esto es así, porque en las escuelas no se les da la importancia suficiente para que los jóvenes se interesen en ellas. La opinión generalizada que escuchan los jóvenes es la machacona frase de: “si estudias artes, te vas a morir de hambre”, y esto es lo que hace que los jóvenes ya no se interesen por esta rama educativa. Y, por otro lado, a la SEP no le interesa como tal, preparar a docentes de artes, o de contratar los que hagan falta.
Los niños y adolescentes que gustaban de practicar estas ramas artísticas, como la música, la pintura, el teatro y la danza; preguntémonos, ¿cómo lo practican ahora en pandemia, si el mismo gobierno no se preocupa por difundir estas actividades artísticas, que son de suma importancia para el desarrollo de una persona, como para la sociedad misma?
Investigadores serios, han demostrado que la práctica de la cultura, es fundamental y de mucha importancia para el desarrollo emocional de las personas, pues esta, logra sensibilizar los sentidos de quienes la practican, y genera en ellos mayor empatía social, y también para cualquiera que esté presenciando la ejecución de que se trate. Es así, como podemos lograr que el joven o la sociedad entera, sean mucho más sensibles frente a cualquier problema social que se les presente en su entorno, y con ello, una mayor participación en la solución del mismo. Por eso se debe difundir la cultura en su totalidad.
Y por otro lado, están las Casas del Estudiante de la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios “Rafael Ramírez” (FNERRR). Estos albergues estudiantiles, desde que dio inicio la pandemia, han sufrido bajas considerables a falta del apoyo gubernamental. Pero, sobre todo en pandemia, los jóvenes estudiantes tuvieron que irse a sus casas para evitar los contagios, y porque la modalidad de las clases fue por línea. Las Casas del Estudiante sí promueven aun en pandemia, la práctica del deporte y de otros talleres culturales; pero lo hacen a pesar del nulo apoyo de las autoridades correspondientes. Con las clases presenciales volverá la practica cultural a nuestras casas estudiantiles, pero sin el apoyo gubernamental será muy difícil.
El arte y la cultura son, en muchas ocasiones, la solución a muchos de los problemas que aquejan a la sociedad en general, y nadie del gobierno se a preocupado en serio por promover su práctica generalizada. El arte por sí solo, ha logrado salvar la vida de muchos de los jóvenes que se encuentra perdidos y en malos pasos, e incluso, de jóvenes que tienen un trastorno de depresión en sus vidas.
Por tanto, con todo respeto me dirijo a mis escasos lectores, y a toda la población de Colima que tenga a bien leer mi humilde opinión; los invito a integrarse e integrar a sus hijos a clubes culturales de las Casas del Estudiante de la FNERRR. Pero, además, a exigir que en las escuelas de cualquier nivel educativo, se implementen las clases de artes, como debería de ser; y que se contraten los maestros adecuados para impartirlas. La cultura y el arte también nos salvan de la pandemia. Estamos a tiempo.
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