MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La cultura, una forma más de manipulación o la cultura en función del poder

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Se puede afirmar que la cultura de hoy es un engendro del desarrollo tecnológico transformado en un producto industrial más, adoptada para las masas, una cultura del consumo, de la ganancia, cuyos objetivos buscan generar hábitos, patrones de conducta, modos y opinión pública acordes con los intereses de la clase dominante; difundir la ideología dominante con el propósito de generar en su entorno el consenso de toda la población; y, generar ganancias a la clase dominante.

La cultura para las masas es la principal forma por la cual la cultura hegemónica se vuelve dominante, apropiándose y destruyendo las culturas populares. Éstas entran en disputa, ya sea, por su origen social, su función social y su adaptación, ya que la cultura de masas es creada por especialistas al servicio de la clase dominante y que dicho producto se realiza como mercancía; mientras que las culturas inferiores son generadas por diversos sectores de éstas, que representan sus intereses y objetivos, y cuyo consumo no es mercantil.

Lombardi Satriani, destacado antropólogo y político italiano, y Mario Margulis, sociólogo argentino, señalan que la cultura para las masas atenta en forma eficiente contra el origen de las culturas populares, al reducir la interacción entre sus miembros y propiciando una actitud pasiva. Es importante señalar que existe una competencia desigual entre la capacidad de difusión y penetración de los mensajes pertenecientes a cada una de estas culturas. Las culturas populares solo cuentan con la comunicación verbal directa, mientras la clase dominante tiene a su disposición medios de difusión incomparablemente más rápidos, abarcando un espacio mucho mayor. Los mensajes de la cultura de masas, son transformados por el pueblo, ya que éstos se adaptan a la realidad social, económica y política de cada época.

Actualmente la clase poderosa ha impuesto una cultura de estereotipos, sin ningún contenido valioso y totalmente ajena a la rica cultura popular. Este bodrio es inyectado a las masas por los medios de comunicación, instrumentos directos de la enajenación y la imposición de modas hueras. Es posible realizar cultura empleando la moderna tecnología y los medios de comunicación, pero estos, deben ser de otro tipo: deben estar dirigidos por un Estado comprometido con el bien de los mexicanos; por un Estado dirigido por y para el mismo pueblo. 

En resumen, no podemos seguir permitiendo que la clase en el poder continúe imponiéndonos el consumo de su cultura barata, a costa de la destrucción y negación de la cultura popular al pueblo que la crea. Debemos levantarnos como un solo hombre para rescatar nuestra cultura.

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