Apenas unos minutos después de saberse los resultados en las elecciones del pasado domingo en Coahuila y Estado de México, pero sobre todo en este último, inició la carrera electoral rumbo al 2024. Alzados en soberbia, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador dio los primeros pasos, el propio mandatario pidió a sus “corcholatas” renunciar a sus cargos para hacer campaña; varios alzaron la mano e incluso tomaron la palabra, como el canciller Marcelo Ebrard, otros anunciaron que harían los mismo en los próximos días. Pero la favorita de AMLO, la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum ha pasado ya meses haciendo campaña en el país, violando las leyes electorales, se siente protegida y cobijada por AMLO.
Mario Delgado, pretende hacer creer que tendrán candidato de unidad, y cabildea para que el proceso de selección sea a través de una encuesta –método que más de uno desconfía-, pues la mayoría intuye que es ya está definido al candidato, o, mejor dicho, la candidata, elegida por “dedazo” del presidente López Obrador. Según Delgado, este domingo, en su Consejo Nacional definirán “la ruta para el 2024”.
Independientemente de quién sea el candidato de Morena para el 2024, los caracteriza el orgullo, la soberbia y la deshonestidad. Y para muestra, Delfina Gómez, la gobernadora electa en el Estado de México, quien al conocer que los resultados le favorecen, no tardó en presumir. Miles que no lo apoyaron, esperaban un mensaje de unidad, de reconciliación, pero no lo hubo, los morenistas lo desconocen, empezando por el habitante de Palacio Nacional, los guían los rencores y la venganza.
Al tomar la palabra, Delfina Gómez afirmó que “vencimos al abandono y a la corrupción, llegó el fin de esos 100 años de oscuridad y maltrato”. Su bandera de campaña fue vencer la corrupción, pero se ha demostrado, en el propio gobierno Federal y varios estatales que la corrupción con Morena no se ha ido, continua, entonces, ¿qué les espera a los mexiquenses?
Así, el proceso electoral para el próximo año ya inició, y AMLO es el más interesado en mantener el poder, a costa de lo que sea. De los candidatos, dice que son sus “hermanos y hermana”, nada más ridículo, pero en el fondo, pretende ser más empático y ganar votos, pero sobre todo convencer que no tiene metida las manos. Pocos le creen.
AMLO ha reiterado que el pueblo será el que defina al candidato y no tiene preferencia por nadie. Tampoco le creen.
Mientras los morenistas ya están inmersos en la sucesión presidencial y pelean por la candidatura. La oposición parece extraviada, no se ponen de acuerdo, ni tienen en mente a los más importante, a los ciudadanos. Y es que, miles de mexicanos aún ven a los partidos de oposición como la única opción para terminar con el mal gobierno de AMLO.
Asimismo, otros han alzado la voz para encabezar candidaturas independientes, pues “están cansados de los partidos corruptos”. Entre el principal riesgo para este tipo de candidaturas, es que todos se asumen como los mejores, aunque detrás de estos estén las expresiones políticas e ideológicas más retrógradas, como la ultraderecha, que se asoma cada vez más descarada.
Mientras Morena y la oposición se preparan para las elecciones del 2024, los ciudadanos continúan padeciendo los males que aquejan este país, la pobreza principalmente, la inseguridad y violencia, el desempleo e inflación. No se ve cambio alguno como lo prometió la 4T ¿Qué les espera a los mexicanos rumbo al 2024? Tomar conciencia y analizar que la respuesta y la búsqueda de mejores condiciones de vida no está con Morena ni con los candidatos “independientes”, sino en la organización social y tomar el poder político.
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