La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), define a la Canasta Básica como “el conjunto de bienes y servicios indispensables y necesarios para que una familia satisfaga sus necesidades básicas de consumo a partir de su ingreso, aunque ésta tiende a actualizarse, a través de cambios en su ponderación o en la aparición o desaparición de algunos de sus componentes, debido a cambios tecnológicos, aparición de bienes y servicios, mejora en sus atributos físicos, o bien a la evolución del ingreso familiar y los cambios en los hábitos de consumo de las personas. Por ejemplo, en el 2002 aparecieron productos nuevos como computadoras personales y agua embotellada, entre otros y desapareció el servicio de ferrocarril de pasajeros”.
Esto quiere decir que a pesar de las modificaciones que esta pueda presentar, el objetivo no cambia, y en el caso de México, el Artículo 4 constitucional señala que “todo ser humano tiene derecho a una alimentación suficiente en calidad y cantidad. El Estado mexicano, la sociedad y las familias son responsables de garantizar la alimentación que permita la salud física y mental de cada miembro de la sociedad mexicana”, pero además que “toda persona tiene derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad”.
Todo esto viene a cuento, porque en asamblea general con mis compañeros antorchistas de una colonia popular del municipio de Jacona, analizamos la situación tan difícil por la que atraviesan millones de familias mexicanas, ya que sus pocos ingresos cada vez rinden menos. Destaco la participación del Sr. ARS (Lo correcto es poner el nombre completo de una persona que seguramente no se llama ARS) quien es jefe de familia y dependen económicamente de él cuatro integrantes, normalmente se dedica al comercio informal y desde que inició la pandemia por covid-19 muchas veces tiene que irse a trabajar al campo porque las ventas no dan ni para comer.
En el campo gana mil 200 semanales, de los cuales se gasta por lo menos la mitad en tortilla que cuesta hasta 24 pesos el kilogramo, le quedan 600 pesos para surtir carne, leche, verdura, cubrir gastos de salud, pasajes, luz, etc. imposible sobrevivir con estos salarios de hambre.
Revisando algunos datos estadísticos nos encontramos que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) del INEGI señala, que Michoacán es el tercer estado con más aumento mensual en los precios de la canasta básica y en servicios en general, con 0.73 por ciento de variación, solo debajo de Campeche que está en primer lugar con 0.99 por ciento de inflación y Yucatán en segundo lugar con 0.83 por ciento.
Además, el municipio de Jacona ocupa el cuarto lugar con más aumento de precios entre todas las ciudades del país, cuyos precios al consumidor tuvieron un alza de 0.85 por ciento en diciembre del 2021, siendo primer lugar Tapachula, Chiapas; segundo Ciudad Juárez en Chihuahua; tercero Campeche, Campeche; y en cuarto lugar el municipio michoacano que también cuenta con un alto índice de inseguridad.
Así las cosas en un municipio, un estado y un país gobernados por funcionarios emanados del partido Morena, juzgue usted, amable lector, si la política de la 4T cumple con lo que prometió en campaña de primero los pobres. Claro que no.
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