La formación política del pueblo es de mucha importancia para poder entender el sistema económico que existe en un país, a qué clase pertenece cada uno y a quienes representan los gobernantes que están en el poder.
Durante años el Movimiento Antorchista se ha empeñado en educar al pueblo trabajador; nuestras herramientas fundamentales han sido las áreas de: literatura, historia, ciencias políticas y economía, entre otras. No solo eso, otra de las herramientas que ocupamos para poder educar a nuestro pueblo son las bellas artes: nos hemos empeñado en que todos los antorchistas disfruten de eventos culturales de primer nivel y hemos insistido en que aprendan alguna disciplina artística para que sean partícipes directos de ellas. Por eso no es raro ver, en eventos de Antorcha, cantar a colonos, o declamar, leer de manera muy fluida y clara un cuento, actuar e incluso bailar.
Las artes ayudan a volver sensibles a las personas, con un espíritu elevado, pero sobre todo a tener conciencia de la clase a la que pertenecen.
Existen otras organizaciones y partidos políticos que también dicen “educar” al pueblo trabajador; sin embargo, la gran diferencia es que ellos sólo agrupan a la gente cuando se avecina algún proceso electoral porque su gran finalidad es ganar adeptos que voten por ellos.
Los políticos de la actualidad, no se esfuerzan lo mínimo para educar al pueblo mexicano; no comparten con ellos un pensamiento profundo, ni les hablan de cosas elevadas, no les recomiendan siquiera un solo libro.
Su único interés es marear a la gente; en el mejor de los casos les repiten hasta la saciedad las dolencias de los mismos habitantes y les prometen mejorar sus condiciones… mejoras que no llegan una vez que los políticos se instalan en los puestos de poder. Es decir, se comportan frente a la sociedad como si fuesen un mesías que arreglarán todo con una varita mágica.
En el municipio de Chalco somos testigos de ese tipo de políticos que dicen ser los que solucionaran los problemas, pero una vez que acceden a algún puesto político se desentienden de todas las promesas que hicieron en las diversas comunidades que visitan.
La participación ciudadana es una frase más profunda, se trata de educar al pueblo para que forme parte de las decisiones importantes de la vida política, económica y social: que el pueblo decida en qué deben invertirse los recursos que ha aportado mediante sus impuestos
Uno de los ejemplos más claros es la aún diputada local Anais Burgos, quien hace algunos días realizó una publicación donde asegura que una de sus grandes pasiones es “la educación popular y comunitaria” y que es importante hablar sobre los “mecanismos de participación ciudadana”.
Una parte de la educación popular debe consistir en explicarle a la población su origen de clase, decirle cuales son las razones reales por las cuales vivimos en pésimas condiciones; quienes son los causantes reales de que en las comunidades no existan obras y servicios. Hay que mencionarles que si en Chalco se asesina a personas a plena luz del día es porque el gobierno morenista no ha invertido recursos para contrarrestar la delincuencia.
Tal es el caso que apenas se vivió en el municipio donde una menor de cinco años fue alcanzada por una bala perdida, la cual le causó la muerte. Pero a la diputada Anais Burgos, así como a los demás morenistas, estos asuntos no tienen importancia, por lo que no hablan ni hablarán del tema en la supuesta “educación del pueblo”.
Para ellos son más importantes los “mecanismos de participación ciudadana”. Pero la participación ciudadana no debe ser en el proceso electoral, que francamente es lo que piden los “políticos” de Morena.
La participación ciudadana es una frase más profunda, se trata de educar al pueblo para que forme parte de las decisiones importantes de la vida política, económica y social: que el pueblo decida en qué deben invertirse los recursos que ha aportado mediante sus impuestos.
Cuando el pueblo gobierne su participación será muy importante, porque el pueblo es el único que conoce cuáles son las carencias reales de sus comunidades, pero eso tampoco se lo dicen a la gente con la que se reúnen. Lo más grave es que dicen educar a un pueblo que asiste de manera voluntaria a sus reuniones. Eso lo pongo en duda porque muchos de los asistentes son empleados del Ayuntamiento de Morena, o son los que asisten con tal de no perder los beneficios de ayuda asistencialistas que les dan.
Con estos simples ejemplos nos damos cuenta de que Morena no se preocupa por educar al pueblo, son incapaces de leerles una poesía, de llevarles un bailable folclórico o de tradiciones; son incapaces de citar a un autor de obras literarias; de ser autocríticos y criticar los errores de la 4T. Lo que en el fondo buscan es crear ciegos seguidores López Obrador, que no cuestionen, que no critiquen absolutamente ninguna acción de las que realiza la tan autonombrada 4T.
La obligación del Movimiento Antorchista siempre será desenmascarar a los supuestos “representantes del pueblo”, tenemos la obligación de decirle a la gente que esos supuestos líderes lo único que buscan es obtener el poder, para seguir lucrando con él y llenar sus bolsillos de dinero público, pero sin solucionar los problemas y necesidades que tiene la comunidad, sin ayudar a mejorar sus condiciones de vida.
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