Leo en estado de choque, porque tengo en la mente el asesinato de mis compañeros antorchistas Conrado, Mercedes y su pequeño hijo que no cumplía aún los seis años, las declaraciones que el día de hoy, en entrevista con El Debate, diario sinaloense, vierte el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, que dice: “…yo creo que el país está hoy pasando por una etapa de estabilidad política y social, desde luego que económicamente también…”; esto lo viene a decir cuando en Sinaloa, el día de hoy, nos amanecemos con la noticia de que fue encontrada una joven mujer estrangulada, según la autopsia de ley, en Angostura; cuando ayer se encontró el cuerpo inerte de un joven bailarín, Max Corrales, que hasta ahora era miembro de la compañía de Danza Joven de Sinaloa, flotando en el río Culiacán.
Cuando hace tres semanas fue localizada sin vida, Aimé, Reina de la Ciruela, joven universitaria, en Mazatlán; cuando en Sinaloa sabemos diariamente de más y más desaparecidos, cuyas familias los buscan con angustia; cuando se publica hoy una encuesta del Consejo Estatal de Seguridad Pública que dice que entre la población de nivel socioeconómico bajo de Culiacán se percibe entre un 27 por ciento de la población que hay reclutamiento forzado de jóvenes por parte del crimen organizado, cerca de la vivienda de los encuestados; cuando a falta de más de un año … En medio de todo esto, y más, el encargado de la política interna del país dice que todo está bien, a tono con el cuento de hadas que el presidente, su jefe, al hablar de los mismos temas que su paisano, nos relata todas las mañanas. Vaya mi solidaridad sincera para todos los deudos de las víctimas de la terrible violencia que, a pocos, muy pocos mexicanos, deja dormir en paz.
Mercedes tenía un carácter modesto y trabajador; desde muy joven se inclinó por la lucha estudiantil y, más adelante, dentro de la lucha social. En el año 2016, llegó a Sinaloa y trabajó como responsable del seccional Norte, que abarca los municipios de Guasave, El Fuerte y Ahome. Fue directora de la preparatoria Felipe Bachomo, de Charay, así como responsable de todo el seccional norte del Movimiento Antorchista. Radicó en Ahome y, entre otras, encabezó una lucha que defendió tenazmente los derechos de comerciantes ambulantes; prueba de ello es que en 2019 instaló un plantón de una duración de dos meses junto a estos que resultó en el logro de lugares de trabajo en el mercado municipal de Los Mochis, cosa que los comerciantes recuerdan agradecidos. Ella, hacía reuniones de la gente que ocupaba resolver una necesidad, los encabezaba cuando iban a hablar con funcionarios. También era una buena artista, declamaba y enseñaba a declamar a los más jóvenes, además bailaba para el pueblo.
Conrado también fue luchador social en el estado sureño de Guerrero; los compañeros que trabajaban día con día con él saben que era una persona entregada, preocupada por el bienestar de las personas a las que representaba. En redes sociales hay abundante material sobre su actividad: ya encabezando a la gente para que se le regularizara su asentamiento, luchando por el desarrollo de las colonias de Chilpancingo, haciendo actividad económica, reunido con grupos, ya haciendo actividades legales para recaudar recursos y hacer una lucha honrada del lado de los pobres. De estos se le ve acompañado en abundante material fotográfico o de video que está en internet; al escucharlo hablar en alguno de estos materiales se percibe inmediatamente modesto, informado y comprometido con la causa de quienes lo siguen.
Los dos luchadores sociales son una gran pérdida para los humildes. El pequeño Vladimir, toda la vida por delante, también partió anticipadamente por obra de unos chacales sedientos de sangre que lo odiaron sin que este supiera por qué.
Meche, Conra y su hijo fueron asesinados por obra de enemigos del progreso, por los que no quieren un mejor futuro para las mayorías, por los que quieren asesinar las esperanzas de un México nuevo. Es a ellos que se debe que no estén ya entre nosotros, pues su vida se dedicaba a trabajar por ese futuro, de bienestar compartido para las mayorías, donde todo mundo tenga pan y vestido, aula y hogar.
¿A quiénes no convenía que hicieran lo que hacían, despertando conciencias para organizarse y luchar? ¿Era solo su actividad local la que propició el nefando crimen, el 12 de abril? ¿Quizás fue premeditadamente una amenaza para todo el antorchismo nacional? No lo sabemos a ciencia cierta, pero exigimos a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda y a la fiscalía guerrerense que esclarezcan a la brevedad el crimen, pues es inaceptable que se cometan crímenes políticos y los antorchistas defenderemos nuestro derecho a seguir haciendo lo que hacemos porque es necesario.
Una quincena antes de la masacre de nuestros hermanos, el gobernador del estado de Sinaloa atacó injustificadamente al Movimiento Antorchista, y tres días después el mismo presidente de la república lo hizo de nuevo. En ambos casos se nos acusó de pedir o recibir dinero público, de corruptos pues, pero sin aportar la más mínima prueba; negamos rotundamente las acusaciones.
Lo hemos dicho miles de veces a lo largo y a lo ancho del país: cuando individuos tan poderosos hacen acusaciones tan graves, abonan el terreno, lo quieran o no, para que sus fanáticos la emprendan contra los objetivos de sus ataques; por eso reiteramos nuestra protesta contra la calumnia oficial y exigimos que cese, si no quiere seguir siendo culpable de asesinatos, aunque sea indirecto, el emisor de la calumnia.
Dado que el gobierno no cumple sus labores, el pueblo mexicano debe exigir que lo haga y a la vez estar alerta para cuidar a sus activistas antorchistas, pues caminan con él, lo guían y lo defienden; y cuidar activistas honrados como Meche y Conra es garantía de tener siempre la posibilidad de dar pasos hacia delante en la lucha organizada. La mejor manera de cuidarnos entre todos es ser cada vez más fuertes, convencer a más mexicanos de la necesidad de organizarse y trabajar hombro a hombro para cambiar las cosas.
Todo mexicano de bien debe indignarse ante estos atroces hechos y exigir cárcel vitalicia para los culpables; debe indignarse también ante los intentos de ocultar la realidad calificándola de buena aunque frente a los ojos tengamos una catástrofe por donde sea que la miremos; los que ofenden la inteligencia del pueblo, los embaucadores sin igual que hoy nos gobiernan deben perder su confianza, debemos despertar a todos los que nos escuchen para que se den cuenta de que no hay manera de avanzar con ellos y que aún para conservar el más elemental derecho que es el de la vida, debe gobernar el pueblo.
Quienes formamos en las mismas filas que nuestros compañeros y su inocente hijo, a redoblar el paso, a honrar a nuestros compañeros pidiendo justicia inmediata y logrando justicia eterna, trabajando y organizando a cientos y a miles, acercándonos más a la meta que ellos quisieron alcanzar: una mejor vida para todos.
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