Sin caer en amarillismos o notas rojas en cuanto al tema de seguridad de toda la ciudadanía a nivel Nuevo León y, por supuesto, de todo México, los homicidios dolosos han ido en aumento de manera escandalosa y también de manera increíble, dichos eventos, semejantes noticias de muertos y más muertos a causa de una gran descomposición social.
Lo peligroso es la normalización; a muchos ya no asusta, no se conmueven por el dolor ajeno; se justifica de mil maneras, hasta llegar a decir o pensar que “se lo merecían por andar en malos pasos, quien los traía ahí, su abuelita no los educó bien”. Esta fraseología es la que se escucha decir a algunos que opinan del tema.
En Antorcha estamos seguros de que necesitamos revolucionar a nuestro pueblo para que se defienda de toda injusticia social y económica.
Es urgente y necesario profundizar en el análisis de dicho fenómeno en buena medida de quien pudiera cambiar las cosas de raíz. Yo diría que en este caso, podrían ser nuestras autoridades federales principalmente, ya que cuentan con recursos legales que les proporciona nuestra carta magna, y recursos económicos que recaudan mayoritariamente del pueblo trabajador, recursos que bien podrían ser utilizados para cambiar la vida de los mexicanos.
Hay quienes buscan salir adelante en las filas del crimen organizado a falta de verdaderas oportunidades, como fuentes de empleo accesibles, empleos bien remunerados, entre otras tantas cosas, como educación gratuita en todos los niveles y en todos los sectores de nuestra sociedad, trayendo como consecuencia un avance significativo en el desarrollo social y económico, como demuestran las economías de primer mundo.
Además, un pueblo educado se sabe defender de Gobiernos charlatanes y es aquí donde está el meollo del problema: no se educa al pueblo trabajador porque eso significa liberarlo de las cadenas de la opresión.
Tan sólo en Nuevo León, informó Milenio, “transcurridos los primeros 100 días del año 2024, del 1 de enero al 9 de abril, el sábado se ubicó como el día que acumuló la mayor cantidad de homicidios en el año, y por ende, el día etiquetado como el más violento en Nuevo León. Esto, tras sumar en este periodo, con base en el reporte diario de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana a nivel federal, 73 crímenes en catorce sábados que van en el año en curso, es decir, una media para este día de 5.21 asesinatos por día”, algo por demás inaudito e inadmisible.
¿Y nuestro Gobierno federal dónde se encuentra? En un sistema capitalista neoliberal enfocado a sacar la máxima ganancia a costa de lo que sea y como sea. Es imposible hacer desistir de semejante empeño, sobre todo a los jóvenes, y aquí empieza el problema.
Una vez que los jóvenes no logran ganancias con trabajos normales y salarios por demás miserables, buscan alternativas que sólo encuentran y de manera fácil en las filas de la delincuencia, del crimen organizado.
Sin embargo, de alguna manera están conscientes de que es algo efímero, algo fugaz; además, claros en cierta medida de que la muerte los asiste en el momento menos esperado.
No queda de otra, no hay opciones, al menos en este sistema de producción: es necesario darle un giro de 180º, y para eso se necesita un pueblo organizado y educado, anteponiendo ante todo al género humano.
Viene esto a colación porque ya pasó casi un año del cruel y despiadado asesinato de nuestros compañeros Conrado, Mercedes y su hijo Vladimir de tan sólo seis años de edad; ejemplo de luchadores sociales por más de diez años en el estado de Guerrero donde fueron brutalmente asesinados, un estado fallido por la vía del hecho, muertos y más muertos, y nadie quien se preocupe por esclarecer semejantes atrocidades, tanto el Gobierno del estado de Guerrero como el Gobierno federal en su momento se comprometió a esclarecer semejante fenómeno antisocial y a la fecha no ha sucedido gran cosa.
Por lo anterior, el miércoles pasado el Movimiento Antorchista Nacional se manifestó a través de sus dirigencias estatales, clamando, exigiendo justicia para nuestros compañeros caídos, tan sólo por ser luchadores sociales; no hay otra explicación hasta el momento, fue algo atroz sin ninguna justificación.
Además, también nos manifestaríamos con una comisión representativa el día 12 de los corrientes en la mañanera que imparte Andrés Manuel López Obrador; todo esto en el mismo tenor: exigir que se haga justicia y no solamente para nuestros compañeros, que es algo que nos tiene muy inconformes y molestos, sino para todo buen mexicano que no tiene oportunidades de salir adelante y sin alternativas claras para hacerlo, sin verse involucrado en el crimen organizado.
No debemos permitir que nuestros jóvenes piensen en la idea de involucrarse en el crimen organizado o cualquier tipo de delito. Esto tiene un principio y es la falta de oportunidad de poder llevar una vida digna en todo sentido.
Hacemos también del conocimiento público que el día domingo 14 de los corrientes haremos acto de presencia con más de 2 mil antorchistas marchando por las calles de la capital guerrerense clamando y exigiendo justicia por nuestros hermanos caídos y gran número de guerrerenses.
Realizaremos un acto político cultural como es costumbre, porque el pueblo necesita ser educado y cultivado; es la tarea que se ha echado a cuestas Antorcha, y lo hacemos de manera consciente, con mucho esfuerzo y sacrificio de todo el Antorchismo Nacional.
Estamos seguros de que necesitamos revolucionar a nuestro pueblo para que se defienda de toda injusticia social y económica. Ante la injusticia no claudicaremos mexicanos, hay que unirnos, hay que educarnos, hay que politizarnos; verdaderamente necesitamos cambiar a nuestro país de raíz, en beneficio de todo el pueblo de México, pero sobre todo de los más desvalidos, de los más desprotegidos, de la clase laboral, de la clase trabajadora productora de toda riqueza, pero que no se queda más que con miserias y más miserias. Por la justicia y la equidad, alcemos la voz; es justo y necesario.
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