“Las palabras no han fracasado ni fracasarán nunca. Han fracasado y fracasarán siempre los que ignoran su alcance, su significación y su estrategia. Las palabras son vanguardia imprescindible de toda acción y de toda transformación que tienda a romper moldes envejecidos y trastos inservibles para la vida de hoy. Toda acción de alcances colectivos, que vaya a transformar de raíz, almas, hombres y estructuras, busca el contagio y la polarización de voluntades; y, primero es palabra o nunca será nada. La palabra hablada tiene su expresión más alta en la oratoria, que es el arte de transmitir ideas, por medio de la palabra, para contribuir al desarrollo de la sociedad y a la realización plena del hombre. La palabra es vanguardia de toda acción. Las grandes acciones, las que transforman de raíz, espíritus, hombres y estructuras, son la suma de muchas voluntades hilvanadas por la palabra”. Fragmento de “Oratoria”, de José Dávalos
El Movimiento Antorchista llevó a cabo una Jornada Nacional de Oratoria donde jóvenes, amas de casa, obreros, campesinos, estudiantes, profesionistas y activistas participaron con entusiasmo, exponiendo con elocuencia muy diversos temas, sobresaliendo la problemática que aqueja a cada uno de los sectores allí representados, problemas viejos que con el gobierno actual se agudizaron. El grito y la exigencia general es de justicia.
El Movimiento Antorchista, desde su surgimiento mismo, ha promovido este arte entre sus agremiados porque sabe que un buen orador ayudará a convencer a su público de la necesidad de organizarse para resolver algunos de los problemas más sentidos del pueblo trabajador.
Los antorchistas queremos cambiar la sociedad injusta en la que vivimos, esta sociedad donde los ricos cada día son más ricos y los pobres más pobres. La tarea no es fácil pero poco a poco contaremos con otros y otros que se sumen a ella. Pese a los ataques feroces de que hemos sido víctimas, prácticamente desde el surgimiento de nuestro movimiento, siempre hemos avanzado a brazo partido, en contra corriente pues los enemigos surgen por todas partes, hemos sorteado en casi 50 años de lucha muchos obstáculos. No nos detendrán.
Digo que no podrán detenernos porque todos los intentos de los enemigos de clase que lo han intentado han fracasado; hoy estamos viviendo y sufriendo los ataques directos desde la más alta tribuna del país, desde la cabeza del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que desde el púlpito de las mañaneras nos calumnia. Hemos contabilizado 200 ataques del presidente, a los que, una y otra vez, se les ha dado puntual respuesta por parte de nuestro líder nacional: el Ing. Aquiles Córdova Morán, también por parte del vocero nacional, Homero Aguirre Enríquez.
Se le ha exigido a López Obrador que demuestre sus afirmaciones, y hasta el día de hoy, a más de cuatro años en el gobierno, no ha podido comprobar una sola de sus mentiras, y tampoco podrá hacerlo. En primer lugar porque todo lo gestionado por Antorcha llegó a manos de sus destinatarios, son miles de personas que mejoraron su vivienda, que recibieron un apoyo en fertilizantes, en plaguicidas y herbicidas, miles de escuelas construidas, casas de estudiantes, apoyos para vivienda, pavimentaciones, electrificaciones, aguas potables, pozos, techumbres. La obra gestionada a lo largo de los años de lucha ha sido enorme y ahí está en beneficio de antorchistas y no antorchistas.
Si AMLO se dedicara a trabajar nos dejaría de atacar un día sí y otro también. Como no puede gobernar, desafortunadamente, en todo estamos mal, en economía estamos sufriendo una muy alta escalada de precios, todo está mucho más caro ahora, en la atención a la salud, cada vez peor, no hay medicamentos en los hospitales, ni médicos, la violencia permea en todos los rincones del país, la educación cada día peor.
El pasado 12 de abril, fueron asesinados los integrantes de una familia de antorchistas ejemplares en Guerrero, nuestros compañeros: Conrado N., su esposa Mercedes N., y su pequeño hijo de seis años. Exigimos que se castigue a los responsables de este cruel asesinato, exigimos justicia.
Nuestros compañeros no tenían enemigos personales, no tenían nexos con ningún grupo criminal, eran activistas de los mejores, organizaban a la gente para beneficio de los agremiados a Antorcha. Exigimos justicia y cese la calumnia desde las mañaneras, porque las palabras también matan, las palabras se convierten en acciones.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario