El pasado primero de septiembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) rindió su Cuarto Informe de Gobierno. En realidad, se la pasa dando informes todos los santos días a través de sus desgastadas mañaneras que, de lunes a viernes, nos empuja a la de a fuerza, así como en sus giras de fin de semana, en las que se placea con la venia de los gobernadores, que le preparan la plaza en combinación con los súper delegados.
En esas giras, López Obrador se luce como el paladín de las causas perdidas; lo mismo alaba al gobernador que a su presidente municipal, a las Fuerzas Armadas, que a la Marina, despotrica contra los conservadores, los fifís, la clase media, o contra los aspiracionistas, sin dejar de mencionar a sus más acérrimos adversarios, los opositores.
¿Quiénes son los opositores?; a una gran pregunta, una gran respuesta. los opositores somos todos aquellos que no estamos de acuerdo con el modelo de país que él representa. Ah, pero es el escenario perfecto para lucir a sus corcholatas (así las bautizó), a ese grupito de políticos mediocres, que, según él, tienen lo necesario y cubren todos los perfiles, para sucederlo en la presidencia, por extraño que parezca, el destape ya es tema del día, ya que él, lo ha adelantado dos años por lo menos y, así, ha creado otro distractor (uno más).
La realidad es que AMLO, nada, o casi nada tiene que informar de positivo, las verdaderas cifras son alarmantes en todos sentidos y digo, las verdaderas, porque todos sabemos de su compulsión por mentir, sí, AMLO es mitómano, su mitomanía, lo lleva a decir de manera constante mentira tras mentira, así que, de su desquiciada verborrea, tenemos que buscar la verdad entre tanta mentira, al igual que se busca una aguja en un pajar, así de difícil resulta encontrarla. Pero revisemos los datos de su informe y comparémoslos con “los otros datos”. El pasado día primero, ante un grupo de incondicionales, presentó un informe hecho a modo para la adulación y el aplauso, cargado de datos positivos y luchas contra los enemigos de siempre y, así, como es común en él, la llenó de afirmaciones falsas, o bien engañosas y que, además, no pueden verificarse.
Menciona que ya no se tolera la corrupción; entonces preguntamos y, ¿El enriquecimiento ilícito e inexplicable de sus colaboradores cercanos, familiares e hijos?, esos que no pueden explicar de manera fehaciente de donde salió tanto dinero para comprarse tantas propiedades como Manuel Bartlett, secretario de CFE, o los más de cien vehículos de colección de Alejandro Gertz Manero, el flamante fiscal de la república, o la extitular de la Secretaría de la Función Pública , Irma Eréndira Sandoval, que cuenta con 6 propiedades que rebasan los 60 millones de pesos y las numerosas propiedades de Santiago Nieto, el ex titular de la UIF.
Y qué de los contratos asignados de manera directa a Felipa Obrador Olán, prima hermana del presidente. Y qué, de los sobres con dinero que les fueron entregados a Pio y Martín López Obrador, si bien es cierto, que esas grabaciones son de hace 7 años, la verdad es que hasta hoy, han evadido la ley. Y si hablamos de sus retoños, ese asunto es más escabroso, ya que de acuerdo con una entrevista que le realizó el Grupo Imagen a José Ramón López Beltrán, el hijo mayor de AMLO el día de las elecciones, confesó que no sabía a qué se iba a dedicar y, al poco tiempo presumió viajes al extranjero en avionetas privadas, así como autos de lujo y su impresionante casa en Houston. Sacar el pañuelito blanco, es lo menos, una falta de respeto al considerar que el pueblo es poco menos que idiota.
AMLO, también mencionó que se ha reducido la incidencia delictiva, otra afirmación falsa, comparémosla con su acérrimo enemigo, en todo el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012) el gobierno calderonista, reconoció 64 mil 786 muertes, relacionadas con la lucha al crimen organizado, Adela Navarro directora del Semanario Zeta, la fijó en 83 mil.
Hasta el día 20 de junio del año en curso, el gobierno de AMLO, supera los 121 655 homicidios y feminicidios, así lo aceptó Rosa Icela Rodríguez, la secretaria de Seguridad Pública. Entonces eso de que “se ha reducido la incidencia delictiva”, es una verdadera tomada de pelo. Ahora el gobierno actual, optó por la política de dejar hacer, calculó, que si no intervenía o atacaba al crimen organizado (CO) este no se metería ni con el gobierno, ni con la población, atajo de ignorantes, acusarlos con la abuelita, no funcionó, dejaron a la nación entera en manos del CO, que ahora es dueña de regiones completas, actúan con total impunidad y hasta tuercen el curso de las elecciones, claro a favor del partido en el poder y son recompensados no combatiéndolos, porque se portaron bien.
Si creemos que la fiscalía actúa con absoluta independencia, como él afirmó en su IV Informe, también podemos creer que la tierra es plana, porque hemos visto que Alejandro Gertz Manero, ha convertido la Fiscalía en el aparato represor del gobierno, que en complicidad con la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y el Servicio de Administración Tributaria (SAT) acusa, ataca y encarcela a sus opositores, así, por una añeja disputa con Rosario Robles, la encerró por tres largos años, por un delito que bien pudo llevar su proceso en libertad, pero como era la pareja sentimental de Carlos Ahumada, aquel empresario argentino que dio a conocer los videos donde entregaba sobornos a René Bejarano, el hombre fuerte de AMLO y a Carlos Imaz ex esposo de Claudia Sheinbaum por cierto, la “corcholata” favorita del macuspano, pues entonces para ella, todo el peso de la ley.
O bien, baste recordar la horrenda persecución que les hizo a su cuñada Laura Morán de 94 años y a su sobrina Alejandra Cuevas de 67 años, a la que mantuvo en una celda, acusada de haber propiciado la muerte de su propio padre, que era a la vez, hermano del fiscal Gertz. Finalmente, después de demostrarse la ignominia, la Suprema Corte de Justicia le canceló la orden de aprehensión contra doña Laura y liberó de manera inmediata a su hija Alejandra. Así como su ataque frontal contra la comunidad científica, que tiempo atrás le había rechazado la solicitud de ser investigador de nivel III en el Sistema Nacional de Investigadores y, solo porque no tiene la capacidad para serlo. O su lucha personal contra el otrora hombre fuerte de la presidencia, Julio Scherer, con quien se ha enfrentado hasta el grado de hacerlo renunciar a la Consejería Jurídica. O la persecución que le hizo a Doña Silvia Pinal acusándola de fraude. Y así hasta el infinito.
De manera ofensiva, AMLO alardeó, que “se están construyendo uno de los mejores sistemas de salud del mundo”, cuando todos sabemos que desmanteló el sistema que ya existía, con sus fallas, pero existía cobertura de vacunas, así como quimioterapias para niños con cáncer y la atención era gratuita, así como los medicamentos. Tenía fallas y errores, pero era más fácil corregirlos que desmantelar todo lo ya habido y, escogió lo segundo, recordemos que a inicio de su gobierno prometió que México tendría un sistema de salud semejante al de Dinamarca y Noruega, AMLO en complicidad del subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, destruyeron en un tris, lo que había costado años crear y, del sistema de Salud del primer mundo, solo quedó para la chanza.
“Se ha logrado aminorar la desigualdad y la pobreza” dijo ante una nación que mira como la brecha entre los que tienen todo y los que casi nada tienen, se hace cada vez más grande, de la clase media, no está quedando nada, además de atacarla con denuedo, acusándola de aspiracionista.
En materia de economía, AMLO ignora hasta lo más elemental, en el año 2019, el crecimiento económico medio, fue de 0.0 por ciento y, después se fue a pique, sufrimos una contracción de la economía de -8.2 por ciento en el 2020, así que celebrar y decir que vamos bien porque el año pasado crecimos apenas el 1.9 por ciento es querer darle un enfoque, que no tiene, el vaso ni siquiera está a la mitad, para decir que está medio lleno y no medio vacío. Llegamos al IV Informe y nos encontramos con un país peor del que encontró. Su incapacidad de gobernar nos está dejando en una verdadera situación precaria que ahora tratará de normalizarla con distractores y culpando a los ex presidentes de todo lo malo, incluyendo sus propias torpezas.
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