Es muy preocupante la situación crítica que viven los compatriotas de Tabasco a más de 60 días de haber sufrido una tremenda inundación, donde familias completas perdieron todos sus enseres domésticos y demás pertenencias. Las torrenciales lluvias causadas por los huracanes "Eta” e "Iota” que azotaron está región, acumularon tanta agua en las presas que, al tratar de desaguar por la presión, ya conocemos el daño causado, y las víctimas que suman por miles, en los 17 municipios que tiene Tabasco. Ante tal magnitud del desastre, el Gobierno federal ha mostrado una indolencia total hacia su pueblo en desgracia, que pasma a sus propios simpatizantes. Los medios electrónicos dan cuenta diaria de esto al difundir imágenes de la inundación, donde el agua llega a niveles de desesperación; esto ante un gobierno que prometió: "por el bien de todos primero los pobres&rdquo, frase que ahora suena hueca, vacía, como una monstruosa mentira, que abona al cinismo oficial. Fue claro que se prefirió inundar las áreas más pobres, pero sin ningún plan efectivo de evacuación para amortiguar los daños, las pérdidas de vacas, gallinas y otros animales domésticos que ayudaban a la economía de la población.
¿Realmente este Gobierno morenista, de Andrés Manuel López Obrador, es un gobierno de los pobres tal como pregona? Veamos. La cancelación de programas sociales desde el año pasado, con el argumento de corrupción y sin probar nada, como fue el caso de las guarderías infantiles, que en mucho ayudaba a las madres trabajadoras; los comedores comunitarios, que era un alivio para mitigar el hambre diario; programas de apoyo a las mujeres maltratadas; programas de salud y quimioterapias para los que padecen cáncer, diabetes y un largo etcétera; muestran cuán lejos se está del discurso de campaña. La cancelación del Ramo 23, que era una partida presupuestal federal, para la realización de obra pública e infraestructura básica, que este año está en completo abandono. Y en este año, por si fuera poco, el gobierno de la cuarta transformación, desapareció también, más de 109 fideicomisos, afectando proyectos de cultura e investigación a largo plazo, con lo que atrasa el desarrollo de nuestro país, pues cada día nos volvemos más dependientes de la tecnología extranjera. Pero además resulta que ahora, en situaciones de emergencia, como sismos, sequías o huracanes, como es el caso Tabasco, no se tiene etiquetado recursos económicos para hacer frente a tales contingencias naturales, porque fue cancelado el Fonden. Ahora, a cuentagotas está llegando la ayuda a Tabasco. El Movimiento Antorchista Nacional se solidariza con los damnificados del pueblo hermano de Tabasco que está sufriendo la perdida de lo poco que tenía, por lo tanto, aprovecho aquí, y hacemos un llamado nacional para recabar alimentos no perecederos, medicinas no caducadas, ropa, calzados, productos de higiene, agua embotellada etc. Todos apoyemos a Tabasco.
Mucha gente se solidarizó con el llamado del líder nacional del Movimiento Antorchista, el ingeniero Aquiles Córdoba Morán, para recabar víveres que ya se enviaron a Tabasco. Un gran ejemplo de hermandad son los municipios de Chimalhuacán e Ixtapaluca, del Estado de México, municipios gobernados por presidentes municipales emanados de las filas Antorcha, que están enviando toneladas de productos que ayudarán a las familias que están en desgracia. Los antorchistas del estado de Colima también nos sumamos a esta campaña de solidaridad. El llamado del dirigente estatal del antorchismo colimense, el profesor Luis Enrique López Carreón, fue claro: "invitamos al pueblo de Colima apoyar con productos no perecederos. El pueblo de Tabasco nos necesita. Hemos instalado, centros de acopio en el municipio de Minatitlán, en Manzanillo y aquí en la capital”. Colonia como Parajes Sur, Barrio Alto del centro de la ciudad, y otras muchas, nos sumamos con gusto a esta noble tarea. Hoy por Tabasco y mañana por nosotros.
"Sólo el pueblo organizado y consciente de su clase social, puede redimirse&rdquo, así dijo el líder nacional de los antorchista, cuando afirmó que ningún caudillo, ningún líder por iluminado que se crea, podrá jamás él solo, hacer un cambio social; es necesario la participación activa del pueblo trabajador, de la masa; y que sea el pueblo mismo, quien elija a sus verdaderos representantes, que conozcan y vivan las necesidades de su pueblo, para que propongan un proyecto claro de nación; tal como lo propone el Movimiento Antorchista Nacional con su proyecto: empleos para todos los que quieran trabajar; salario justo y remunerador; una política fiscal progresiva, donde paguen más los que más ganan; y reorientación del gasto público hacia los más pobres. Un proyecto así de claro es lo que necesita el país, y los habitantes de Tabasco también.
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