La situación debido a la inundación en Chalco, Estado de México, es cada vez más grave. Una vecina de la colonia Jacalones (una de las zonas más afectadas) expresó con lágrimas en los ojos que ya no podían, que estaban cansados tratando de sacar el agua negra de sus viviendas.
Algunos de sus vecinos no han podido ir a trabajar por la complicada situación que viven. Lo han perdido todo. No tienen más que mirar cómo sus pertenencias flotan entre basura y heces fecales.
Están abandonados a su suerte por todos los niveles de gobierno, a pesar de las dos visitas realizadas por la gobernadora Delfina Gómez, que se tardó más de 20 días en reaccionar.
Pilar Ríos, de la colonia Tres Marías, expresó que los vecinos no quieren a funcionarios de escritorio que solo vayan a tomar fotos del agua en los domicilios, sino gente que ayude a rescatar a los vecinos inundados.
“La gente ya está muy agotada, trabajamos de día y de noche para sacar el agua. Los funcionarios del Gobierno no traían material necesario y tuvimos que cooperar para comprar una manguera que nos costó más de cinco mil pesos. Hay gente que ya lo perdió todo. Estamos muy cansados”, dijo mientras miraba el agua estancada en la calle.
El presidente municipal (que está por terminar su segunda gestión como alcalde), Miguel Gutiérrez, pidió que se declare al municipio como “estado de emergencia” porque la gente está viviendo inundada por “aguas fecales” (Grupo Fórmula, 20 de agosto).
Los vecinos, en su desesperación por la falta de ayuda gubernamental, han decidido bloquear avenidas principales, lo que ha provocado kilométricas filas de autos particulares y camiones de transporte de mercancías, los cuales han estado varados por muchas horas al día.
Este es un drama que se pudo evitar. Desde el año 2022, el gobierno de Alfredo del Mazo anunció una inversión de 115 millones de pesos para rehabilitar y adaptar a las necesidades actuales el colector Solidaridad, principal desagüe de toda esta zona.
Además de esto, los vecinos exigieron desde ese mismo año el mantenimiento del mismo “aprovechando” las obras del Trolebús Santa Martha-Chalco, el cual lleva casi dos años de retraso.
Sin embargo, el Gobierno estatal canceló no sólo la millonaria obra, sino que también dejó de dar mantenimiento a las redes de drenaje, lo cual provocó esta catástrofe que inició en la colonia Culturas de México, la cual cuenta con unas cinco mil viviendas; después afectó a Jardines de Chalco (unas 7 mil viviendas); luego avanzó a otras colonias, como Jacalones 1 y 2, Guadalupana, San Isidro, Covadonga, entre otras, es decir, las afectadas son unas 50 mil personas.
A pesar de ello, el gobierno morenista de Delfina Gómez no reaccionó a tiempo para remediar la situación, sino hasta 20 días después en que la gobernadora se presentó muy oronda; además, el gobierno morenista de los tres niveles (federal, estatal y municipal) no movilizó masivamente personal para ayudar a la gente ante la tragedia; incluso a pesar de que la mayoría de los municipios vecinos es morenista.
Y aunque no fuera así, la administración estatal de Delfina Gómez podía ordenar la ayuda; sin embargo no lo hizo, prefirió usar la táctica lopezobradorista de esperar a que los desastres sanen solos con el tiempo y, si no sanan, que se olviden, después de todo en Chalco arrasó en votos la candidata presidencial el pasado 2 de junio.
Se pudo evitar si no se hubiera cancelado el recurso asignado, o en su defecto se le hubiera dado mantenimiento al colector, y se pudo ayudar de forma rápida y eficiente si se hubiera movilizado a toda la fuerza de los funcionarios de municipios aledaños, junto con sus recursos materiales, los cuales son pagados con el dinero del pueblo. Pero ni una cosa ni otra.
Otra situación preocupante es que Morena se dedicó a destruir toda oposición a su gobierno, al grado que en Chalco no existe ningún liderazgo, ningún grupo (aun mínimo) que tuviera la capacidad de gestionar con prontitud las soluciones que los vecinos necesitan, ya no para que les den soluciones rápidas, sino para levantar la voz con más fuerza y velocidad y exigir esas soluciones.
A nivel regional, también es sorprendente el silencio de alcaldes, políticos sin cargo y hasta intelectuales (que “abundan” en la zona Volcanes), que no dicen nada en apoyo a los afectados.
El 20 de agosto, López Obrador dijo en su conferencia “mañanera”, entre sonrisas, que se le está dando atención a la gente.
Pero los vecinos no ven que se les atienda ni que les llegue ayuda a sus colonias. Piden que entre el Ejército; solicitan ayuda urgente mientras respiran entre el maloliente ambiente y caminan hundidos en el agua sucia, resultado inevitable de la incompetencia del gobierno de Delfina Gómez, cuyos intereses no son en favor de los trabajadores, no son para beneficiar al pueblo a quien tienen como un simple botín electoral.
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