MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Informes políticos: mucha forma, poco fondo

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Se ha vuelto una tradición, de esas poco sensatas; una costumbre más o menos arraigada en la ociosidad y la ignorancia colectiva, algo así como la creencia en los Reyes Magos o Santa Claus; los asistentes concurren ilusionados a celebrar los éxitos gubernamentales, estrambóticamente aplauden hasta que les arden las manos, gritan elogios hasta quedar afónicos, celebran de la forma más conspicua los detalles más triviales, las acciones más superfluas, es más, los dichos más infumables, clichés, jerga queda bien, palabras rimbombantes, etcétera, toda una fiesta del ego, una pasarela de vanidades.

Me refiero a los informes de gobierno, del nivel que sea (nacional, estatal o municipal) o de la responsabilidad que ofrezca (ejecutivo, legislativo y judicial), tal parece que se han puesto de acuerdo y todos bailan al mismo son, y disfrutan su estancia en el cieno sin importarles que los demás los vean.

Así es como, en este contexto, los alcaldes sudcalifornianos nos sorprendieron, en días pasados, con la notoriedad de sus eventos para rendir cuentas. 

La presidenta municipal de La Paz, Milena Quiroga, por ejemplo, dijo que se controló el desabasto de agua (claro está, en las colonias donde existe red de agua, porque en las que no gozan de este privilegio, aún la pipa tarda más de un mes sin abastecerlos del vital líquido); dijo que han atendido a miles de paceños en las audiencias ciudadanas (eso sí, no mencionó cuántos problemas y de qué magnitud se han resuelto); comentó que se resolvió el problema de la basura, el alumbrado público y la inseguridad, y cualquier paceño de a pie sabe que eso no es cierto, o por lo menos, no del todo cierto, siguen existiendo colonias donde no llega el camión de la basura, muchas de las cuales son verdaderos muladares, otras en donde no se ha resuelto el problema del alumbrado y las colonias parecen cuentos de terror de Óscar Wilde, y finalmente, la inseguridad está desbordada, o ¿a poco ya olvidó el caso de la doctora abusada sexualmente en su propia clínica donde realizaba su trabajo?

Los políticos tradicionales están más preocupados por ganar fama que por gobernar bien. Y para ello utilizan todos los mecanismos de comunicación para posar en familia (la familia pequeñoburguesa como prototipo ideal), como hombres o mujeres que aplicarán la ley hasta sus últimas consecuencias, "a mí no temblará la mano", para dar la idea de honorabilidad, de justicia y fuerza. Pero, también los hay que apelan a las poses, y así gustan vestir trajes hechos a la medida, guayaberas, huipiles, etcétera.

Otros, apelan al discurso pausado, lento, suave, hay quien lo prefiere estentóreo o francamente belicoso, rayando a veces en lo pendenciero y bravucón. En fin, que nuestros políticos se distinguen por ser expertos en el arte de la persuasión retórica, con poses, es decir, de a mentiritas, como nuestro secretario general de gobierno de Baja California Sur, Homero Davis Castro, entregando el informe al congreso.

Por eso, los mexicanos y, claro, los sudcaliforniano incluidos debemos aprender a distinguirlos bien, y saber distinguir la verdad de la mentira, aprender por ejemplo que, cuando un político desea granjearse el voto y apela a que, éste o ésta es verdadero sudcaliforniano (cuestión que, de inicio podría estar a discusión, toda vez que el mestizaje y la globalización generan muchísimos lazos de consanguinidad), debemos preguntarnos: ¿Es verdadera garantía de que hará bien las cosas que, el eventual gobernante sea de aquí o sea de allá? ¡Claro que el origen no es garantía!

Debemos estar bien avispados exigiendo verdaderas propuestas, no utopías; verdaderos proyectos, no improvisaciones; debemos exigir claridad de ideas, y no una mezcla amorfa de no sé cuántas cosas que traen en la cabeza nuestros gobernantes de hoy; que si soy morenista soy bueno, que si soy priista malo; que si soy de unos soy conservador, y de otros un Revolucionario, y bla, bla, bla...

Eso no sirve. Para fortuna de toda la vida no es así, no acepta solo nuestras categorías de hígado, sino que se desenvuelve confirme nosotros la vamos descubriendo. 

Hoy toman mayor relevancia estos hechos. La clase en el poder, amparada en la bandera de "pureza, justicia y moralidad", popularmente conocida como la 4T, Morena o, simplemente, Andrés Manuel López Obrador, la misma que llegó al poder democráticamente, en elecciones justas, de las que nadie ha regateado un ápice de su avasallador triunfo, hoy que tienen la sartén por el mango, desean cambian las reglas del juego y hacerse con el poder hegemónico a como dé lugar, haciendo añicos si es necesario las instituciones emblema de los mexicanos, pisoteando la soberanía de la patria e imponiendo solo el capricho del mandamás.

Es decir, desean aniquilar al INE, contra el cuál han emprendido una Santa Cruzada, le han declarado la guerra al "árbitro de las elecciones", simple y sencillamente porque éste es imparcial y no obedece ciega y afrentosamente al Mesías. Los morenistas deseas volver al pasado a México, a ese pasado gris, pantanoso y ruin del cual venimos.

Pero aquí está Antorcha para decir basta. Los mexicanos no estamos dispuestos a sufrir una tiranía como las muchas que hemos vivido, Cristóbal Colón, Santa Ana, Maximiliano, Porfirio Díaz, Victoriano Huerta, o la dictadura perfecta de casi 80 años, igualmente humillante que a la que ahora, López Obrador y cofradía nos quiere someter.

En fin, personajes de dudosísima reputación que ayer y hoy han gobernado, solo han cambiado de color en el pecho y en los utilitarios, pero, sus ideas viejas siguen pululando en sus mentes, por eso urge un golpe de timón, que el pueblo tome en sus manos verdaderamente la defensa de sus intereses, que se organice y luche por una vida mejor, la que siempre hemos merecido y que nos han negado por siempre. 

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