MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Indígenas, tras de molidos, apaleados

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Las palabras clásicas de todos los gobiernos cuando las cosas en el aspecto económico no le salen bien -que son la mayoría de las veces- son: "nos apretaremos el cinturón" y somos un gobierno eficiente y capaz de "hacer más con menos"; pero obvio, nunca pasa eso y como siempre los que pagan las consecuencias de sus malas políticas económicas neoliberales, de su ineficiencia y ambición de enriquecimiento personal con dinero del pueblo termina pagándolas el pueblo trabajador.
En lo que va del gobierno de Enrique Peña Nieto, el gasto programado ha sido recortado ya en varias ocasiones: en enero de 2015 se recortaron 124 mil 300 millones de pesos al gasto público por el recorte, a su vez, en la meta de crecimiento de la economía mexicana. En este año Pemex tuvo 62 mil millones de pesos menos y la CFE se quedó sin 10 mil millones de pesos. La dependencia que más resintió los efectos fue Comunicaciones y Transportes con 11 mil 820 millones.
En el presupuesto de egresos de 2016, se recortaron 97 mil millones de pesos. La SCT y el campo fueron los más afectados durante la discusión en el Congreso de la Unión. En febrero de 2016, se anunció un recorte adicional por 132 mil 300 millones de pesos, equivalente al 0.7 por ciento de Producto Interno Bruto propiciado por el contexto de volatilidad y depreciación del peso frente al dólar y la caída de los precios del petróleo, resultando Pemex el más castigado, con un recorte de 100 mil millones de pesos, mientras que el gasto del gobierno federal tendría una reducción de 32 mil 300 millones.
Para junio de 2016, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray informó de un recorte de 31 mil 715 millones de pesos para cumplir con las metas de déficit público que tiene el gobierno y en respuesta al ‘Brexit’. Esta vez, Pemex quedó fuera del ‘tijeretazo’ y 91.7 por ciento se cargará al gasto de gobierno federal y desde ahora se anuncia ya para 2017, un recorte de 175 mil 100 millones de pesos, pues se espera turbulencia económica para el próximo año y el precio del barril del petróleo estimado en 35 dólares.

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Lo grave de todo esto es que la población más perjudicada con esta reingeniería, según la secretaría de hacienda, son las clases más necesitadas, los menos tomados en cuenta por el gobierno. A educación pública por ejemplo, se le han recortado 9 mil 500 millones de pesos; a la salud, ya de por sí muy mala, se le han recortado 8 mil 562 millones de pesos; al sector del campo 8 mil 200 millones de pesos; para inversión de Pemex 100 mil millones de pesos y el colmo, para los pobres entre los pobres, a la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas que de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, enfrenta en un 95% algún tipo de carencia, como seguridad social, vivienda, alimentación o rezago educativo.
En Querétaro de un total de 510 millones de pesos asignados a la delegación de la CDI para el impulso de aproximadamente 305 proyectos productivos y obras de infraestructura básica como agua potable, drenaje, energía eléctrica y pavimento de caminos en los municipios de Amealco, Tolimán, Cadereyta, Pinal de Amoles, etcétera, dicho presupuesto se ha reducido en un 30 por ciento, por lo que deberán recortarse metas y esperar para ver si en el siguiente año se autorizan nuevos recursos a fin de continuar con los proyectos.
Todos sabemos que el que los servidores públicos digan que se aprietan el cinturón es demagogia barata, que están allí para despacharse hasta la saciedad, mientras los indígenas, molidos y apaleados como la inmensidad de los mexicanos, que carecen de lo más indispensable, han aprendido con el paso del tiempo que no por ser pobres son menos poderosos y tarde o temprano se cobraran la factura a los políticos.
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