MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Indiferencia del Gobierno de Yucatán provocará manifestaciones

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“No puede haber dos yucatanes, uno pobre y otro en prosperidad, ese será el reto en el 2022”. Esas fueron las palabras que pronunció, prometedoramente, el panista Mauricio Vila Dosal, gobernador de Yucatán, durante su Tercer Informe de Gobierno que rindió a inicios de este año, asimismo, aseguró que en el “corto plazo” la pobreza y la marginación se reduciría, porque al mismo tiempo que se promueve en el Estado la atracción de inversiones, también se impulsan los programas de desarrollo y asistencia social que ayudan a las familias más pobres. 

Paradójicamente, en lo que va de la administración de Vila Dosal, en Yucatán la pobreza aumentó a un 49.5 por ciento, según lo reconoció el entonces secretario de Desarrollo Social, Roger Torres Peniche, asimismo, expuso que en el último censo, Yucatán pasó de 993 mil 200 pobres que representa el 44 por ciento en 2018, a un millón 156 mil 900 en 2020, observando que la cifra ascendió a 49.5 por ciento, es decir, 164 mil yucatecos más pasaron a vivir en situación de pobreza, con rezago educativo, carencias de servicios de salud, sin acceso a seguridad social, sin vivienda, ni servicios básicos y a una alimentación que adolece de ser nutritiva y de calidad. 

En este contexto, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) indicó específicamente que en la última década, la pobreza alimentaria creció un 29 por ciento en los municipios de la Península; en donde destaca que Yucatán es la entidad con el mayor número de municipios en el que se expandió la pobreza nutricional en los últimos años, que ascendió a 32 municipios de los 106 que integran el Estado; al respecto, destaca alarmantemente que Tahdziú es el municipio más pobre, allí más del 90 por ciento de su población vive con carencias sociales, y el poco dinero con el que cuentan no les alcanza para comer.

Desde otro frente, la pobreza laboral también acecha a los yucatecos, toda vez que la Entidad ocupa un deshonroso onceavo lugar entre las 32 entidades del país con mayor porcentaje de su población en esta condición; es decir, que su salario no les permite adquirir la canasta básica alimentaria, esto a pesar de haber alcanzado y superado los ocho mil empleos perdidos en el momento más difícil de la pandemia.

La realidad no miente y estos datos alarmantes sacan a relucir los engaños del gobernador Vila Dosal, toda vez que se sabe que cerca de la mitad de los yucatecos viven en algún grado de pobreza y que miles de ciudadanos de esa entidad, de quienes no se dice nada, viven en la informalidad; considerando lo anterior, es mentira que en Yucatán las cosas estén cambiando para bien, que la ciudadanía vive feliz y menos sabiendo que cada día los responsables del hogar tienen que buscar la forma de cómo obtener ingresos suficientes para solventar los gastos de la familia ante esta calamidad, ¿qué ciudadano es feliz viviendo en la miseria?

Ante esto, llama la atención el recientemente supuesto “estudio” que hizo la organización “México Elige” en donde el panista Vila Dosal encabeza las encuestas que lo ubican como el mejor Gobernador del país, sin embargo, en la vida cotidiana los yucatecos experimentan otra realidad, aquella en la que no son atendidos por las autoridades estatales y que perjudica más a los que apenas les alcanza para sobrevivir, que son los más pobres, a los que no se les toma en cuenta, y quienes forman parte de las estadísticas de los que menos o nada tienen.

Por tal motivo, el Movimiento Antorchista ha manifestado reiteradamente su preocupación y ha denunciado que no hay acciones reales por parte del Gobierno de Yucatán para abatir las condiciones de pobreza que arremeten fuertemente contra el pueblo yucateco, y todo indica, por la forma en que se siguen dirigiendo las decisiones políticas, que las cosas van a empeorar.

Al respecto, cabe resaltar que después de tres años de Gobierno, hasta el momento Vila Dosal no ha sido capaz de recibir a los dirigentes y representantes del antorchismo y solamente funcionarios menores los han atendido, diciendo que revisarán el pliego de peticiones, pero tampoco han sido capaces, ni se ha visto sus intenciones para resolverle a los peticionarios. Por tal motivo, desde el pasado 12 de enero, el antorchismo en Yucatán retomó su lucha entregando su pliego petitorio por tercer año consecutivo. 

Son muchos años de olvido al pueblo yucateco y es justo y necesario que el actual Gobierno voltee a ver las necesidades que existen en todos los rincones de la entidad y que no sólo quede en el discurso que en el 2022 va a sacar de la pobreza a los yucatecos, cuando el tiempo avanza y los males de la población se agravan sin que se cumpla lo que ofreció el mandatario en su Tercer Informe de Gobierno.

Los antorchistas reclaman que es inadmisible para el pueblo que esos males que prometió erradicar el Gobierno de Yucatán no se aprecien en progreso y bienestar para sus familias, por ello reza un refrán popular que dice que “del dicho al hecho hay mucho trecho”. El tiempo pasó, y después de tres años, el lema “Juntos transformaremos a Yucatán”, quedó en el olvido, toda vez que miles de familias que creyeron en las promesas de que trabajaría para mejorar las condiciones de vida de los más pobres, las promesas siguen sin hacerse realidad. 

Por todo lo anterior, sería un grave error que el Gobernador no cumpla con su palabra empeñada, por lo que le hago el llamado a que recapacite, escuche el clamor popular de miles de antorchistas que demandan mejores condiciones de vida. Porque la pobreza, señor Gobernador, es latente y ante tal situación, el ánimo del pueblo organizado ya no está como para que se siga prolongando la solución de sus justas peticiones.

Porque con las demandas del pueblo no se juega y escamotea, por ello el próximo 21 de abril, por lo pronto, una representación de obreros, campesinos, colonos, amas de casa, estudiantes y profesionistas organizados, realizarán una marcha que saldrá del Parque de Santa Ana hasta el Palacio de Gobierno; si en verdad hubiera voluntad por parte del mandatario estatal y hacer cumplir que en 2022 acabaría con la pobreza, ya hubiera resuelto, pero vemos que esto no es así. Gobernador Vila Dosal, tiene usted la última palabra. Antorcha Deixis.

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