MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Incierto regreso a clases

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Este regreso a clases será uno de los más grandes retos, tanto para la comunidad estudiantil como para los padres de familia y los maestros, pues después de enfrentar la pandemia por más de dos largos años y de cancelar la asistencia de 3.2 millones de estudiantes de todos los niveles educativos a nivel nacional, hoy ya es un acuerdo el regreso a clases de forma presencial, lo cual incluye gastos en la economía familiar que habían dado tregua durante el confinamiento.

La compra de útiles escolares como mochilas, uniformes, cuadernos, plumas, libros y otros materiales necesarios para la educación presentan una acelerada inflación de precios. Tan solo en los cuadernos, de acuerdo con un análisis de la plataforma de ofertas y descuentos Tiendeo, incrementaron su precio hasta un 123 por ciento, además de que es el artículo de la lista de útiles que aparece entre los 5 productos con mayor demanda por el regreso a clases.

El periódico digital Forbes.mx señala que “para los útiles que será necesario comprar, las familias desembolsarán entre 700 y 1,300 pesos por cada hijo”, ahora imagínese el gasto de una familia que tiene tres hijos. Mientras que, para el uniforme y otros accesorios escolares como mochilas y loncheras, el gasto ascenderá hasta 3,000 pesos por estudiante. Este mismo medio añade que, para solventar el gasto, 4 de cada 10 mexicanos adquirirán una deuda ya sea a través de un crédito de nómina, con un préstamo de un familiar o conocido, al banco o por internet, dando tarjetazo e incluso empeñando algún bien para tratar de adquirir lo necesario para que sus hijos puedan asistir a la escuela. Esto, sin duda alguna, genera una verdadera preocupación de los padres para solventar los gastos educativos, considerando el problema en la economía de las familias mexicanas.

Pero el gasto para la educación no termina aquí, hace falta sumar el pago de colegiaturas, que en algunos de los casos asciende hasta los 2,000 pesos en las universidades, mientras que este va descendiendo dependiendo el nivel educativo, es decir, la preparatoria, la primaria, el prescolar. Sin embargo, este no deja de ser un gasto económico para las familias y más cuando no se tiene un trabajo seguro.

Ahora con el tema de la pandemia, también hay que liderar con las cooperaciones voluntarias para la compra de gel antibacterial, cubrebocas, cloro, entre otros materiales que necesitan las escuelas para poder llevar a cabo de forma correcta el lavado de manos y con esto también tienen que lidiar los padres de familia.

A todo esto, el Gobierno federal no ha concretado un programa nacional que atienda a los estudiantes de todos los niveles para que nadie se quede sin estudiar, ni por la falta de útiles escolares o por no haber cubierto las cuotas escolares. Sin embargo, esto no ocurre y no está pensado, porque para el gobierno existen otras prioridades.

El gasto actual para las familias es alto y no conforme con esto también se recrudece en la alimentación, pues la inflación también aumentó el precio del huevo, un alimento esencial en el consumo de las familias mexicanas, y muy útil para realizar los lonches de los estudiantes.

Una prueba del desinterés por la educación fue la declaración del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), donde en un comunicado señaló, específicamente, que se les ha negado el acceso a los estudiantes en los planteles por tener el cabello largo o pintado y que, de todas las denuncias, se han radicado cinco quejas, al existir competencia legal del consejo y cumplirse los requisitos señalados en la Ley Federal para Prevenir y Erradicar la Discriminación. El Conapred detalló que las y los jóvenes, durante las clases a distancia decidieron dejarse crecer su cabello o pintárselo de algún color distinto, por lo que, con el regreso a las clases presenciales, se han presentado restricciones a sus derechos motivadas por su apariencia física, en ocasiones impidiendo el ingreso, permanencia y egreso de las escuelas.  Es necesario aclarar que este tipo de comportamiento alentado por las autoridades representa una distorsión del verdadero problema de la educación, y es utilizado para evitar el reclamo de una educación de calidad, con espacios adecuados y evitar las altas cuotas, pues es las autoridades educativas es lo que menos les interesa.

Por eso, se hace un llamado a los estudiantes a no contraponer su educación exigiendo ingresar a los planteles con el primer grito de la moda, sino centrar sus intereses en educarse de forma correcta, exigir al Gobierno Federal que los jóvenes que no puedan continuar estudiando tengan mejores y más oportunidades para hacerlo, pues solo un país educado, puede sacar adelante a un país entero.

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