Una de las características que distinguen al presidente Andrés Manuel López Obrador consiste en que sus opiniones son similares a las de los políticos del pasado a los que tanto desprecia, porque al igual que ellos, manipula la realidad según le convenga. Como él mismo reconoce sus puntos de vista son extremadamente optimistas, es decir, busca ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable, por lo que sus juicios distan mucho de ser realistas, expresadas por alguien que no acepta las cosas como son.
Lo peor es que AMLO al negar la realidad, está demostrando en los hechos que está plenamente convencido de que su gobierno está haciendo bien las cosas y que no hará ningún cambio en la conducción económica del país ni en su fallida estrategia para evitar la caída de la economía. Más bien, con sus discursos López Obrador pretende ganarse a los mexicanos para que se sumen al proyecto de Morena. Por lo que, ante los engaños y manipulaciones de López Obrador, se vuelve urgente sacar al pueblo de México del engaño y la manipulación de la 4T y enseñarlo a luchar por su verdadera liberación.
A inicios del presente mes, al ser cuestionado sobre un estudio del sector privado que señala que será un “sexenio perdido” en materia de crecimiento económico, el Presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó que la economía se encuentre en mal estado como señala el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado. Dijo “México está creciendo más que otros países, la inflación es menor que en Estados Unidos y Europa. Nuestra moneda no se ha devaluado vamos bien”.
Para los que no estamos familiarizados con términos técnicos, necesitamos investigar un poco lo que cuestionan los investigadores. De acuerdo con algunas fuentes, el crecimiento económico se refiere al incremento de ciertos indicadores, como la producción de bienes y servicios, el mayor consumo de energía, el ahorro, la inversión, una balanza comercial favorable, el aumento del consumo per cápita. La mejora de estos indicadores debería llevar teóricamente a un alza en los estándares de vida de la población.
Cabe destacar las consecuencias del crecimiento económico negativo. En términos técnicos y simples, una crisis es una caída del Producto Interno Bruto o un crecimiento negativo significativo, entre otros indicadores sociales y económicos. La mayoría de los individuos que viven día a día con los recursos extremadamente limitados reconocen sus características inmediatamente: pérdida o no generación de empleos, aumentos en los índices de criminalidad, servicios y bienes públicos de mala calidad o ausentes, y un malestar generalizado por la falta de ingresos suficientes para cubrir las necesidades vitales. Sin duda esta realidad es inocultable en nuestro país.
El Instituto de Información Estadística Informática y Geográfica de Jalisco (IIEG) informa, la población con ingreso inferior a la línea de pobreza extrema por ingresos en la entidad presentó un aumento relativo del 26.6%, al pasar de 5.9% en 2018 a 7.4% en 2020, lo que equivale a un monto de 139 mil 685 personas más en esa situación; alcanzando un total de 620 mil 841 al finalizar 2020. La población jalisciense con un ingreso inferior a la línea de pobreza por ingresos pasó de 36.1% a 41.2% entre 2018 y 2020, respectivamente; un incremento relativo del 14.1%. A lo largo del período, el volumen de población en esta condición aumentó 483 mil 620 personas, al pasar de 2.967 millones en 2018 a 3.451 en 2020.
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en 2018, en México había 52 millones de pobres. Y ya para 2020, los pronósticos de esta agencia latinoamericana para México no eran mejores: México tendrá la cuarta proporción más alta de población en pobreza de América Latina y el Caribe a partir de 2020. Dicha agencia tiene en cuenta dos razones: "La contracción de PIB del 9%, debido a la pandemia, y el hecho de que México ofrece el cuarto estímulo fiscal más bajo de los países de América Latina y el Caribe, estimado en 1.1 puntos del PIB". Para este 2022, la misma institución calcula que los pobres en México serán 58.1 millones, o sea, 2 y medio millones más que hace dos años y 6,1 más que al principio del mandato de AMLO.
Aunque especialistas en pobreza sostienen que en México existe un aproximado de 100 millones de personas que padecen algún grado de pobreza, quienes cuestionan ¿Qué tanto se ha podido reducir la pobreza con los programas sociales implementados? Afirman, éstos han sido “oportunos”, pero insuficientes. Con los programas sociales no se puede resolver un problema estructural de pobreza, que no solamente tiene que ver con la falta de actuación de este tipo de apoyos, sino con muy malos salarios. Toda vez que México es de los peores lugares en América Latina en materia de salarios, con jornadas laborales muy altas.
Los investigadores explican que se ha disparado la pobreza por dos importantes elementos: este Gobierno, al igual que los anteriores no quiere impulsar una reforma impositiva, a pesar de que el pago de impuestos en México es muy regresivo. Los ricos pagan muy pocos impuestos, casi todos los pagan la clase media y baja. La otra cuestión es que AMLO se decidió por grandes obras, como una refinería o el Tren Maya, como una apuesta a un desarrollo económico muy poco claro, que no se va a reflejar en un aumento sustancial del nivel de vida.
Con lo expuesto se puede concluir que el impuesto regresivo y las mega obras incrementaron la pobreza en el gobierno lopezobradorista. Resulta, pues urgente hacer que el pueblo trabajador entienda, haga suyos y tan pronto llegue el momento, defienda con todas sus fuerzas los ejes de acción que propone el Movimiento Antorchista Nacional entre ellos el de impulsar una reforma fiscal progresiva para que paguen más impuestos los más ricos y se reoriente el gasto social hacia los sectores más marginados y olvidados. Esta es la tarea del momento.
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