El deporte es para nosotros los antorchistas una actividad muy importante, fundamental en nuestra tarea de organizar y educar al pueblo trabajador de México. La forma, el sentido que le damos a esta actividad es una muestra clara de nuestros verdaderos principios y de nuestras intenciones y sirve de manera incontestable, para conocer de verdad acerca de Antorcha Campesina.
Por ello, basta con entender esto para que cualquier mexicano compare nuestro dicho con nuestros hechos y sepa así distinguir la verdad o falsedad de todas las acusaciones que hoy menudean desde las más altas esferas del poder, en contra de una organización legítima y auténticamente popular que no solamente dice, sino que trabaja día y noche para organizar y educar al pueblo trabajador de nuestra querida patria.
Nosotros decimos que el deporte no es una actividad secundaria, sino fundamental en la formación de mujeres y hombres mejores, superiores (no a otros, sino a sí mismos), que sean capaces de imaginar, desear y trabajar por hacer realidad un mundo mejor. Si esto es así, la promoción del deporte debe ser de primer orden y no una actividad accesoria o de lujo, para taparle el ojo al macho y tomarse la foto, sino verdaderamente constructiva, cotidiana y debe ofrecer resultados contantes y sonantes.
Además, el deporte que debe promover y realizar el Movimiento Antorchista debe ser diferente al que se realiza en la sociedad actual, que ha separado al deporte del pueblo, convirtiendo a este en un mero espectador y consumidor, y que es, por un lado, un mero entretenimiento que se convierte más bien en un distractor, en un adormecedor de las consciencias, que idiotiza y embrutece a las masas populares para que no vean la terrible realidad de pobreza atraso y marginación en las que las ha sumido el sistema actual.
Lo que se observa en la realidad del pueblo que está más enterado de cómo avanza la tabla de posiciones en la jornada deportiva y los chismes de alcoba de los deportistas millonetas y engreídos, tan alejados de la realidad de ese mismo pueblo, de la vida del colono humilde, de la comunidad indígena, del verdadero mexicano, y por otro lado, un jugoso negocio con todos los más sucios defectos de eso, robo, tranza, crimen, acumulación de riqueza en unas cuantas manos, explotación de los deportistas y de toda la estructura deportiva que lo hace realidad, con todo lo malo que provoca el interés y la ganancia que no tienen entraña, es una empresa que no se va a realizar ni por equivocación si no garantiza la correspondiente utilidad.
Agreguemos el abandono de las instituciones encargadas de promover el deporte entre la población, las cuales no salen de los escándalos de corrupción y malos manejos, por lo que el deporte público es una mentira perversa y/o un fracaso en su tarea de hacer realidad el acceso al deporte que estipula el artículo cuarto de nuestra constitución política.
El deporte antorchista, así lo denominamos, debe ser el disfrute no solo del espectáculo, sino de la práctica cotidiana del deporte por parte de todo el pueblo mexicano, como un asunto de salud pública, al alcance de todos con instalaciones y entrenadores preparados, del cual surgirán por racimos los deportistas de vocación, los que lo practiquen como los mejores y “por amor al arte”, que eso quiere decir Amateur, y haciendo a todos los demás mexicanos sanos física, mental y socialmente. Y debe alejarse totalmente de todo lo que huela a negocio, con todos los vicios y las taras del deporte profesional actual y de los negocios rentables, que convierte al deportista y a todo a su alrededor en mercancía.
Eso ha sido el deporte antorchista y por eso lo realizamos desde hace cuarenta años en todos los lugares a donde alcanza a llegar la influencia antorchista, y así seguirá siendo en tanto nos lo permita la contingencia. Por eso las Espartaqueadas Deportivas Antorchistas y todos los torneos nacionales, como es el caso del XIV Torneo Nacional de Voleibol el cual ya se está realizando los días 25 y 26 de junio en el deportivo “Antorcha” de la Reserva Territorial Vergara Tarimoya IV, en el puerto de Veracruz.
Estos no son sino nudos en la labor cotidiana, descansos para revisar los avances y los retos en la labor constante de educación y formación d de los nuevos hombres que habrán de transformar, en serio y para bien, a nuestro querido país
Todos los deportistas que participan y los espectadores lo hacen con las mejores intenciones y al terminar se llevarán a sus lugares de origen, tal vez, un reconocimiento por haber subido al podio, y los que no, la alegría de haber participados y, tal vez sin saberlo, regresarán convertidos en mejores hombres y mujeres, más felices y dispuestos a lograr un México mejor para todos. Por eso nos llena de alegría su realización y por eso me sumo modestamente a la algarabía que despierta, aunque no estemos físicamente en donde se realiza
Esto es lo que demuestra nuestro XIV Torneo Nacional de Voleibol, por eso es importante. Esto es Antorcha Campesina. Enhorabuena.
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