MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Identidad cultural, base de una nación.

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La pérdida de identidad cultural influye directamente en el sentido de pertenencia evitando el abandono de los pueblos. En un mundo cada vez más globalizado donde internet y la forma de interactuar a través de las redes sociales han abierto el campo del conocimiento y ha permitido conocer nuevas culturas que, sin duda, han enriquecido tanto socialmente como culturalmente la sociedad, es de vital importancia no dejar de lado nuestra verdadera esencia, nuestro sentido de ser, nuestro origen, nuestra historia, nuestro sentido de pertenencia y, con ello, nuestros valores y trabajar desde los colectivos y las distintas entidades en proteger y mantener la esencia de fiestas y actividades culturales como identidad de cada región, estado o municipio.

Nosotros como mexicanos tenemos el Día de los Muertos y no es una celebración ajena al mundo. El Día de Muertos es una celebración trascendental que ha atravesado fronteras dando lugar a una expansión cultural de México. Tanto así, que, en 2008, la UNESCO declaró al Día de Muertos como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad; el valor que tiene el Día de Muertos está sembrado en el corazón de todos los mexicanos. Es una celebración a la vida, a la memoria y un homenaje y recordatorio de los que han partido.

Es una de las representaciones más relevantes del patrimonio vivo de México y del mundo, y como una de las expresiones culturales más antiguas y de mayor fuerza entre los grupos indígenas, además de otros grupos nacidos de una mezcla en todo del país, es un encuentro que se da año con año con los deudos que lo celebran y sus antepasados, sin lugar a duda desempeña una función social que recuerda el lugar del individuo en el seno del grupo y contribuye a la afirmación de la identidad. Desde el punto de vista de los individuos, la identidad nacional no sería más que el sentimiento de pertenencia nacional. Pero si la consideramos desde la perspectiva de la comunidad nacional en su conjunto, podría definirse como la representación socialmente compartida y exteriormente reconocida del legado cultural específico que alguna medida define y distingue a una nación en relación con otras.

El extravío de identidad de un pueblo influye directamente con la falta de arraigo y, por tanto, con el abandono de los pueblos. Pueblos donde nacimos y crecimos y donde compartimos los primeros años de vida donde la familia, los amigos y el tiempo de recreo, ocio fueron clave fundamental en lo que somos como personas. Valores y modos de conducta que se conformaron en esos primeros años de vida y que nos acompañarán a lo largo de nuestra vida, vivamos donde vivamos. 

Entendemos por nacionalismo, la lealtad y el compromiso empeñados en defensa de los intereses de una nación, que suelen expresarse, entre otras cosas, en la disposición para defender su honor, sus valores culturales, su autonomía y, sobre todo, su integridad territorial frente a amenazas externas.

El nacionalismo, así entendido, implica por definición, una determinada concepción de la nación y de la identidad nacional como fundamentos de la lealtad y el compromiso empeñados. Debemos entender por nacionalismo la lealtad y el compromiso empeñados en defensa de los intereses de una nación, que suelen expresarse, entre otras cosas, en la disposición para defender su honor, sus valores culturales, su autonomía económica y social, enfatizando, sobre todo, su integridad territorial frente a amenazas internas y externas.

Es por eso que el Movimiento Antorchista Nacional promueve la cultura y el arte, buscando el arraigo del individuo en su tierra que lo vio nacer, defendiendo sus ideas y luchando por mejoras materiales y espirituales que le permitan vivir y convivir dignamente. “La cultura de los pueblos es una forma sublimada y tratada artísticamente de los problemas, emociones, tristezas, alegrías, sueños y de otras sensaciones de la vida del hombre, que se reflejan y brotan de la vida material y de los avatares que el hombre goza o padece de esa vida material. Son una manifestación de la forma social y de las características positivas de la vida material, económica, política, civil, de todas las sociedades del planeta.

La cultura también es una manera de identificar su pueblo, su lengua, su raza, identificar los problemas de la vida material de esos pueblos, por eso, al ser conocidos por otros pueblos, puede despertar su cariño y comprensión, pero, sobre todo, el respeto recíproco, entre las diferentes naciones. Conocer su cultura le permitirá al pueblo mexicano identificarse con un sueño común, cuyo desconocimiento encierra varios peligros para la unidad nacional. Por ello también lamentó la poca difusión cultural del arte mexicano entre los pueblos del mundo, de una cultura vasta, inmensa en el tiempo, rica y variada e inmensamente bella”. ACM.

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