“Aun tratándose del mercado más importante del mundo, sin tener acceso a ese mercado nos implica ceder soberanía, no lo aceptamos, no vamos a entregar nuestra independencia”, así se expresó el presidente mexicano, con respecto a que Canadá y Estados Unidos se pronunciaron y están llamando a consultas sobre la política energética de México.
El mandatario mexicano se ha llenado la boca hablando de soberanía e independencia. Por ejemplo, cuando habló de la soberanía alimentaria. En un evento reciente dijo que teníamos que volver a la autoproducción; al respecto se le preguntó a un funcionario del gobierno del estado neolonés: ¿cuántos recursos había disponibles para los campesinos del sur?, nada, no hay nada de recursos. Es decir, como hará el campesino para alimentarse si no tiene ningún apoyo, los campos que verdean en el sur, son los que rentan los campesinos para poder sobrevivir.
El principal proveedor de productos alimenticios es Estados Unidos: carne de ave, porcino, naranjas, limones, manzanas, maíz blanco, zanahorias y frijoles. Que ahí sí, el presidente decretó quitarle los aranceles para disminuir la inflación. Por lo que se infiere que, si a Estados Unidos le place, nos puede dejar morir de hambre, sólo por el capricho de un hombre que piensa que con gritos y sombrerazos se resuelven los problemas.
Habló el presidente de soberanía energética: y para ello, compró una refinería que se ubica en Texas e inauguró la refinería de dos bocas que producirá el primer litro de Gasolina hasta el 2023.
“En junio, México registró un déficit en su balanza comercial, debido a la ampliación de las importaciones petroleras. En el primer semestre del año, el déficit fue de 12,944 millones de dólares (mdd), informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). (Expansión.mx, 27 de julio); es decir importamos mucho más de lo que exportamos.
El 80% de nuestra economía depende de Estados Unidos, casi todo lo que produce México se manda para allá y, si por alguna razón no se llega a un acuerdo, pondría en riesgo a todo el país. Ya que nos quedaríamos literalmente sin fuentes de empleo, ya que hasta el momento no se ha diversificado nuestra economía.
Otro aspecto por considerar para saber si un país lleva rumbo a conquistar su soberanía es cuanto se le invierte en ciencia y tecnología. Algunos estudios indican que tiene que ser como mínimo el 2% del Producto Interno Bruto (PIB), en México, en el 2022 se asignó sólo el 0.33 % del PIB.
Asimismo, la soberanía debe traducirse en menos pobreza y más desarrollo y un mejor bienestar para la gente, cosa que no sucede en nuestro país. Que en términos reales aumenta el número de pobres y cada día más caen en la pobreza víctima de la inflación y las insuficientes medidas del gobierno.
La soberanía es la capacidad real de tomar medidas que puedan beneficiar a nuestro país. Pero eso no sucede debido a que no se entiende la idea de que es lo bueno para el país.
Y, respecto a que “No queremos que haya hegemonías”, y que queremos paz, aunque sea por 5 años; un presidente que les pide de favor a los poderosos de esta tierra, que se olviden de sus intereses y que se abracen los unos a los otros, como una solución perfecta, ya el amor demostró su ineficacia en este país bañado en sangre.
Ahora sí, como le diría el águila a la paloma; no importa que grites, llores y te quejes, porque aquí el que decide si te come o no, soy yo. En 2023, se cumplirán 200 años de la Doctrina Monroe que dice “América para los americanos”. Y el que dice conocer la historia se olvida que el águila sigue viva, quizá esperando devorar esa paloma que predica la paz, mientras su país se muere.
Los poderosos han existido y han desaparecido. Nada es eterno en el mundo. El mundo está cambiando y sólo los ciegos aún piensan que con buenos deseos se resuelven los problemas. Si realmente le interesa nuestro país, el señor presidente debería dejar de jugar con fuego y dedicarse a construir realmente la independencia y soberanía. China y Rusia nos han demostrado como se defienden realmente los intereses de su país. Pero desafortunadamente nuestra máxima representación no reacciona, y mientras el pueblo sufre los estragos catastróficos de la falta de claridad social y económica a largo plazo, volviéndonos totalmente vulnerables ante los poderosos del planeta que no le interesa otra cosa que no sea acumular riqueza a costa de una gran pobreza, el pueblo trabajador tiene que despertar cultivarse y en unidad defenderse, que es su derecho. El Movimiento Antorchista Nacional los invita a realizar la gran proeza de liberarnos del yugo de los poderosos y por la vía democrática tomar el poder político de la nación y así gobernar para todo el pueblo mexicano con justicia y equidad.
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