Hace casi tres meses, el Partido del Trabajo (PT) propuso en el senado el programa Hambre Cero para abatir la desigualdad, dicha iniciativa busca acabar con el hambre en México, donde 56 millones de habitantes viven en pobreza. (El Universal 12/02/22)
Sugiere acabar con el hambre, a través de una red nacional de comedores populares y comunitarios operados por el Gobierno federal, y así brindar a los más vulnerables la disponibilidad, distribución, abastecimiento equitativo y oportuno de alimentos nutritivos de calidad.
Martha Márquez, senadora por ese instituto político, quién realizó la propuesta, dijo que “a raíz de que la crisis sanitaria ha afectado a millones de familias mexicanas. Y afirma que, de los 56 millones de pobres, 19.5 millones son menores de edad”
La propuesta del PT pudiera ser algo novedosa de no ser porque el gobierno de la Cuarta Transformación, con el que este partido hizo alianza, desapareció un programa parecido y que estaba funcionando con 5 mil 542 comedores comunitarios.
Sí, Andrés Manuel López Obrador, con su Cuarta Transformación, desapareció, de un plumazo, el programa de comedores comunitarios, y en ese momento los legisladores del PT no dijeron absolutamente nada. Al desaparecer dicho programa, por acusaciones de corrupción sin probar, dejaron desamparados a miles de millones de mexicanos, que ahora se suman a los dejados por la crisis sanitaria y las malas decisiones del partido gobernante.
Retomo la nota debido a que, en Nuevo León, se lanzó un programa denominado Hambre Cero que busca acabar con el hambre de 432 mil habitantes de esta entidad, según cifras dichas por el gobernador, en el lanzamiento del programa. En su primera etapa destinarán 333 millones de pesos, 211 millones de aportación estatal y la iniciativa privada desembolsará 122 millones de pesos.
La medición multidimensional de la pobreza de 2016 contra la de 2020, que realizó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), indica que, en 2016, había 997 mil 900 personas en pobreza en el estado, sin embargo, sólo el 1.3 por ciento estaba en pobreza extrema y 17.6 por ciento en pobreza moderada.
En 2020, la población en pobreza aumentó a un millón 425 mil personas, y si bien se aplicó la estrategia Hambre Cero, no se logró la bandera blanca debido a la pérdida de miles de empleos por la pandemia de covid-19, así como la creciente inflación, por tanto, la pobreza extrema creció al 2.1 por ciento, y la pobreza moderada al 22.2 por ciento (El Economista, 4 mayo 2022)
La secretaria de inclusión, Martha Herrera, dice, que se ocupan 1280 millones de pesos para sacar bandera blanca. Si tomamos en cuenta el presupuesto del estado, dicha cifra supone solo el 1.08 por ciento; el presupuesto del estado es de 118,194 para el año 2022.
Y, por lo que he visto hasta el momento, ya que están solicitando donaciones de la sociedad civil, más parece la realización de un teletón con otro nombre, es decir caridad pura y simple, con algunos beneficios adicionales para los empresarios y los medios que los patrocinan. Ya que en esta campaña participan las principales empresas de Nuevo León: Multimedios, Cemex, la iglesia, entre muchas otras empresas de renombre en nuestro estado como la estadounidense HEB, por mencionar alguna. Buscan que no se desperdicien alimentos en los restaurantes y en las empresas. Es decir, las sobras para los pobres.
Dicen que los extremos se juntan, porque el PT se autodenomina de izquierda y propone algo que ya existía y que ellos mismos desaparecieron, pero del otro lado, aunque no han dicho propiamente que van a defender a los pobres, se entiende que su gobierno es de una visión empresarial, y hacen de la caridad, otra forma de negocio para quedar bien con su conciencia y el público, ya que usan los medios y el programa para hacerse difusión.
En el olvido quedó la idea de un nuevo pacto fiscal, no se ve una propuesta seria en donde realmente se cobren impuestos a los que más tienen para de ahí crear un verdadero plan que busque sacar adelante a la gente pobre, que, como ya he dicho en otras ocasiones, la lucha de los pobres no se hace por caridad o asistencialismo, que lo único que ha provocado es que los ricos sigan siendo muy ricos y los pobres cada día más pobres.
En pocas palabras, la campaña iniciada por el actual gobernador del estado es una forma de tener contento a los pobres y hacerlos sujetos de la misericordia y mantenerlos en ese estado por el resto de sus días. Las estrategias son parecidas a las del Gobierno federal y en esencia buscan lo mismo; es decir, hacer que la gente pobre le sea agradecida y no conseguir que se defiendan por sus propios medios.
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