A pesar de que destacados articulistas han ya abordado el tema de la “testereada” de AMLO a la UNAM, quiero compartir mis piensos al respecto.
En primer lugar, he dicho en un anterior artículo que el neoliberalismo es la desresponsabilización del Estado sobre los problemas sociales, es decir, el gobierno abandona toda responsabilidad sobre las necesidades del pueblo trabajador que se haya vulnerable y explotado en la actividad productiva de la que es parte, es decir, en la base de la sociedad como bien diferencia Marx. Si de aquí, de su trabajo, de su labor creadora de riqueza material (mercancías) su salario no le alcanza más que para malcomer, mal curarse, y mal vivir, es problema suyo. Que si quiere educación, salud, vivienda, servicios básicos, que lo pague.
Y, como añadidura, el discurso presidencial orientado a favorecer los intereses de los poderosos, como hemos visto ya, se torna en contra de las organizaciones sociales, deja sin posibilidad a las masas trabajadoras de conquistar por la vía de la lucha popular, la lucha organizada mejores condiciones de trabajo y de vida.
En este contexto es en que el Sr. presidente de la República “testerea” a la UNAM acusándolo de derechizarse en el “período neoliberal”. Aquí cabe la pregunta, ¿ya se acabó el neoliberalismo? Cualquiera que conozca el carácter de las políticas cuatrotransformistas y sus resultados que no han hecho más que ahondar los problemas sociales en detrimento de las masas empobrecidas, estará de acuerdo conmigo que el neoliberalismo sigue vivo.
Tomando en cuenta lo que descubrió Marx para fortuna de las masas trabajadoras que la superestructura de la sociedad es el reflejo de la infraestructura, la educación, y en concreto la UNAM, está hecha a imagen y semejanza de la base social, es decir, a imagen y semejanza del neoliberalismo. Si se quiere reestructurar la educación (las ciencias sociales en primer lugar) y orientarla a promover el progreso equitativo y justo en la sociedad, se tiene que empezar por reestructurar la base social de donde nace, se tienen que hacer cambios profundos en la base social, en la actividad productiva y, si alguien fuerza esta idea, diría que se debería empezar por el Sr. presidente y su gobierno que son más neoliberales que Reagan. El Estado mexicano le debe al pueblo mexicano políticas que garanticen empleo y salarios dignos, impuestos acorde a su bolsillo y obras y servicios de las cuales se ha ido desresponsabilizando la 4T y esto sólo lo resolverán la lucha popular y el corazón resuelto.
Aclaro en este punto, que si bien, así es, no se puede generalizar ahora acusando a todo mundo de neoliberal o derechista como lo hace el presidente. Sí hay defensores del sistema en su modelo neoliberal, cómo no; pero también los hay quienes la han criticado y han propuesto cambios radicales al mismo en favor de las mayorías, incluidos los de la UNAM.
En este sentido, la lucha de la UNAM por su autonomía es correcta y las masas trabajadoras deberían no sólo pronunciarse a favor sino apoyarla porque si no, se estará consolidando un gobierno autoritario que busca de las instituciones más servidores de la nación que sólo dios sabe qué hacen.
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