MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Guardia Nacional vs policías municipales

image

Desde su creación, la Guardia Nacional (GN) proporcionaba una ayuda importante para las tareas de seguridad, tanto a nivel federal, estatal y municipal, por lo que cada vez más, las policías municipales quedaban relegadas y sin presupuesto, y el único camino es su desaparición, o por lo menos, sí quedarán imposibilitadas para cumplir con sus deberes principales de garantizar la seguridad para las familias de las comunidades porque como corporaciones policiales han registrado una considerable pérdida de su presupuesto.

Desde hace mucho tiempo, las policías municipales han sido abandonadas y su operatividad se ha disminuido a hacer rondines, esto ha originado que, día a día, el discurso de que hay otra fuerza para garantizar la seguridad en el país ha crecido. Así, desde la administración de Felipe Calderón y su guerra contra el narco se sentó el precedente para que Andrés Manuel López Obrador llevara, de una vez por todas, al Ejército Mexicano a las calles, claro está que fue bajo el disfraz de la GN. Así, en el presupuesto de egresos de la federación se dirige un mayor gasto hacia este cuerpo militarizado mientras que se estancan los dineros para las policías municipales.

El presupuesto para la GN es de 62.8 mil millones de pesos (mmdp), un incremento de 70 por ciento (26 mmdp) frente a lo aprobado para 2021. Al mismo tiempo, las transferencias federales destinadas a la seguridad pública local se quedarán sin apenas cambio con respecto a 2021: 8 mmdp, monto 63 por ciento inferior (13.6 mmdp) frente al máximo de la última década, alcanzado en 2016. En retrospectiva, los recursos manejados por el Ejército (SEDENA, SEMAR) han pasado de ser sólo 18 por ciento superiores (20 mmdp) a los de los entes civiles (PGR/FGR, SSPC y SEGOB) en 2018, a serlo en 271 por ciento (149 mmp) para 2022, si se considera a la GN como una rama del Ejército. La diferencia entre ambos gastos se amplió 7.5 veces.

La asignación del gasto del gobierno para 2022 busca fortalecer con recursos a las políticas para la militarización de la seguridad pública; sin embargo, al mismo tiempo se abandonan a los policías civiles y municipales. En este sentido, para el 2023, los militares tendrían en sus manos más de 146 mil millones de pesos, en cambio la Secretaría de Seguridad perdería la tercera parte de sus recursos.

Así, dentro de este contexto, cada vez es más difícil dignificar el trabajo de los elementos de la policía municipal, trabajan un número considerable de horas, con un salario muy bajo, prestaciones precarias de trabajo, además de los insumos, armamento, protección personal, de defensa, muy limitados en número y en calidad. Últimamente se ha demostrado que los grupos delincuenciales están mucho mejor armados y con mejores vehículos que estos policías, por lo que muchos, para conservar su vida y la de sus familiares prefieren abandonar su servicio o pasarse al bando de los carteles mexicanos, de ahí se alimenta todo este discurso en contra de esta institución que en esencia, en su creación resulta una opción demasiado viable para mantener el orden social, ya que comprende la prevención de los delitos, la investigación y persecución para hacerla efectiva, así como la sanción de las infracciones administrativas, pero en cambio por este ahorcamiento presupuestal se generan los males que todos sabemos.

Todo este panorama ha favorecido al discurso y propósito de López Obrador para terminar con la militarización del país, incorporando el mando de la GN, que en un inicio era mando civil, terminó por ser parte de las fuerzas castrenses, en vez de fortalecer las policías municipales, asignarles más recurso para la compra de vehículos, mejorar sus salarios, mejorar su adiestramiento, capacitación, su manejo de las armas, para que así se vaya mejorando su actuar en la procuración de la seguridad en el territorio nacional.

Así que, sí es posible tener una policía digna y capaz de mantener la seguridad más o menos aceptable sin la necesidad de militarizar el país, solo que hay que poner la atención en los puntos medulares, que es ahí donde debería de centrarse el gobierno federal, que lejos de tener eso en mente, su prioridad es tener el control del aparato de seguridad para cualquier eventualidad en los tiempos venideros.

Y como nos ha demostrado la historia, las fuerzas armadas o el aparato represivo son los que toman el poder en su momento dado, para los intereses de quienes tienen autoridad sobre ellos sin tomar en cuenta a las masas populares que menos tienen. Un ejemplo claro es el golpe de estado en Chile, en el año 1973, puesto que el aparato represivo del sistema imperante fue quien tomó el poder a cargo de Pinochet.

La única salida para detener la militarización del país es entonces proponer medidas que realmente beneficien al pueblo, de otro modo el modo de gobernar de Morena perdurará mientras el pueblo no se organice y luche por sus verdaderos intereses.

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más