MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Gobierno federal, fábrica de desempleo

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Entre los aspectos insatisfechos de la población por el actual gobierno federal, a pesar de estar establecidos en la Constitución Política, destacan, la seguridad pública, la salud, la educación, vivienda digna, empleo, etcétera, y llama mucho la atención la frialdad y el cinismo con el que se miente. Ya salimos de la crisis, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador sobre el desempleo en su tercer informe de gobierno que presentó hace unos días, según él ante más de 250 mil personas, en el Zócalo de la Ciudad de México.

México ya salió de la pérdida de empleos generada por la pandemia, pues se han recuperado 150 mil más, destacó el presidente Andrés Manuel López Obrador durante la conferencia de prensa matutina. “Tenemos 150 mil empleos más recuperados. Ya estamos mejor en términos de empleos que como estábamos antes de la pandemia, o sea, recuperamos un millón 500 mil empleos, ya salimos”, dijo.

“El último dato que dio el IMSS sobre recuperación de empleo fue que al cierre de septiembre sumaron 20 millones 594 mil 919 puestos de trabajo; en febrero de 2020, antes de la pandemia, se tenían 20 millones 613 mil 536 trabajadores”, pero los mexicanos ya sabemos que él siempre tiene otros datos, que inventa como le conviene. Y para seguir con su “cortina de humo” para tratar de esconder el desastre también en el aspecto económico del país, como si fuera resultado suyo, destacó que se prevé que las remesas alcancen los 50 mil millones dólares este año.

La verdad es que de acuerdo con los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en septiembre de 2021 la tasa de desempleo se ubicó en un 4.2 por ciento, que representa 2.5 millones de personas de la población económicamente activa (PEA). Sí partimos que la PEA es de 57.5 millones de personas de 15 años y más, en términos porcentuales existe una población del 58.4 por ciento activa y disponible para trabajar, de acuerdo a los datos del Instituto, los mexicanos salen en busca de trabajo fijo, de medio tiempo o por horas a pesar del riesgo de contagiarse de coronavirus.

La PEA femenina se ubicó en 22.4 millones y la masculina de 35.09 millones, cifras oficiales que contrastan con la realidad laboral de los mexicanos. Si ubicamos la cifra por sí sola del 4.2 por ciento que no tiene trabajo, se puede decir que la política del gobierno lópezobradorista va bien, pero hay que tomar en cuenta otro factor; los datos que arroja la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, Nueva Edición (ENOEN) 56 de cada 100 trabajadores están en la informalidad, y, por tanto, no reciben prestaciones del IMSS o el INFONAVIT. Más aún, en varios estados de la república la informalidad es superior al 56.3 por ciento. En Oaxaca es del orden del 80.7, Guerrero 78.2, Chiapas 78.0, Hidalgo 73.4, Tlaxcala 71.8, Veracruz 71.5, Puebla 71.4, Morelos 67.2, Michoacán 64.3, Campeche 62.6, Tabasco 62.4, Zacatecas 62.0, Yucatán 61.0 y Nayarit 60.8.

Con estos porcentajes de ocupación informal no sorprende que este vacío económico lo ocupen la delincuencia y el crimen organizado, principalmente el narcotráfico, como sucede en Zacatecas, Guerrero y Michoacán. El resto de los estados no registran tasas de informalidad menor al 36 por ciento, que si bien no son graves, tampoco son satisfactorios.

La población busca en qué ocuparse para tener recursos económicos, colocando “dulces o chicharrones en las puertas de sus casas”, “bazares de ropa usada”, “limpiaparabrisas” en semáforos, “bailarines”, “trovadores de camión”, “comerciantes ambulantes” “vendedores de alimentos en canasta o carritos improvisados”, etcétera. El desempleo disfrazado de empleo formal va de la mano del Gobierno federal.

La economía del país en manos de la 4T, está basada en la improvisación, sin ningún proyecto que establezca metas y que brinde seguridad de trabajo a los mexicanos; es un fracaso rotundo que a lo más que ha llegado es a insistir que la solución mágica para resolver la falta de empleo y producir riqueza, es su programa “Sembrando Vida”, con el que pretende convencer al gobierno estadunidense para que invierta millones de dólares, sin decir a cuántos trabajadores ha sacado de la pobreza durante sus restantes tres años de gobierno.

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