Pese a los compromisos adquiridos por parte del gobernador Carlos Joaquín de brindarle un nuevo rostro a Quintana Roo, es decir que a la ciudadanía les iba a ir mejor, en cinco años de la actual administración lo único que se ha visto es el total abandono hacia los sectores más vulnerables, como son las colonias populares donde el mandatario ofreció brindarles las condiciones adecuadas para vivir mejor, que en esos asentamientos humanos habrían los servicios básicos y programas sociales para que las familias tengan lo indispensable, tal como cualquier ciudadano merece para salir adelante.
La misma situación enfrentan los habitantes de las comunidades de la zona maya, quienes a diario hacen todo lo posible para que en la mesa del hogar no falte los sagrados alimentos, pues la producción de maíz deja más deudas que ganancias, porque no existe otra fuente de ingresos en las comunidades y peor aún si no se cuenta con apoyo gubernamental con programas de insumos agrícolas, proyectos productivos, entre otros, para ayudar a las familias que menos tienen para que los impulse a salir adelante, lamentablemente esa es la suerte que le tocó vivir a los pobres del campo, porque no hay empleos y mejores oportunidades para superar la desigualdad social en que se encuentran.
Así de injusto es el Gobierno que encabeza el panista Carlos Joaquín, porque lejos de corregir el desastre que dejó su antecesor, empeoró la situación, es decir con el nuevo “Gobierno del cambio”, aumentó la deuda pública, pues Quintana Roo es la segunda entidad más endeudada del país, no hay empleos con salarios justos, aumentó considerablemente la inseguridad y sobre todo poco más de la mitad de los habitantes son pobres, ¿en dónde quedó las promesas de campaña de Carlos Joaquín? ¿No que con este gobierno iba a ver progreso y justicia social? Pues en cinco años de gobierno fallido, los datos hablan por sí solos.
Ante el gris panorama, el Movimiento Antorchista en Quintana Roo ha realizado gestiones ante las autoridades gubernamentales, con la firme intención de coadyuvar por el bienestar de la ciudadanía. Cabe recordar que la organización social sabe de la pobreza que impera en las colonias y comunidades del estado porque los activistas tienen contacto permanente con el pueblo y solo a través de la educación política y la lucha organizada la clase marginada ha podido lograr ser escuchados para que se les resuelva sus necesidades elementales; sin embargo, en muchas ocasiones los políticos segados de poder, han intentado apagar la lucha del pueblo trabajador pues les causa escozor y enojo porque se han atrevido a exigir lo que por derecho les corresponde.
La mayoría de las veces la clase gobernante al ver que su oficina está rodeado por colonos y campesinos enojados y preocupados porque no se les han atendido sus necesidades básicas lejos de reflexionar y corregir sus errores, calumnian a los manifestantes de revoltosos porque -según ellos- “alteran el derecho de terceras personas” por las marchas y plantones que realizan, olvidando siempre que los peticionarios también tienen derechos como la de petición y manifestación establecidos en los artículos 8º y 9º constitucional, pero nada de esas acciones legales serían necesarias si las autoridades respondieran a las peticiones de la ciudadanía que requiere que se atienda sus demandas elementales, pues para eso los políticos pelean el cargo en las campañas políticas y además se les paga y muy bien para velar por los intereses de los pobres.
Con el Gobernador de Quintana Roo, sucede algo similar, pues desde hace más de dos años que los antorchistas que han venido exigiendo que haga efectivo su palabra empeñada, pues nada de lo que ofreció resolver se ha materializado, entre las peticiones se encuentra: regularización de la colonia Mártires Antorchistas, pavimentación del acceso a la colonia Fraternidad Antorchista en Chetumal, electrificación de la colonia La Antorcha de Bacalar, apoyo con insumos agrícolas para 20 mil campesinos, despensas alimenticias para 35 mil familias, programa sociales, a los estudiantes antorchistas que se les entregue el comodato del inmueble del Albergue Estudiantil “Felipe Carrillo Puerto” A.C, contratación de maestros antorchistas que han contribuido por muchos años en la formación educativa de cientos de jóvenes de preescolar, primeria y secundaria y lo han hecho sin goce de sueldo, así como reubicación de los desalojados del asentamiento de El Fortín, en Cancún.
Cabe mencionar que la dirigencia antorchista ha pospuesto varias movilizaciones como muestra de voluntad política y en todo momento siempre privilegiando el dialogo con el objetivo de que se ejecuten las principales demandas de las familias humildes pues son los que más sufren por las condiciones paupérrimas en las que se encuentran sin embargo el mandatario estatal le es más fácil deshacerse de sus compromisos, sin importar el grave daño que ocasiona su pasividad e indiferencia.
Por lo anterior, ante la indiferencia del mandatario estatal, los antorchistas se ven obligados a marchar el próximo 17 de noviembre en Cancún y Chetumal ya que dicho “convenio de colaboración” en la que Antorcha y el Gobierno del Estado trabajarían en conjunto no se ha firmado y tampoco se ha avanzado en la ejecución de los pendientes, como se puede ver la actitud de Carlos Joaquín demuestra una sola cosa que no tiene palabra pero además se declara enemigo de los pobres, de esas personas que lo llevó al poder, pero a cambio solo han recibido mentiras y más mentiras porque sus promesas se las llevó el viento.
Sabemos que la administración estatal ya está a punto de finalizar por lo que no estamos de acuerdo con el actuar de Carlos Joaquín, el pueblo se siente defraudado y a la vez enojado porque no ha habido mejoras, las cosas siguen igual o peor, por ello le hacemos el llamado al gobernador del estado para que corrija su postura política y se dé cuenta que por su indiferencia está causando retroceso social, de no hacerlo será recodado por los quintanarroenses como un mal gobernante. A tiempo.
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