Ya no es casual para el antorchismo que los medios de información siempre traten de minimizar y desviar la atención del motivo por el que se manifiesta el Movimiento Antorchista Nacional, sobre todo ahora que hemos emprendido una larga lucha por la insensibilidad del Gobierno Federal en resolver demandas elementales para la gente pobre organizada. En la gran mayoría de los medios de comunicación se han limitado a informar el caos vial que provocan nuestras manifestaciones, sin comentar nunca la razón que obligó a los campesinos y colonos a viajar desde lejos hasta la Ciudad de México.
El pasado 6 de octubre, aunque no lo quiera aceptar la prensa y los "líderes" de opinión, por la razón o interés que sirvan, los que se congregaron en el CDMX fueron 100 mil antorchistas. La manifestación pacífica tuvo una razón fundamental y profunda; aquí la explico: el 6 de octubre se cumplieron dos años de la desaparición del señor Manuel Serrano Vallejo, un hombre humilde vendedor de periódicos; el pecado del señor Serrano Vallejo fue haber dado al antorchismo a hijos luchadores sociales que se han empeñado en organizar al pueblo pobre. Hace dos años en Ixtapaluca Maricela Serrano Hernández cumplía su primer año en la administración como alcaldesa del municipio mexiquense, en su primer informe de gobierno municipal, el 12 de enero de 2014, informó que invirtió más de mil millones de pesos en obra pública a pesar del bloqueo económico que desde ese entonces ya sufría el municipio por parte del gobernador del estado, Eruviel ávila Villegas. Esta cifra superó totalmente la inversión de sus dos antecesores en la alcaldía durante los seis años.
Pero el avance significativo que estaba logrando desde el primer año el municipio, preocupó a los enemigos del progreso, a los caciques que siempre habían estado perpetrados en el poder y sirviéndose del erario público; por eso con la intención de frenarla y obligarla a abandonar el cargo, tuvieron que recurrir a acciones violentas, como amenazas de muerte a líderes antorchistas, incluida a la misma alcaldesa, y el secuestro de su señor padre, Manuel Serrano Vallejo. Este hecho ha indignado al antorchismo nacional y a dos años del secuestro y asesinato político, sus compañeros del país lo homenajearon haciendo esta megamarcha para exigir al presidente Enrique Peña Nieto y a todos los funcionarios "competentes", entreguen sus restos y castiguen a los malhechores, materiales e intelectuales. Pero ya son dos años, y no vemos llegar la anhelada justicia, porque las autoridades no le han dado la importancia suficiente. Como si la intención de las autoridades fuera esa, dejar que pase el tiempo y que quede olvidado en la memoria de los agredidos y ofendidos por tal tragedia.
Pero la jauría mediática no habla de esto. Fueron raras las excepciones de los medios que el 6 de octubre ahondaron un poco más sobre el tema de la manifestación. Los demás se abocaron a quienes fueron los afectados por la marcha, o sea, a los derechos de terceros, quienes (por "culpa" de los manifestantes) no pudieron llegar a sus lugares de trabajo; este hecho, sin que a los medios les preocuparan tantito los derechos de los primeros, de los que exigían justicia para don Manuel Serrano, además de sus compañeros de Yosoñama, Oaxaca, quienes también han caído en manos de los enemigos del progreso. Lo lamentable es de quienes de jactan de presumir que son hombres "analíticos", con criterios "profundos" a la hora de opinar, pero lo único que demuestran en los hechos, como esta vez, es que están al servicio de la clase en el poder. Me refiero al periodista Sergio Sarmiento, quien sin más ni más, en su columna "Jaque Mate" del 7 de octubre, se dedicó a despotricar en contra del antorchismo, diciendo que los únicos beneficiados de nuestras marchas son los líderes, que han acumulado mucha riquezas y poder; principalmente a nuestro líder nacional, el ingeniero Aquiles Córdova Morán. Sólo que nunca mencionó cuánta y dónde posee las riquezas de las que habló el columnista. Con rabia insinuó a las autoridades a ejercer la represión en contra de los manifestantes. Señor Sarmiento, y entonces ¿cómo es que cada día que pasa engrosa las filas del antorchismo, si los únicos beneficiados de las luchas son sus líderes? ¿De qué forma se podrían beneficiar sus líderes si es bien sabido que los apoyos que se obtienen, háblese de viviendas, drenajes, apoyos al campo, electrificaciones, aguas potables, aulas escolares, etcétera, etcétera, no las ejecutan o entregan sus líderes sino la misma autoridad?
Está claro que lo que intenta hacer la clase política en el poder es frenar el crecimiento del antorchismo nacional, porque en los hechos ha venido conquistado el poder político (tal es el caso de municipios como Ixtapaluca y Chimalhuacán), el pueblo se está dando cuenta que es antorcha el verdadero representante de sus intereses. Pero el Estado controla el poder factico: los medios de comunicación, por eso es que estos medios lejos de criticar a los gobernantes como los principales causantes de las manifestaciones, debido a sus incumplimientos, lo que hacen es culpar a los pobres, que gracias a su unidad y claridad política, están haciendo suyo sus derechos plasmados en la constitución política de los Estados Unidos Mexicanos.
Quiero decirle al pueblo en general, y a los habitantes de la Ciudad de México, que no es intención del Movimiento Antorchista tapar las calles. Si el gobierno cumple lo que el pueblo le está exigiendo, dejará de hacer manifestaciones. Antorcha es pacífica, no necesitan enviarle policías ni granaderos, porque jamás caerá en la provocación como la que intentó Mancera. Pedimos al "izquierdista" de manera muy respetuosa que respete los derechos del pueblo organizado. Su derecho a la manifestación.
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