El espectáculo de entrar a la ciudad de Acapulco con 100 patrullas con sirena abierta, ambulancias y otros vehículos, hicieron creer a la población que, las autoridades municipales, a cargo de la alcaldesa Abelina López Rodríguez, estatales, encabezadas por la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, y federales, al mando del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, realizarían acciones y estrategias encaminadas a la tan anhelada paz; sin embargo, esta función sólo sirvió como evento publicitario para Marcelo Ebrard, obviamente con cargo a las finanzas de Acapulco, que según autoridades del municipio, son insuficientes para atender las múltiples demandas de pueblos y colonias de la periferia, que tienen severas carencias de agua potable, drenaje, pavimentaciones, alumbrado público, energía eléctrica, vigilancia policiaca, etcétera.
El programa Fuerza Acapulco sólo existió en la cabeza de la alcaldesa Abelina López y de Marcelo Ebrard, porque lamentablemente, las patrullas no son utilizadas, prueba de ello es que, el pasado miércoles, cuando un grupo delincuencial bloqueó calles del puerto e incendió vehículos de carga y transporte, ninguna de las 100 patrullas salió a atender el conflicto -con un bloqueo de más de cuatro horas en la carretera Acapulco-Zihuatanejo-, registrado en plena temporada vacacional.
En total, fueron 12 los vehículos quemados por la delincuencia organizada, en respuesta a la detención de un presunto delincuente por parte de la Fiscalía General del Estado (FGE) en la colonia San Isidro, ante la inacción de la policía municipal, la Policía del Estado, Guardia Nacional y Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) hicieron frente al bloqueo, retirando las unidades del transporte público que bloqueaban la salida hacia Zihuatanejo y detuvieron a un presunto delincuente.
Es claro que la presidenta municipal no ha dado resultados positivos en los rubros de seguridad, obra pública, servicios, educación, salud, alumbrado público, entre otros, que siguen aumentando ante la falta de atención; prueba de la escasa prevención del delito, es que quienes quemaron las unidades se desplazaban sin ninguna preocupación de ser vistos y sin protección alguna, porque saben perfectamente que la Policía Municipal no va a responder.
El programa Fuerza Acapulco sólo existió en la cabeza de la alcaldesa Abelina López y de Marcelo Ebrard, porque lamentablemente, las patrullas no son utilizadas, prueba de ello es que, el pasado miércoles, cuando un grupo delincuencial bloqueó calles del puerto e incendió vehículos de carga y transporte, ninguna de las 100 patrullas salió a atender el conflicto
Además de la excesiva promoción turística del puerto, es necesario que el programa Fuerza Acapulco funcione realmente, ya que Acapulco continúa en el cuarto lugar a nivel nacional en homicidios dolosos y dentro de los 50 municipios prioritarios, es decir, con alta incidencia criminal; al parecer, el tan cacareado programa denominado Fuerza Acapulco, sólo fue un tema mediático de campaña para Marcelo Ebrard, “corcholata” que sigue promocionándose en Guerrero y en todo el país.
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