La esperanza de un pueblo trabajador sobre tus hombros que no se rinde, pesa cada día más, pero sigues estoico cargando los sueños de millones de mexicanos que esperan la tierra de luces prometida, ¿quién dice que no se puede?
Las caminatas de horas bajo intensos rayos de sol o lluvia, en veredas de terracería e incluso donde no hay caminos, sólo para conocer las necesidades de los más humildes de esta patria no son en vano porque en ese andar dejas una estela de luz y dejas claro que, una vida mejor sí es posible, ¿quién dice que no se puede?
Las pequeñas llamas que de manera visionaria e inteligente sigues sembrando a lo largo y ancho del territorio mexicano, se convertirán en un futuro, no sé si cercano o lejano, en una gran llamarada que iluminará al país
Empuñaste las necesidades de los mexicanos más necesitados, pero no podías sólo y entregaste a cada uno de los activistas que recorren los sitios más recónditos de los 32 estados del país, una antorcha que va iluminando y marcando el camino correcto que se necesita para cambiar este país. La tarea no es fácil y eso lo muestran los 50 años de camino y trabajo incesante, pero, ¿quién dice que no se puede?
La gente, aunque vive en lugares muy alejados, ya está despertando y está consciente que la unidad hace la fuerza, eso lo han visto en las protestas, mítines o marchas a las que acuden en busca obras, servicios básicos, fertilizante o ayuda institucional. El sexenio morenista pasado se caracterizó por la entrega de recursos económicos en lugar de resolver asuntos urgentes como construcción de carreteras, escuelas, hospitales y otros.
El actual gobierno federal, también de Morena, sigue dispersando recursos económicos a la población, que no alcanzan para adquirir los productos de la canasta básica, menos para la salud o pago de estudios, son seis años más en que las condiciones de vida de los mexicanos siguen a la baja; el llamado reiterado es a organizarse y luchar juntos por mejores condiciones de vida.
En la visita a colonias y comunidades, el pueblo trabajador, honesto y noble, da a conocer sus necesidades a los activistas, con los que también ríen, platican y hasta lloran, haciéndolos familia no de sangre, pero sí por convicción y buscando juntos estrategias para resolver. ¿Quién dice que no se puede?
Las pequeñas llamas que de manera visionaria e inteligente sigues sembrando a lo largo y ancho del territorio mexicano, se convertirán en un futuro, no sé si cercano o lejano, en una gran llamarada que iluminará al país con los ejes planteados: Trabajo para todos, elevación de los salarios, política fiscal equitativa y reorientación del gasto público porque sólo de esta manera se logrará aminorar la enorme brecha que existe entre ricos y pobres.
Maestro Aquiles Córdova Morán, una muestra del trabajo que de manera acertada realizas, son los miles de hombres, mujeres, jóvenes y niños que visitan la Feria de Tecomatlán 2025 para escuchar tu mensaje y disfrutar de eventos culturales de gran calidad, jaripeos y bailes, en el municipio cuna del Movimiento Antorchista Nacional y ejemplo de que vivir sin violencia, con cultura, educación, trabajo y salud sí es posible. ¿Quién dice que no se puede?
La generación de los iniciadores de este gran movimiento que nació en 1974, la generación siguiente -en la que me incluyo-, la nueva generación de jóvenes egresados de escuelas antorchistas y el semillero de niños estudiosos que continuarán tu legado, es otro ejemplo del acertado trabajo que crece firme con tu guía, como crece la esperanza de que una vida mejor sí es posible.
Con admiración y respeto a nuestro guía político Aquiles Córdova Morán con motivo de su cumpleaños y por su vida dedicada a la lucha social, cierro con una de sus frases “Nosotros nos proponemos ser los que alumbremos al pueblo el camino del progreso, del trabajo, un camino constructivo para el bienestar del pueblo pobre de México, lo más pronto que se pueda”.
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