De manera oficial no se ha mencionado ninguna fecha en concreto; sin embargo, hace unos días, la titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Delfina Gómez Álvarez, informó que el regreso a clases presenciales para todos los alumnos está cada vez más cerca y espera que se lleve a cabo durante el mes de noviembre. Los docentes estiman que sería el 3 de noviembre, por lo que los estudiantes tendrán que presentarse de manera física en las escuelas, aún aquellos que optaron por estudiar desde casa. Para convencer a padres y alumnos la SEP, emitió un comunicado en el que afirmó que el 54% de los estudiantes incorporados a la secretaría, han regresado a las escuelas y que esta cifra aumentó en los últimos días de este mes de octubre, así mismo comentó que de los 24.5 millones de alumnos, 13 millones 220 mil 916, retomaron clases presenciales en más de 139 mil escuelas que ya están abiertas. Por otra parte, el subsecretario de salud, Hugo López-Gatell, afirmó que “el regreso a clases presenciales no resultó en un repunte de la epidemia y sólo el 0.25%, es decir, 2.5 de cada mil escuelas abiertas han reportado afectaciones parciales”. Así mismo aseguró que el porcentaje de niños contagiados de covid-19, por el regreso a clases presenciales es bajo y agregó que “no se ha mostrado ninguna señal que la apertura de escuelas resulte en un repunte de la pandemia y que del 16 de agosto al 9 de septiembre se registraron 49,054 casos de esta enfermedad reportados para menores de edad”.
Dar la indicación del regreso a clases presenciales y afirmar que durante esta etapa de prueba del regreso a las aulas no hubo un incremento significativo de la enfermedad en niños es tarea fácil; sin embargo, los que ya pasamos por este padecimiento sabemos lo que significa estar afectado por el virus, es un desgaste tanto en lo económico como emocional y que requiere mínimo un mes estar aislado para no contagiar a los demás integrantes de la familia. Las autoridades de salud y educativas minimizan los efectos que está causando el virus entre los menores de edad ya que 49 mil niños afectados en tan solo un mes es una cifra muy grande, aunado a esto no se han dado a conocer las cifras de mortandad entre los infantes y son cantidades que están bajo un hermetismo total.
Las autoridades hablan de regresar a clases y argumentan los males psicológicos que a los niños les acarrea el encierro y se dan golpes de pecho diciendo que están preocupados de que la educación en línea no es tan efectiva como el recibirla en las aulas al frente de un maestro, la pregunta es, ¿por qué apenas se interesan por ese tipo de efectos? México tiene profundas razones para volver a la escuela, su sistema educativo presenta carencias profundas y la brecha entre las zonas más pobres y las acomodadas no ha hecho más que ensancharse en estos tiempos con la enseñanza a distancia. La educación en nuestro país, tiene rezago de años, eso es cierto, pero donde más se ha recrudecido es en la administración de Morena, que en lugar de otorgar más apoyos realizan cada vez más recortes presupuestales a la misma. A los padres de familia les gustaría que las autoridades dieran fecha de cuándo inicia la vacunación de los menores de edad, eso es importante para los padres; sin embargo, los mandos educativos no lo mencionan ni les interesa. De igual manera, no dicen una sola palabra acerca del refuerzo de la segunda dosis de la vacuna Cansino a docentes, es por todos sabido que este biológico pasando los seis meses pierde efectividad y requiere de un refuerzo para elevar hasta en un 95% su seguridad, lo que haría que los maestros acudan a clases protegidos. Tampoco mencionan nada acerca de las escuelas que no cuentan con el suministro de agua potable, la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), afirma que ante el regreso a clases presenciales en el ciclo 2021-2022 es apremiante contar con instalaciones adecuadas para los estudiantes y señala que únicamente 72.3% de las primarias tiene agua potable y sólo 66.9% cuenta con servicios para lavado de manos, añade que sólo el 74.7% de secundarias tiene acceso al agua potable y 71.9% cuenta con instalaciones para lavado de manos. En bachillerato, los porcentajes para estos rubros son 74.6 y 75.6 respectivamente. Asimismo, los mandos educativos omiten hablar acerca de lo que ellos mismos propusieron durante la pandemia, que los lugares donde estuvieran las personas deben estar bien ventilados para evitar la propagación del virus y¿cuántas escuelas del país cuentan con espacio suficiente en sus aulas para mantener la sana distancia y se encuentran ventiladas? Muy pocas. Hay que recordar también que muchas escuelas durante este periodo de confinamiento fueron asaltadas. La organización Mexicanos Primero contabilizó cerca de 5,500 escuelas vandalizadas para cuya reparación se necesitarían cerca de 550 millones de pesos. Podemos seguir enumerando muchas otras cosas que hacen falta a las escuelas para poder recibir y brindar seguridad a los estudiantes. Las autoridades están conscientes de estas carencias y, sin embargo, no hacen absolutamente nada para dar solución. Lo único que nos queda como clase trabajadora es organizarnos y exigir lo que por derecho nos corresponde ya que somos nosotros quienes producimos la riqueza de este país y no es posible que ni siquiera tengamos un lugar digno donde podamos recibir educación ni mucho menos tengamos lo necesario para vivir adecuadamente. Es necesario que de las entrañas del pueblo trabajador surjan los dirigentes sensibles con el pueblo, preocupados por sus carencias y que trabajen en dar solución a los problemas, que conduzcan los destinos de nuestra patria en donde todos trabajemos y tengamos lo necesario para vivir.
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