A escasos dos meses de concluir la primera mitad del sexenio que encabeza el licenciado Mauricio Vila Dosal como gobernador del estado de Yucatán, los antorchistas nos dirigimos a él una vez más, solicitando su atención y solución a viejas y sencillas demandas de miles de yucatecos de distintos municipios, comisarías y colonias. Ninguna de estas representa lujos para los solicitantes sino obras y servicios indispensables para una vida digna, misma que el jefe del Ejecutivo Estatal se comprometió a proporcionar a todos sus gobernados.
Su slogan de gobierno: Juntos transformemos Yucatán, sigue ausente en muchas de las colonias de la periferia de la capital, en particular en las del sur y demás ciudades conurbadas; si hurgamos en las comunidades de los municipios del interior del estado encontraremos una situación similar; por lo que quienes ahí viven, siguen enfrentando solos las precarias condiciones materiales que padecen desde hace muchos años y que se han agudizado por el desempleo ocasionado por la pandemia de Covid-19.
Algunos datos: En abril de 2021, se publicó el Informe de Pobreza y Evaluación 2020 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en el que destaca que Mérida es el municipio con el mayor número de personas en pobreza, hecho que se ha repetido cada cinco años desde 2010 y que, junto con Valladolid, Tizimín, Kanasín y Umán, concentran el 40.8 por ciento de la población en esa condición, esto no obsta que municipios del interior del estado también padezcan pobreza y pobreza extrema
El informe del Coneval: ¿Cuál es la evolución de la pobreza laboral al 1er. Trimestre de 2021?, publicado el 19 de mayo, dice que en el estado, el 35.6 por ciento de la población vive en pobreza laboral extrema, es decir, trabajan, pero sus ingresos no alcanzan para adquirir la canasta básica alimenticia y tener una nutrición mínima. A nivel nacional, Yucatán ocupa el décimo octavo lugar en pobreza laboral extrema, entre las 32 entidades del país. Además, el mismo informe señala que en la entidad, el ingreso laboral per cápita a pesos constantes (real) cayó de mil 980 a mil 964.24 pesos mensuales, y el ingreso laboral per cápita deflactado (ajustado) con el valor de la canasta básica alimentaria se redujo de mil 767.40 a mil 758.08 pesos al mes, es decir, de acuerdo con última cifra, en promedio, los yucatecos viven con 58.60 pesos al día.
Estos datos sugieren que, a pesar de vivir en el estado más seguro del país y de tener al gobernador mejor calificado; cientos de miles de yucatecos padecen hambre, carecen de servicios básicos y de empleo, hechos que no desaparecen con reconocimientos y ni con los más encendidos elogios, más bien dejan ver la profundización de viejos males sociales que descomponen el tejido social e incrementa la inconformidad popular.
“A grandes males grandes remedios”, dice un dicho popular; urge que las autoridades correspondientes no desdeñen los reclamos que la ciudanía hace, toda vez todos ellos son derechos estipulados en la Constitución Política de nuestro país: derecho al trabajo, a la educación, a la salud, a la vivienda, a los servicios, a la cultura, al deporte, etc.
El Gobierno del estado debe tomar en cuenta que los apoyos otorgados –el reducido número de seguros al desempleo y despensas– en poco más de un año de pandemia y de la presencia de fenómenos naturales como la tormenta tropical “Cristóbal” ocurrida en junio del año pasado, son totalmente insuficientes; toda vez que la salud, la economía y las condiciones materiales en que vive un importe número de yucatecos, se han deteriorado de manera importante. Por esta razón, los ciudadanos organizados en el Movimiento Antorchista, por enésima ocasión solicitamos y exigimos se resuelvan las necesidades expuestas en nuestro sencillo pliego petitorio presentado desde octubre 2018 y que hemos renovado puntualmente en los primeros meses de los años siguientes.
Pedimos fertilizante, azúcar e implementos para pequeños productores y apicultores, cuartos, baños, cocinas, techos, pisos firmes, lámina, pavimentación de calles, aguas potables, electrificaciones, regularización de colonias del sur de Mérida, Kanasín, Tizimín y Valladolid, así como la oficialización de la preparatoria de nueva creación “Felipe Carrillo Puerto” ubicada en Kanasín, entre otras.
Los antorchistas no cejaremos en nuestra exigencia por la solución de nuestras demandas, acudiremos a las dependencias encargadas de dar soluciones y no dejaremos de salir a la calle a denunciar la injusticia social a pesar de las condiciones tan difíciles que vivimos agravadas por la pandemia y por los ataques emanados del gobierno federal al estigmatizar a las organizaciones catalogándolas como intermediarias, acusación de la que se valen gustosas algunas autoridades locales para no resolver.
Pedimos la intervención del titular del Ejecutivo estatal en la solución de nuestras demandas de obras y servicios y anunciamos, a partir de hoy, una serie de movilizaciones y denuncias en tanto persista la negativa de una atención verdadera a los planteamientos de miles de yucatecos humildes.
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